Hay casi mil bandas especializadas en robos a domicilios golpeando a las familias españolas y generando una enorme alarma social que daña irremediablemente, la imagen de un gobierno incapaz de defender a sus ciudadanos, mientras que el país es también líder europeo en prostitución, tráfico de drogas, fracaso escolar y violencia doméstica.
Es la España moderna y próspera que gobierna José Luis Rodríguez Zapatero, un político hiperactivo obsesionado por cambiarlo todo, pero al que se le puede hundir el "negocio" del poder porque el gobierno que él preside es incapaz de cumplir el contrato social que le une a sus ciudadanos, que pagan impuestos sin rechistar y han renunciado a la autodefensa a cambio de que el Estado los cuide y los proteja.
Pero el Estado no cuida a sus ciudadanos en España. Las casas se están blindando, los ciudadanos se arman en secreto y los telediarios ofrecen cada día una ezpeluznante galería de delitos violentos contra gente que hasta ahora vivía tranquila en sus hogares. Los vecinos contratan seguridad privada, patrullan sus barrios y compran alarmas, camaras y silbatos, mientras la policía y la guardia civil, con casi la mitad de sus plantillas dedicadas a custodiar políticos y a realizar trabajos burocráticos para el Estado, son cada día más impotentes.
El gobierno socialista de Zapatero, que se ha atrevido a tanto, que ha cambiado la faz de España, permitido las bodas gay, prohibido fumar, abierto un "camino haciua la paz con el terrorismo" y lucha por igualar a la mujer en todos los ámbitos, cosecha también fracasos sonados y conciliado el rechazo de medio país por sus "amistades peligrosas" con los nacionalistas vascos y catalanes y por su "debilidad" frente a los terroristas de ETA.
Ese gobierno extraño, el más singular y polémico desde la muerte del dictador Franco, es posible que pierda el poder por algo mucho más sencillo y elemental: los ciudadanos no se sienten defendidos por un gobierno que está desbordado por una invasión de mafias de todo género, gente bien armada y entrenada que campea por España sin control disparando la prostitución, traficando con drogas y armas, asaltando, robando, matando y asustando a la población.
Y lo mas grave: los ciudadanos tienen la sensación de que los políticos, con más poder, dinero y privilegios que nunca, ni siquiera son capaces de ver lo que está ocurriendo en las calles y hogares de España, desde sus coches blindados, sus guardaespaldas y sus legiones de servidores, secretarias, asesores, etc.
Es la España moderna y próspera que gobierna José Luis Rodríguez Zapatero, un político hiperactivo obsesionado por cambiarlo todo, pero al que se le puede hundir el "negocio" del poder porque el gobierno que él preside es incapaz de cumplir el contrato social que le une a sus ciudadanos, que pagan impuestos sin rechistar y han renunciado a la autodefensa a cambio de que el Estado los cuide y los proteja.
Pero el Estado no cuida a sus ciudadanos en España. Las casas se están blindando, los ciudadanos se arman en secreto y los telediarios ofrecen cada día una ezpeluznante galería de delitos violentos contra gente que hasta ahora vivía tranquila en sus hogares. Los vecinos contratan seguridad privada, patrullan sus barrios y compran alarmas, camaras y silbatos, mientras la policía y la guardia civil, con casi la mitad de sus plantillas dedicadas a custodiar políticos y a realizar trabajos burocráticos para el Estado, son cada día más impotentes.
El gobierno socialista de Zapatero, que se ha atrevido a tanto, que ha cambiado la faz de España, permitido las bodas gay, prohibido fumar, abierto un "camino haciua la paz con el terrorismo" y lucha por igualar a la mujer en todos los ámbitos, cosecha también fracasos sonados y conciliado el rechazo de medio país por sus "amistades peligrosas" con los nacionalistas vascos y catalanes y por su "debilidad" frente a los terroristas de ETA.
Ese gobierno extraño, el más singular y polémico desde la muerte del dictador Franco, es posible que pierda el poder por algo mucho más sencillo y elemental: los ciudadanos no se sienten defendidos por un gobierno que está desbordado por una invasión de mafias de todo género, gente bien armada y entrenada que campea por España sin control disparando la prostitución, traficando con drogas y armas, asaltando, robando, matando y asustando a la población.
Y lo mas grave: los ciudadanos tienen la sensación de que los políticos, con más poder, dinero y privilegios que nunca, ni siquiera son capaces de ver lo que está ocurriendo en las calles y hogares de España, desde sus coches blindados, sus guardaespaldas y sus legiones de servidores, secretarias, asesores, etc.
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