Estaba cantado y contado con bastante antelación. La Comisión, una vez transcurridas las horas (más de ochenta), oídos los comparecientes (más de cuarenta), leídos y estudiados los documentos (más de cincuenta), y habiendo conseguido, por fin, tamizarlo todo, únicamente ha venido a ratificarlo, a confirmarlo, pero no a grandes rasgos, sino punto por punto. Pues la Comisión que ha investigado el formidable incendio que sucedió el pasado mes de julio en la provincia de Guadalajara, y que acabó con las ilusiones y expectativas de los once operarios de un retén forestal y calcinó 13.000 hectáreas de monte, ha aprobado el informe de conclusiones que presentó el PSOE, que para eso goza de una mayoría en el Parlamento de Castilla-La Mancha (donde, por cierto, la mancha sigue creciendo -y es que existen ciertas máculas que, cuanto más empeño se pone en quitarlas, más se agrandan-).
Según dicho informe, el trabajo de los mandamases técnicos y políticos fue el correcto (y como el menda lerenda es un apasionado de la filología, un entusiasta de la disección verbal y un cabestro guasón de zumba mayor -y, por favor, no se colija aquí indicio de vanagloria-, ahora, en este preciso momento, se pregunta -y usted, amable, atento, dilecto y selecto lector, con total seguridad, reparará en la retranca que exuda- si el término "correcto", que es ídem, no será la fusión y hasta la confusión de dos palabras, “corre” y “recto”, dando a entender algo parecido a esto: apresúrense, señores, y sálvese quien pueda de la quema).
Y, mientras a "Otramotro" le sale, sin querer, su habitual “¡manda narices la cosa!”, al menda lerenda, a quien le peta y, por eso, no para de hacerse preguntas y más preguntas, se formula, recogiendo el habla de la calle, la siguiente: si todo se hizo de puta madre (una variante de esta expresión malsonante es esta otra, “da/de buten”), ¿por qué dídimos (bueno, la verdad es que se dice un vocablo menos eufónico, que está más cercano fonéticamente al del índice neoyorquino-bursátil del Dow Jones -la idea no me pertenece, pues la tomo prestada de ese estupendo y prodigioso zahorí de la burla de etiqueta que es don Antonio Burgos-) dimitió entonces doña “Charo” Arévalo, consejera de Medio Ambiente de la susomentada Junta de Comunidades?
Ángel Sáez García
angelsaezgarcia@tudela.com
Según dicho informe, el trabajo de los mandamases técnicos y políticos fue el correcto (y como el menda lerenda es un apasionado de la filología, un entusiasta de la disección verbal y un cabestro guasón de zumba mayor -y, por favor, no se colija aquí indicio de vanagloria-, ahora, en este preciso momento, se pregunta -y usted, amable, atento, dilecto y selecto lector, con total seguridad, reparará en la retranca que exuda- si el término "correcto", que es ídem, no será la fusión y hasta la confusión de dos palabras, “corre” y “recto”, dando a entender algo parecido a esto: apresúrense, señores, y sálvese quien pueda de la quema).
Y, mientras a "Otramotro" le sale, sin querer, su habitual “¡manda narices la cosa!”, al menda lerenda, a quien le peta y, por eso, no para de hacerse preguntas y más preguntas, se formula, recogiendo el habla de la calle, la siguiente: si todo se hizo de puta madre (una variante de esta expresión malsonante es esta otra, “da/de buten”), ¿por qué dídimos (bueno, la verdad es que se dice un vocablo menos eufónico, que está más cercano fonéticamente al del índice neoyorquino-bursátil del Dow Jones -la idea no me pertenece, pues la tomo prestada de ese estupendo y prodigioso zahorí de la burla de etiqueta que es don Antonio Burgos-) dimitió entonces doña “Charo” Arévalo, consejera de Medio Ambiente de la susomentada Junta de Comunidades?
Ángel Sáez García
angelsaezgarcia@tudela.com