Quiere decir que cae el régimen comunista ruso dislocado en antigualla inoperante y el chino se abre a Occidente y a la economía liberal y el presidente cubano, con sus barbas, se junta con el venezolano Chávez y se atrae al boliviano Evo Morales, para extender por las américas su “prospero paraíso” de azúcar y mazmorra.
Esta juntera, en La Habana, ha parido su alianza contra "la maldición del capitalismo" de Estados Unidos. Ha nacido el ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas, ideada por el lúcido y vocero Chávez y su jefe Castro, contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de factura estadounidense. El texto expresa que Bolivia, Cuba y Venezuela apuestan por la integración fundada en la solidaridad y la cooperación, no en el lucro. "El acuerdo este, que impresiona al mundo, es mucho más de lo que aparece en los papeles (...) A mi juicio es lo más ético que se ha suscrito nunca", dijo Castro frente a dóciles criaturas que tienen que oír el mitin, con Chávez y Morales, en la Plaza de la Revolución. "Tenemos, añadió, el enorme poder de las ideas justas".
Esta junta de los tres firmó también un llamado Tratado de Comercio de los Pueblos, en graciosa oposición a los Tratados de Libre Comercio (TLC) que Estados Unidos negocia con varios países americanos. El vocinglero Chávez gritó a la prensa: "He ahí la maldición del capitalismo y del ALCA". "Ante la agresión del plan imperial de los TLC (...) la mejor defensa es el ataque. Atacar. Y este pacto de hoy forma parte del plan de ataque".
Pero nos faltaba el cuarto. Sentado, en la Plaza, con sus tres amiguetes estaba Daniel Ortega, el ex líder guerrillero y candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional que, si gana este año las elecciones, convertirá Nicaragua en socio del ALBA.
En los detalles del acuerdo, se determina que Cuba y Venezuela eliminan aranceles y barreras para importar productos de Bolivia, la nación más pobre de Sudamérica; se comprometen a comprar soja y otros productos agrícolas e industriales que Bolivia no logre colocar en otros países. Cuba va a profundizar su ayuda social a Bolivia, con el envío de médicos y construcción de hospitales y de maestros para un millón de analfabetos. Y Venezuela, el quinto mayor exportador de petróleo del mundo, suministrará todo el crudo e hidrocarburos que necesite Bolivia, además de crearle industrias petroquímicas. Serán establecidos "mecanismos de compensación" para que Bolivia pague, a precios preferenciales, su cuenta petrolera con productos autóctonos; igualmente, Cuba paga, a Venezuela los 90.000 barriles de petróleo diarios, con los servicios de 23.000 médicos y unas 190.000 operaciones de la vista.
"Nuestro petróleo, decía Chávez, es instrumento de liberación de nuestro pueblo y de integración y cooperación con pueblos hermanos del Caribe y Iberoamérica". "Este es el siglo del fin del imperio norteamericano y este es el siglo del nacimiento de la nueva y gran patria nuestra, libre y unida".
Camilo Valverde Mudarra
Esta juntera, en La Habana, ha parido su alianza contra "la maldición del capitalismo" de Estados Unidos. Ha nacido el ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas, ideada por el lúcido y vocero Chávez y su jefe Castro, contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de factura estadounidense. El texto expresa que Bolivia, Cuba y Venezuela apuestan por la integración fundada en la solidaridad y la cooperación, no en el lucro. "El acuerdo este, que impresiona al mundo, es mucho más de lo que aparece en los papeles (...) A mi juicio es lo más ético que se ha suscrito nunca", dijo Castro frente a dóciles criaturas que tienen que oír el mitin, con Chávez y Morales, en la Plaza de la Revolución. "Tenemos, añadió, el enorme poder de las ideas justas".
Esta junta de los tres firmó también un llamado Tratado de Comercio de los Pueblos, en graciosa oposición a los Tratados de Libre Comercio (TLC) que Estados Unidos negocia con varios países americanos. El vocinglero Chávez gritó a la prensa: "He ahí la maldición del capitalismo y del ALCA". "Ante la agresión del plan imperial de los TLC (...) la mejor defensa es el ataque. Atacar. Y este pacto de hoy forma parte del plan de ataque".
Pero nos faltaba el cuarto. Sentado, en la Plaza, con sus tres amiguetes estaba Daniel Ortega, el ex líder guerrillero y candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional que, si gana este año las elecciones, convertirá Nicaragua en socio del ALBA.
En los detalles del acuerdo, se determina que Cuba y Venezuela eliminan aranceles y barreras para importar productos de Bolivia, la nación más pobre de Sudamérica; se comprometen a comprar soja y otros productos agrícolas e industriales que Bolivia no logre colocar en otros países. Cuba va a profundizar su ayuda social a Bolivia, con el envío de médicos y construcción de hospitales y de maestros para un millón de analfabetos. Y Venezuela, el quinto mayor exportador de petróleo del mundo, suministrará todo el crudo e hidrocarburos que necesite Bolivia, además de crearle industrias petroquímicas. Serán establecidos "mecanismos de compensación" para que Bolivia pague, a precios preferenciales, su cuenta petrolera con productos autóctonos; igualmente, Cuba paga, a Venezuela los 90.000 barriles de petróleo diarios, con los servicios de 23.000 médicos y unas 190.000 operaciones de la vista.
"Nuestro petróleo, decía Chávez, es instrumento de liberación de nuestro pueblo y de integración y cooperación con pueblos hermanos del Caribe y Iberoamérica". "Este es el siglo del fin del imperio norteamericano y este es el siglo del nacimiento de la nueva y gran patria nuestra, libre y unida".
Camilo Valverde Mudarra
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