Pedro Sánchez y sus estrategas están sorprendidos porque la sociedad española se les resiste y es probable que pierdan las próximas des elecciones de este año, las autonómicas y municipales de mayo y las generales de final de año.
Ellos creían que su estrategia, basada en crear conflicto, dividir la sociedad y estimular el odio hacia la derecha les proporcionaría una amplia mayoría, pero la gente ha reaccionado en sentido contrario, condenando a los que han gobernado y gobiernan sembrando odio y discordia, sin otras miras que el propio beneficio.
Hace pocos días conversé con un amigo que vive de las encuestas. El analista sociológico me dijo que por el horizonte despunta la esperanza de una reacción ética y severa de las ciudadanía, dispuesta ya a condenar a los políticos corruptos, mentirosos e ineptos que se han apoderado del país.
La sociedad está asqueada de políticos inmunes y corruptos encuadrados en las izquierdas, de falsos progresistas, de pijos inmundos encuadrados en la derecha, de despilfarradores, de autoritarios y totalitarios con disfraz de demócratas y de demoledores de la ética de todos los colores y tendencias.
Las encuestas comienzan a reflejar una reacción de la sociedad, que se mueve en sentido contrario al que han impuesto los políticos desde hace décadas. Mucha gente quiere decencia, esfuerzo, premio al mérito, sacrificio, resurgimiento y regeneración.
Ese sentimiento, creciente y robusto, es el que aporta votos a VOX.
El 94% de los internautas españoles pide la destitución de todos los políticos corruptos, de los que robaron y se enriquecieron ilegalmente y también de los que aceptaron regalos, del PSOE, del PP y de cualquier otro partido. Si esa medida se adoptara, más del 80 por ciento de nuestros políticos tendrían que irse al paro y las administraciones públicas y las instituciones del Estado quedarían casi desiertas y desmanteladas.
El obsceno espectáculo del escándalo Gürtel ha sido copiado y superado por el caso del Tito Berni, casi calcado uno del otro. En ambos, tanto los "pijos" corrompidos de derecha como los viciosos de izquierda distribuyeron corrupción, recibiendo regalos y participando en fiestas donde se mezclaba la gomina, la horterada, la lascivia, la droga y el "servicio de chicas", todo pagado con dinero de los impuestos.
El panorama político español es desolador: decenas de miles de políticos enriquecidos gracias a su puesto, desde alcaldes enriquecidos gracias al urbanismo criminal a miles de poderosos que, a pesar de sus abusos, errores y despilfarros, permanecen protegidos por la impunidad.
Los partidos tradicionales, sobre todo los que han gobernado, se han llenado de piratas que controlan el poder en nuestra degradada democracia.
Los errores del gobierno, la impunidad de muchos gobernantes y el fatal convencimiento de que una pandilla de inútiles podría estar arruinando a España y llevándonos hacia la derrota como pueblo, sin pagar factura alguna, está produciendo anticuerpos y deseos de cambio. El terreno ya está abonado para que llegue alguien con brío suficiente para refundar la democracia y mandar a la cárcel a los miles de políticos que la merecen.
Por mucha propaganda política y por muchos narcóticos que se distribuyan a través de los medios de comunicación, especialmente desde la pantalla de la TV, la gente empieza a sentir asco y a tomar conciencia de la realidad de España, un país que ocupa puestos de cabeza en los peores rankings mundiales de prostitución, tráfico y consumo de drogas, desempleo, alcoholismo, avance de la pobreza, avance de la corrupción, crecimiento desordenado del Estado, desprestigio de la político, de los políticos y del sistema, población encarcelada, crecimiento de la delincuencia y la inseguridad... y un largo etcétera que nos está convirtiendo, a pasos agigantados, en "un país de mierda".
Francisco Rubiales
Ellos creían que su estrategia, basada en crear conflicto, dividir la sociedad y estimular el odio hacia la derecha les proporcionaría una amplia mayoría, pero la gente ha reaccionado en sentido contrario, condenando a los que han gobernado y gobiernan sembrando odio y discordia, sin otras miras que el propio beneficio.
Hace pocos días conversé con un amigo que vive de las encuestas. El analista sociológico me dijo que por el horizonte despunta la esperanza de una reacción ética y severa de las ciudadanía, dispuesta ya a condenar a los políticos corruptos, mentirosos e ineptos que se han apoderado del país.
La sociedad está asqueada de políticos inmunes y corruptos encuadrados en las izquierdas, de falsos progresistas, de pijos inmundos encuadrados en la derecha, de despilfarradores, de autoritarios y totalitarios con disfraz de demócratas y de demoledores de la ética de todos los colores y tendencias.
Las encuestas comienzan a reflejar una reacción de la sociedad, que se mueve en sentido contrario al que han impuesto los políticos desde hace décadas. Mucha gente quiere decencia, esfuerzo, premio al mérito, sacrificio, resurgimiento y regeneración.
Ese sentimiento, creciente y robusto, es el que aporta votos a VOX.
El 94% de los internautas españoles pide la destitución de todos los políticos corruptos, de los que robaron y se enriquecieron ilegalmente y también de los que aceptaron regalos, del PSOE, del PP y de cualquier otro partido. Si esa medida se adoptara, más del 80 por ciento de nuestros políticos tendrían que irse al paro y las administraciones públicas y las instituciones del Estado quedarían casi desiertas y desmanteladas.
El obsceno espectáculo del escándalo Gürtel ha sido copiado y superado por el caso del Tito Berni, casi calcado uno del otro. En ambos, tanto los "pijos" corrompidos de derecha como los viciosos de izquierda distribuyeron corrupción, recibiendo regalos y participando en fiestas donde se mezclaba la gomina, la horterada, la lascivia, la droga y el "servicio de chicas", todo pagado con dinero de los impuestos.
El panorama político español es desolador: decenas de miles de políticos enriquecidos gracias a su puesto, desde alcaldes enriquecidos gracias al urbanismo criminal a miles de poderosos que, a pesar de sus abusos, errores y despilfarros, permanecen protegidos por la impunidad.
Los partidos tradicionales, sobre todo los que han gobernado, se han llenado de piratas que controlan el poder en nuestra degradada democracia.
Los errores del gobierno, la impunidad de muchos gobernantes y el fatal convencimiento de que una pandilla de inútiles podría estar arruinando a España y llevándonos hacia la derrota como pueblo, sin pagar factura alguna, está produciendo anticuerpos y deseos de cambio. El terreno ya está abonado para que llegue alguien con brío suficiente para refundar la democracia y mandar a la cárcel a los miles de políticos que la merecen.
Por mucha propaganda política y por muchos narcóticos que se distribuyan a través de los medios de comunicación, especialmente desde la pantalla de la TV, la gente empieza a sentir asco y a tomar conciencia de la realidad de España, un país que ocupa puestos de cabeza en los peores rankings mundiales de prostitución, tráfico y consumo de drogas, desempleo, alcoholismo, avance de la pobreza, avance de la corrupción, crecimiento desordenado del Estado, desprestigio de la político, de los políticos y del sistema, población encarcelada, crecimiento de la delincuencia y la inseguridad... y un largo etcétera que nos está convirtiendo, a pasos agigantados, en "un país de mierda".
Francisco Rubiales
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