Querida Macarena:
Te conozco personalmente y sé que tienes condiciones suficientes para haber sacado más de 20 escaños. Si no los has conseguido es porque tu campaña ha sido un desastre. Ha habido falta de empatía con los informadores, una deficiente conexión con la sociedad, mensajes difusos y confusos, un tono inadecuado que te hacía parecer un monje budista en una pagoda oriental y una incomprensible ausencia de mensajes fuertes, de esos que constituyen la esencia de VOX.
Parece que habéis olvidado que VOX es un partido que se alimenta de la indignación y el cabreo de los demócratas y de la gente decente de España, que abomina del sanchismo, de la cobardía acomplejada del PP, de la corrupción, el abuso de poder, la injusticia y la impunidad de la casta de los políticos. He seguido tu campaña desde cerca y te he votado, pero hasta yo, que creo en VOX porque soy rabiosamente demócrata, amo a España, he estudiado filosofía y soy seguidor de Aristóteles, Platón y Tocqueville, debo confesarte que me ha costado trabajo votar por ti en el momento decisivo.
Conozco a muchos votantes de VOX que al final se han pasado al PP, a pesar de que eran conscientes de que ese partido es, junto con el PSOE, el gran culpable de la postración actual de España y de que nuestro país esté inmerso en una profunda decadencia política, económica, social y ética.
Los que amamos a España y queremos la regeneración no nos hemos sentido identificados con VOX, cuyos mensajes en la campaña han sido débiles y sin énfasis alguno en los grandes dramas del país: inmigración sin control, corrupción galopante, inseguridad en las calles, despilfarro, injusticia, chiringuitos clientelares corruptos, abandono de la familia, desprotección de la vida, respeto a la democracia, crisis de libertad y un largo etcétera.
He hablado con decenas de periodistas, algunos de ellos entusiastas secretos de VOX, y en todos he encontrado el mismo desconsuelo ante la campaña que me embargaba a mi. Uno de ellos me dijo que VOX estaba haciendo esa campaña plana de manera consciente y meditada, pero me niego a creer esa locura insensata.
Nadie sabía lo que se defendía y proclamaba en tu campaña, que ha tocado demasiados temas, sin lograr que ninguno de ellos destaque y se convierta en bandera de arrastre. No has hablado con suficiente indignación y garra de los impuestos abusivos, de las subvenciones mafiosas, del nuevo caciquismo de los políticos, de los males que se derivan de la inmigración descontrolada, de los malditos okupas, ladrones de viviendas protegidos por el sanchismo y contra los que el PP nunca hizo nada, a pesar de que pudo haberlo hecho. Ni siquiera has convertido a Sánchez en el gran enemigo a batir, algo que te habría proporcionado miles de votos porque los españoles decentes quieren acabar de una vez con el maldito sanchismo.
He enviado mensajes de aleta a VOX vaticinándoles un mal resultado que se veía venir, pero esos gritos se han perdido en el vacío. He escrito twits y artículos donde deslizaba que la campaña era plana y falta de potencia y empatía, pero no ha servido de nada.
Por desgracia, la victoria del PP no garantiza el fin de los cánceres que destruirán España a medio plazo: suicidio demográfico, demonización del varón/feminismo tóxico, indefensión migratoria, fanatismo climático/disparate energético, taifas autonómicas que se van convirtiendo en nacioncitas, entrega de la educación y la cultura a la izquierda, rendición a la "Memoria Histórica", desaparición del matrimonio...
VOX sigue siendo necesario, más que nunca, y pronto los andaluces lo echaremos de menos. Habrá que seguir esperando a tener poder suficiente para salvar a España.
Mucha gente de VOX se ha sentido huérfana en la campaña porque los mensajes que esperaban oír no les llegaban. Ha sido una campaña desentrañada, ajena al sentir de los votantes andaluces, extraña y escasa de garra.
Hasta se ha olvidado en la campaña algo que hoy es esencial en la política española, que la lucha contra el sanchismo es caballo ganador. En Madrid y en Castilla y León quedó demostrado que si lanzas la artillería contra Pedro Sánchez, ganas las elecciones porque los españoles están hartos de los abusos e iniquidades de Sánchez y de las tribus de indeseables que le acompañan como aliadas, desde golpistas a amigos de ETA, totalitarios y mercenarios, todos unidos por el odio común a España y a los grandes valores.
Antes de despedirte, te repito lo que te decía ayer en un twitt: "Bienvenida a Andalucía Macarena Olona. Es ahora cuando empieza tu lucha por esta tierra. La campaña fue una locura mal planeada. Tienes 4 años para tejer la victoria".
Con cordialidad, respeto y esperanza:
Francisco Rubiales
Te conozco personalmente y sé que tienes condiciones suficientes para haber sacado más de 20 escaños. Si no los has conseguido es porque tu campaña ha sido un desastre. Ha habido falta de empatía con los informadores, una deficiente conexión con la sociedad, mensajes difusos y confusos, un tono inadecuado que te hacía parecer un monje budista en una pagoda oriental y una incomprensible ausencia de mensajes fuertes, de esos que constituyen la esencia de VOX.
Parece que habéis olvidado que VOX es un partido que se alimenta de la indignación y el cabreo de los demócratas y de la gente decente de España, que abomina del sanchismo, de la cobardía acomplejada del PP, de la corrupción, el abuso de poder, la injusticia y la impunidad de la casta de los políticos. He seguido tu campaña desde cerca y te he votado, pero hasta yo, que creo en VOX porque soy rabiosamente demócrata, amo a España, he estudiado filosofía y soy seguidor de Aristóteles, Platón y Tocqueville, debo confesarte que me ha costado trabajo votar por ti en el momento decisivo.
Conozco a muchos votantes de VOX que al final se han pasado al PP, a pesar de que eran conscientes de que ese partido es, junto con el PSOE, el gran culpable de la postración actual de España y de que nuestro país esté inmerso en una profunda decadencia política, económica, social y ética.
Los que amamos a España y queremos la regeneración no nos hemos sentido identificados con VOX, cuyos mensajes en la campaña han sido débiles y sin énfasis alguno en los grandes dramas del país: inmigración sin control, corrupción galopante, inseguridad en las calles, despilfarro, injusticia, chiringuitos clientelares corruptos, abandono de la familia, desprotección de la vida, respeto a la democracia, crisis de libertad y un largo etcétera.
He hablado con decenas de periodistas, algunos de ellos entusiastas secretos de VOX, y en todos he encontrado el mismo desconsuelo ante la campaña que me embargaba a mi. Uno de ellos me dijo que VOX estaba haciendo esa campaña plana de manera consciente y meditada, pero me niego a creer esa locura insensata.
Nadie sabía lo que se defendía y proclamaba en tu campaña, que ha tocado demasiados temas, sin lograr que ninguno de ellos destaque y se convierta en bandera de arrastre. No has hablado con suficiente indignación y garra de los impuestos abusivos, de las subvenciones mafiosas, del nuevo caciquismo de los políticos, de los males que se derivan de la inmigración descontrolada, de los malditos okupas, ladrones de viviendas protegidos por el sanchismo y contra los que el PP nunca hizo nada, a pesar de que pudo haberlo hecho. Ni siquiera has convertido a Sánchez en el gran enemigo a batir, algo que te habría proporcionado miles de votos porque los españoles decentes quieren acabar de una vez con el maldito sanchismo.
He enviado mensajes de aleta a VOX vaticinándoles un mal resultado que se veía venir, pero esos gritos se han perdido en el vacío. He escrito twits y artículos donde deslizaba que la campaña era plana y falta de potencia y empatía, pero no ha servido de nada.
Por desgracia, la victoria del PP no garantiza el fin de los cánceres que destruirán España a medio plazo: suicidio demográfico, demonización del varón/feminismo tóxico, indefensión migratoria, fanatismo climático/disparate energético, taifas autonómicas que se van convirtiendo en nacioncitas, entrega de la educación y la cultura a la izquierda, rendición a la "Memoria Histórica", desaparición del matrimonio...
VOX sigue siendo necesario, más que nunca, y pronto los andaluces lo echaremos de menos. Habrá que seguir esperando a tener poder suficiente para salvar a España.
Mucha gente de VOX se ha sentido huérfana en la campaña porque los mensajes que esperaban oír no les llegaban. Ha sido una campaña desentrañada, ajena al sentir de los votantes andaluces, extraña y escasa de garra.
Hasta se ha olvidado en la campaña algo que hoy es esencial en la política española, que la lucha contra el sanchismo es caballo ganador. En Madrid y en Castilla y León quedó demostrado que si lanzas la artillería contra Pedro Sánchez, ganas las elecciones porque los españoles están hartos de los abusos e iniquidades de Sánchez y de las tribus de indeseables que le acompañan como aliadas, desde golpistas a amigos de ETA, totalitarios y mercenarios, todos unidos por el odio común a España y a los grandes valores.
Antes de despedirte, te repito lo que te decía ayer en un twitt: "Bienvenida a Andalucía Macarena Olona. Es ahora cuando empieza tu lucha por esta tierra. La campaña fue una locura mal planeada. Tienes 4 años para tejer la victoria".
Con cordialidad, respeto y esperanza:
Francisco Rubiales
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