En algunos ambientes intelectuales extranjeros se conoce a la democracia española como la "democracia blindada", no por su fortaleza, sino porque sus ministros y responsables políticos jamás dimiten, por muchos errores que cometan. En Suecia acaba de dimitir la ministra de exteriores por un motivo que en España sería considerado ridículo e insignificante. Sin embargo, quien tiene razón y se comporta con legitimidad y limpieza democráticas es la democracia sueca, no la española.
La siguiente información jamás podría producirse en España:
(PD / EFE)-. Laila Freivalds, responsable de cartera sueca de Exteriores ha dimitido tras conocerse que estaba al corriente de que su ministerio presionó para cerrar la web de un partido derechista que publicó las viñetas de Mahoma. Algo que había negado. El primer ministro, Goeran Persson acepta esta decisión de la que ha tenido noticia este martes pero despide a su colega calificándola de “competente y energética”.
Si la democracia española aplicase los mismos criterios que la sueca para la dimisión, nuestro país no tendría gobierno.
En España, aplicando no criterios rigurosos suecos sino criterios democráticos racionales y ponderados, habrían tenido que dimitir, entre otros muchos, los actuales ministros de Exteriores (por el desprestigio internacional de España), de Industria (politización visceral de la OPA anti-ENDESA, prestamo de la Caixa no devuelto y Estututo Catalán, impopular y de dudosa constitucionalidad), de Trabajo (drama de la inmigración y ausencia de política laboral), de Vivienda (ridículo de sus propuestas e inoperancia), de Educación (fracaso del área más sensible de la sociedad), Cultura (chistes, errores y desprestigios), etc., sin olvidar a ministros del pasado reciente, como Trillo, del gobierno de Aznar, que se resistió a dimitir a pesar de que se lo pedía a gritos la mayoría de la sociedad española por sus errores e impericia en la gestión de crisis como el accidente del Topolev y otras.
Los ciudadanos españoles deberíamos ser conscientes de que la democracia "blindada" española, por su escasa calidad, profundidad, exigencia y rigor, es hoy el hazmerreir de Europa y del mundo desarrollado. Es un hecho que puede gustar o no, pero que es incuestionable.
La siguiente información jamás podría producirse en España:
(PD / EFE)-. Laila Freivalds, responsable de cartera sueca de Exteriores ha dimitido tras conocerse que estaba al corriente de que su ministerio presionó para cerrar la web de un partido derechista que publicó las viñetas de Mahoma. Algo que había negado. El primer ministro, Goeran Persson acepta esta decisión de la que ha tenido noticia este martes pero despide a su colega calificándola de “competente y energética”.
Si la democracia española aplicase los mismos criterios que la sueca para la dimisión, nuestro país no tendría gobierno.
En España, aplicando no criterios rigurosos suecos sino criterios democráticos racionales y ponderados, habrían tenido que dimitir, entre otros muchos, los actuales ministros de Exteriores (por el desprestigio internacional de España), de Industria (politización visceral de la OPA anti-ENDESA, prestamo de la Caixa no devuelto y Estututo Catalán, impopular y de dudosa constitucionalidad), de Trabajo (drama de la inmigración y ausencia de política laboral), de Vivienda (ridículo de sus propuestas e inoperancia), de Educación (fracaso del área más sensible de la sociedad), Cultura (chistes, errores y desprestigios), etc., sin olvidar a ministros del pasado reciente, como Trillo, del gobierno de Aznar, que se resistió a dimitir a pesar de que se lo pedía a gritos la mayoría de la sociedad española por sus errores e impericia en la gestión de crisis como el accidente del Topolev y otras.
Los ciudadanos españoles deberíamos ser conscientes de que la democracia "blindada" española, por su escasa calidad, profundidad, exigencia y rigor, es hoy el hazmerreir de Europa y del mundo desarrollado. Es un hecho que puede gustar o no, pero que es incuestionable.
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