El Consejo Territorial del PSOE ha expresado su "unánime" consenso ante el proceso esperanzador que se abre con el comunicado de ETA. En la reunión, los 'barones' socialistas han prestado, al Presidente Zapatero, su "apoyo absoluto", y le instan a que "siga buscando la colaboración mayoritaria, en especial del PP". Todos los representantes autonómicos del partido han señalado que se constata, "en el conjunto de la sociedad española", el deseo y la esperanza de paz y del fin de ETA, lo que hace más "lógico" que Zapatero quiera "buscar la concertación con el PP" en este asunto, que requiere "toda la unidad" posible.
También el Rey de España ha subrayado la unión y la cooperación, en su discurso de París: "Todos debemos unir nuestros mejores esfuerzos para combatir" el terrorismo. Y agradecido añadía que "Francia ha estado junto a España en los momentos más duros y difíciles". El Gobierno Francés destacó la solidaridad "ejemplar" de Francia y España contra el terrorismo y se sumaba a "su esperanza y prudencia con respecto al silencio permanente de las armas anunciado por ETA
Es una situación difícil; exige reflexión, tacto y delicadeza; todos han acogido la prudencia; todos se han colocado en una comedida expectativa; el tiempo dirá si se han sabido desenvolver los hilos delgadísimos de una madeja sutil que se puede quebrar. Es un asunto intrincado; hay diálogo pero el acuerdo final y efectivo anda en las brumas del interrogante. Las distancias son opuestas y las aspiraciones muy diferentes. Ya han presentado los presos, huidos y deportados de ETA su reclamación en un proceso que derive "en la autodeterminación y la territorialidad", en el reconocimiento de "la identidad" del pueblo vasco que precisa el "esfuerzo serio" de "todos los agentes" vascos y en la "amnistía total"."Es tiempo de soluciones”, dicen. Esto quiere decir la independencia con la anexión de Navarra y el territorio francés. Desde los presupuestos del Estado, ¿España y Francia pueden contemplar y permitir esas soluciones?
En este momento de especial gravedad se requiere un clima de confianza en la máxima unidad de todas las fuerzas democráticas. Se desea la disolución de la banda; se espera que llegue el acuerdo, pero no el pago de contrapartidas políticas, ni cambios en el ordenamiento vigente. Sin embargo, ya se han anticipado ciertas cantidades en el trámite parlamentario, mediante la aprobación del nuevo Estatuto de Cataluña que conlleva la confederalización del Estado con su proclamada Nación Catalana; tal cesión viene a ser un excelente precedente para el Plan Ibarreche; no será necesario modificar el ordenamiento constitucional, sencillamente, se escamoteará en este ronroneo del Gobierno de Zapatero, por medio del zigzag, como se ha hecho con las exigencias de los catalanes.
Todo esto responde a un plan perfectamente ideado y trazado, las fases se van cumpliendo, de ahí, ahora, los ruegos de colaboración y los ademanes de cortesía. Mientras, queda la inquietante expectativa en los encuentros de negociación y la cautela sostenida, entre la prudente satisfacción de unos y el relativo escepticismo sin prontas alegrías de otros.
Camilo Valverde Mudarra
También el Rey de España ha subrayado la unión y la cooperación, en su discurso de París: "Todos debemos unir nuestros mejores esfuerzos para combatir" el terrorismo. Y agradecido añadía que "Francia ha estado junto a España en los momentos más duros y difíciles". El Gobierno Francés destacó la solidaridad "ejemplar" de Francia y España contra el terrorismo y se sumaba a "su esperanza y prudencia con respecto al silencio permanente de las armas anunciado por ETA
Es una situación difícil; exige reflexión, tacto y delicadeza; todos han acogido la prudencia; todos se han colocado en una comedida expectativa; el tiempo dirá si se han sabido desenvolver los hilos delgadísimos de una madeja sutil que se puede quebrar. Es un asunto intrincado; hay diálogo pero el acuerdo final y efectivo anda en las brumas del interrogante. Las distancias son opuestas y las aspiraciones muy diferentes. Ya han presentado los presos, huidos y deportados de ETA su reclamación en un proceso que derive "en la autodeterminación y la territorialidad", en el reconocimiento de "la identidad" del pueblo vasco que precisa el "esfuerzo serio" de "todos los agentes" vascos y en la "amnistía total"."Es tiempo de soluciones”, dicen. Esto quiere decir la independencia con la anexión de Navarra y el territorio francés. Desde los presupuestos del Estado, ¿España y Francia pueden contemplar y permitir esas soluciones?
En este momento de especial gravedad se requiere un clima de confianza en la máxima unidad de todas las fuerzas democráticas. Se desea la disolución de la banda; se espera que llegue el acuerdo, pero no el pago de contrapartidas políticas, ni cambios en el ordenamiento vigente. Sin embargo, ya se han anticipado ciertas cantidades en el trámite parlamentario, mediante la aprobación del nuevo Estatuto de Cataluña que conlleva la confederalización del Estado con su proclamada Nación Catalana; tal cesión viene a ser un excelente precedente para el Plan Ibarreche; no será necesario modificar el ordenamiento constitucional, sencillamente, se escamoteará en este ronroneo del Gobierno de Zapatero, por medio del zigzag, como se ha hecho con las exigencias de los catalanes.
Todo esto responde a un plan perfectamente ideado y trazado, las fases se van cumpliendo, de ahí, ahora, los ruegos de colaboración y los ademanes de cortesía. Mientras, queda la inquietante expectativa en los encuentros de negociación y la cautela sostenida, entre la prudente satisfacción de unos y el relativo escepticismo sin prontas alegrías de otros.
Camilo Valverde Mudarra