El Tribunal Constitucional salva al Estado de devolver las multas cobradas durante la ilegal segunda alarma al avalar cierres perimetrales y toques de queda. Lo hace inclinando mafiosamente la balanza de la Justicia del lado del Estado, no de los ciudadanos, que son las víctimas. A diferencia del confinamiento generalizado de la primera alarma, cree que estas medidas fueron «necesarias para hacer frente a las constatadas mutaciones del virus y a su creciente propagación». La excusa ni siquiera es imaginativa.
España es el reino de la impunidad y del vicio. Durante décadas, el gran burlador de la hacienda Pública fue nada menos que el rey, seguido por los políticos. Los mismos jueces reconocen que hay miles de políticos en España que no pueden justificar su patrimonio con los sueldos oficiales que cobraron. Les llegó el dinero por otras vías oscuras, lo que significa que le robaron al pueblo con descaro y alevosía, como corruptos delincuentes.
España ocupa lugares de privilegios mundial en casi todos los rankings de la basura y la putrefacción: lavado de dinero, recepción de dinero sucio, tráfico y consumo de drogas, trata de blancas, corrupción, endeudamiento enloquecido, desprecio al ciudadano, impuestos abusivos, desempleo, doble imposición, privilegios desmesurados, falta de controles democráticos al poder, corrupción de la democracia, divorcio entre ciudadanos y políticos, despilfarro, partidos políticos arrogantes y sin controles, envilecimiento de las clases dirigentes, asesinato de la libertad de prensa y de la verdad, compra de voluntades y de medios de comunicación y un larguísimo etcétera que comprende casi todas las corrupciones y vicios conocidos.
España tiene más políticos a sueldo que Francia, Alemania y Gran Bretaña juntos, conformando un Estado-monstruo que nadie es capaz de financiar y que el gobierno español sólo lo mantiene endeudando el país hasta la locura y saqueando a los ciudadanos, a los que la falsa democracia española ha desprovisto de defensas y convertido en borregos camino del matadero.
No es fácil encontrar en el mundo un país más injusto y vicioso que España, donde la clase dirigente es cien veces mas sucia y miserable que el pueblo, gran parte del cual sigue conservando la vieja dignidad, decencia y honradez. Desde luego, en la Unión Europea somos los campeones en suciedad, envilecimiento del sistema e injusticia.
España, a pesar de que es un país cercano a la quiebra, necesita con mas urgencia un rescate ético y democrático que económico. La regeneración moral es cien veces más necesaria y urgente que la recuperación de la economía. Antes de devolverle la prosperidad, hay que devolverle a la decencia y la dignidad.
Sólo después de que los chorizos hayan sido erradicados y sustituidos por personas dignas y decentes, el país podrá ser rescatado del basurero al que le han arrojado los partidos políticos y los gobernantes.
Francisco Rubiales
España es el reino de la impunidad y del vicio. Durante décadas, el gran burlador de la hacienda Pública fue nada menos que el rey, seguido por los políticos. Los mismos jueces reconocen que hay miles de políticos en España que no pueden justificar su patrimonio con los sueldos oficiales que cobraron. Les llegó el dinero por otras vías oscuras, lo que significa que le robaron al pueblo con descaro y alevosía, como corruptos delincuentes.
España ocupa lugares de privilegios mundial en casi todos los rankings de la basura y la putrefacción: lavado de dinero, recepción de dinero sucio, tráfico y consumo de drogas, trata de blancas, corrupción, endeudamiento enloquecido, desprecio al ciudadano, impuestos abusivos, desempleo, doble imposición, privilegios desmesurados, falta de controles democráticos al poder, corrupción de la democracia, divorcio entre ciudadanos y políticos, despilfarro, partidos políticos arrogantes y sin controles, envilecimiento de las clases dirigentes, asesinato de la libertad de prensa y de la verdad, compra de voluntades y de medios de comunicación y un larguísimo etcétera que comprende casi todas las corrupciones y vicios conocidos.
España tiene más políticos a sueldo que Francia, Alemania y Gran Bretaña juntos, conformando un Estado-monstruo que nadie es capaz de financiar y que el gobierno español sólo lo mantiene endeudando el país hasta la locura y saqueando a los ciudadanos, a los que la falsa democracia española ha desprovisto de defensas y convertido en borregos camino del matadero.
No es fácil encontrar en el mundo un país más injusto y vicioso que España, donde la clase dirigente es cien veces mas sucia y miserable que el pueblo, gran parte del cual sigue conservando la vieja dignidad, decencia y honradez. Desde luego, en la Unión Europea somos los campeones en suciedad, envilecimiento del sistema e injusticia.
España, a pesar de que es un país cercano a la quiebra, necesita con mas urgencia un rescate ético y democrático que económico. La regeneración moral es cien veces más necesaria y urgente que la recuperación de la economía. Antes de devolverle la prosperidad, hay que devolverle a la decencia y la dignidad.
Sólo después de que los chorizos hayan sido erradicados y sustituidos por personas dignas y decentes, el país podrá ser rescatado del basurero al que le han arrojado los partidos políticos y los gobernantes.
Francisco Rubiales
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