Sánchez y Feijóo se han reunido durante tres horas sin alcanzar acuerdo alguno para desbloquear la Justicia, aunque ambas partes afirman hipócritamente que han avanzado. Sin embargo ese avance es mentira porque el PSOE jamás renunciará a manosear y sojuzgar la Justicia, entre otras razones porque una Justicia independiente y justa acabaría con ese partido.
Los socialistas le tienen pánico a una Justicia independiente y decente porque temen que gran parte de su política y estrategia salte por los aires por estar en conflicto con la democracia y la Constitución.
Los españoles están hartos de que los dos payasos que representan el pasado, la corrupción y el fracaso, Sánchez y Feijoo, no sean capaces de pactar una reforma de la Justicia que la haga independiente y decente. Deberían dimitir si no son capaces de lograrlo, sobre todo Sánchez, que le tiene terror a una Justicia que funcione, que sea democrática y que esté en consonancia con la Constitución.
Si el PP traga y acepta renovar los tribunales sin despolitizar antes la Justicia, como exige el PSOE, traicionará la democracia, los deseos del pueblo y la decencia. Es mucho más importante y necesario para España expulsar a los políticos de la Justicia que renovar el CGPJ.
Muchos españoles queremos para España una justicia independiente y justa, que domestique a los políticos, que son los grandes violadores de la Ley de Leyes, que es la Constitución. Sólo con eso, los chorizos desaparecerían, el país se regeneraría y España seria grande y próspera.
El PSOE de Sánchez se resiste con uñas y dientes a que España tenga una Justicia decente e independiente porque sabe que tendría que refundarse o disolverse. A los Independentistas les iría todavía peor y al PP le pasaría algo parecido al PSOE, aunque algo menos.
Hay decisiones y leyes socialistas y podemitas que han sido recurridas y que un tribunal Constitucional independiente anularía si aplicara las leyes democráticas y los mandatos constitucionales. Gran parte del andamiaje ideológico del sanchismo, con columnas como el indulto a los golpistas catalanes, la ideología de género, el aborto, la eutanasia, varios impuestos claramente confiscatorios y otras muchas arbitrariedades y abusos quedaría hecho trizas por una Justicia libre y sin sometimiento a los partidos.
El mismo Pedro Sánchez tendría que dar un giro de 180 grados a su forma de gobernar si tuviera que soportar un verdadera Justicia en España y ni siquiera podría sentirse plenamente a salvo de la cárcel por abusos y arbitrariedades cometidos desde su llegada al poder.
Por todas estas razones, el sanchismo nunca va a admitir que los jueces elijan a los jueces y que el socialismo deje de manosear la Justicia.
Si las conversaciones en marcha entre PSOE y PP terminan con el pacto de renovar primero los cargos en el CGPJ y los altos tribunales para posteriormente cambiar el sistema de elección de jueces y magistrados, es seguro que Sánchez no cumpliría su palabra, como ya ha hecho muchas veces en un pasado lleno de mentiras y engaños y mantendrá vigente el sucio manoseo de la Justicia.
A Sánchez le importa un bledo la democracia y lo que necesita de manera perentoria es una Justicia controlada y arbitraria, donde los jueces de izquierda le permitan gobernar como un tirano.
Francisco Rubiales
Los socialistas le tienen pánico a una Justicia independiente y decente porque temen que gran parte de su política y estrategia salte por los aires por estar en conflicto con la democracia y la Constitución.
Los españoles están hartos de que los dos payasos que representan el pasado, la corrupción y el fracaso, Sánchez y Feijoo, no sean capaces de pactar una reforma de la Justicia que la haga independiente y decente. Deberían dimitir si no son capaces de lograrlo, sobre todo Sánchez, que le tiene terror a una Justicia que funcione, que sea democrática y que esté en consonancia con la Constitución.
Si el PP traga y acepta renovar los tribunales sin despolitizar antes la Justicia, como exige el PSOE, traicionará la democracia, los deseos del pueblo y la decencia. Es mucho más importante y necesario para España expulsar a los políticos de la Justicia que renovar el CGPJ.
Muchos españoles queremos para España una justicia independiente y justa, que domestique a los políticos, que son los grandes violadores de la Ley de Leyes, que es la Constitución. Sólo con eso, los chorizos desaparecerían, el país se regeneraría y España seria grande y próspera.
El PSOE de Sánchez se resiste con uñas y dientes a que España tenga una Justicia decente e independiente porque sabe que tendría que refundarse o disolverse. A los Independentistas les iría todavía peor y al PP le pasaría algo parecido al PSOE, aunque algo menos.
Hay decisiones y leyes socialistas y podemitas que han sido recurridas y que un tribunal Constitucional independiente anularía si aplicara las leyes democráticas y los mandatos constitucionales. Gran parte del andamiaje ideológico del sanchismo, con columnas como el indulto a los golpistas catalanes, la ideología de género, el aborto, la eutanasia, varios impuestos claramente confiscatorios y otras muchas arbitrariedades y abusos quedaría hecho trizas por una Justicia libre y sin sometimiento a los partidos.
El mismo Pedro Sánchez tendría que dar un giro de 180 grados a su forma de gobernar si tuviera que soportar un verdadera Justicia en España y ni siquiera podría sentirse plenamente a salvo de la cárcel por abusos y arbitrariedades cometidos desde su llegada al poder.
Por todas estas razones, el sanchismo nunca va a admitir que los jueces elijan a los jueces y que el socialismo deje de manosear la Justicia.
Si las conversaciones en marcha entre PSOE y PP terminan con el pacto de renovar primero los cargos en el CGPJ y los altos tribunales para posteriormente cambiar el sistema de elección de jueces y magistrados, es seguro que Sánchez no cumpliría su palabra, como ya ha hecho muchas veces en un pasado lleno de mentiras y engaños y mantendrá vigente el sucio manoseo de la Justicia.
A Sánchez le importa un bledo la democracia y lo que necesita de manera perentoria es una Justicia controlada y arbitraria, donde los jueces de izquierda le permitan gobernar como un tirano.
Francisco Rubiales
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