El enorme fracaso de los políticos españoles

Anoche, tarde mandé un comentario, que no ha salido, por la hora y que en esencia decía que la muerte de la luchadora brasileña es falso. Pero lo que dije de los plumíferos, lo sigo manteniendo.

Como es natural, las estadísticas de fracaso de los políticos no las publica nadie, por razones obvias. Pero ese sentimiento nos queda a todos.

Ayer leí que uno espera vivir mejor que sus padres y que estos vivieron mejor que sus abuelos, pues es una constante debido al progreso humano, pero la chusma se ha empeñado que vivamos peor que nuestros padres e incluso peor que nuestros abuelos. Y se aplican con entusiasmo.

A la vista de la encuesta, no se explica que la gente vote masivamente a los mismos y ya decir que el 73 % de la población desconfía del gobierno nos lleva a una interesante cuestión. ¿cómo es posible que el gobierno saque más votos que los que aprueban su gestión?

Porque de ese porcentaje de aprobación, hay que descontar los que no votan, que algunos serán. Se me ocurren dos explicaciones, pero seguro que hay más y posiblemente no excluyentes entre sí. Una, la magia del ordenador y del voto por correo. Dos, que la gente contesta a las encuestas según entiendan el sentido de la pregunta y seguramente, en este caso al encuestado le parecía que la pregunta iba con intención de atacar al gobierno y han seguido la corriente.

Al parecer a la casta lo que le interesa es que se voten siglas, no programas, porque muy poco de cada programa es salvable, especialmente donde más hincapié hacen. Por ejemplo: es ridículo pensar que todos los hombres están de acuerdo con las políticas feministas, que los condenan a ser seres inferiores. Sin embargo los marxistas votan masivamente a esos partidos, lo que nos indicaría que las siglas son lo importante.

Tiene razón cuando dice que le rechazo ya es odio. Aquí ya no se considera al otro como adversario, se considera como enemigo y creo que ya estamos en la situación de no hablar de política cuando puede escucharlo alguien de la otra zona, con lo cual hemos vuelto a las dos españas. Tal vez ese odio sea el que hace que la gente vote sumisamente a las siglas.

Nosotros sólo podemos suponer, pero los partidos saben exactamente lo que les espera, bien de forma antural o bien, de forma tramposa.


Pasmao

Muy interesantes los dos artículos. El de la Sra Aguirre no es más que lo que nosotros pensamos. Y eso está bien, porquue un artículo o un libro o cualquier cosa que comunique, debe conectar con el que lo recibe. El otro artículo ya es más partidista, también conecta con muchos, pero no tanto, porque todavía le quedan hinchas al pp, pero seguro que en la moción perdió algunos.

Y tiene razón en lo que dice de vox. No sé quienes les hacen las estrategias, pero deberían despedirlos. No funcionaron en Galicia, donde no sacaron nada, no funcionaron en Andalucía, donde sacaron porque la gente lo tiene claro y seguramente no van a funcionar en las municipales y autonómicas.

La pregunta es si ante la incapacidad de encontrar candidatos idóneos, es mejor no presentarse en es pueblo, que se está dando, al poner gentes sin estudios mínimos, cosa que en otros tiempos no le importaba al votante de izquierdas, pero creo que ahora y al votante de derechas sí le importa. O caso, muy grave, que señala. Buscando la fidelidad al partido, no se pueden poner paracaidistas. En los pueblos pequeños y medianos, eso no se perdona.

Nuestra "ejemplar transición" no fue tan ejemplar como se nos hace creer y de ahí vienen muchos errores. Para comenzar se hizo una ley electoral de buena fe, concediendo espacio a las minorías. Hasta ahí bien.

Pero donde ya no se acertó es no recurriendo a la segunda vuelta como ya había experiencia en democracias más asentadas. Para contentar a los vascos y catalanes, se concedieron unos privilegios que no les correspondían.

Como consecuencia de la ley electoral, mal hecha, los grandes partidos pasaron a depender de los nacionalistas para disponer de mayorías para poder gobernar. Esas mayorías convirtieron a los nacionalistas en máquinas de condicionar decisiones, mejor dicho, se hacía lo que ellos pedían o querían. Al principio se iba aceptando, disfrazado de lagarterana, pero con el tiempo sus exigencias han dejado de ser disimuladas hasta que ha llegado un presidente como D. Pe dro Sán chez que, para seguir en la Moncloa depende de ellos.

El Sr. Sán chez, al parecer con pocos escrúpulos, ha ido gobernando al dictado de nacionalistas y separatistas, hasta el punto de cruzar algunas líneas rojas de trazado muy grueso como puede ser el tratamiento que ha dado a los implicados en el "1O" cambiando leyes contra el criterio, incluso, de la Unión Europea y otras lindezas que muchos, incluso socialistas, han aceptado con la nariz tapada.

Los Nacionalistas y/o separatistas ya no disimulan sino que chulean de lo conseguido en la cara de Sán chez como es el caso de los vascos con los presos, o los catalanes con la lengua y otras muchas cosas.

Por tanto un ciudadano que crea en la democracia tiene motivos para desconfiar de los políticos, de todos los políticos, porque aunque la oposición no sea tan descarada tampoco hace todo lo posible por restablecer el orden.

Estos días he leído que hay una reunión a la que asistirán hasta siete ex ministros socialistas para pedir la mejora del PSOE, no me quiero imaginar como verán la situación para intentar mejorar las chapuzas, por decirlo de una manera suave, del sanchismo.

Los partidos y, especialmente el san chismo se ha convertido en un partido que ha perdido la vergüenza y actúa como si fuese su chiringuito. Miente a la hora de utilizar los medios de transporta del estado y, los utiliza cual si fuesen de de su propiedad privada, etc. no voy a seguir porque tendría para todo el mes.

Tomen ejemplo de los franceses a la hora se exigir responsabilidades pero sin violencia ni inclinación solamente hacia un lado.