El hombrecete del talante, del “hoy estamos mejor que hace un año”, va mal, anda entre trompicones y torpezas; se aferra a su ceguera, se cierra en su miope orgullo. Está zarandeando a Rajoy, no acepta la vía del Pacto Antiterrorista; sólo intenta llevarlo a su redil y que, en un ‘sí, Buana’, acepte su tesis y su desvío. En su afán por aislar al PP, lo ha denigrado y despreciado y ahora no consigue abrir el camino hacia la unidad del PSOE y el PP en la lucha contra ETA. No le pide colaboración, busca su sometimiento.
Ya circulan por las embajadas negros chistes sobre Zapatero, síntoma de desastre e inquietud y la prensa occidental marca triste incertidumbre. Le Monde señala que ZP «se entretiene en la ambigüedad»; el Times, que «se teme una ola de violencia etarra»; el Washington Post, que la violencia callejera desentierra los más inquietantes fantasmas; la Deutsche Welle, que «los españoles esperan una nueva estrategia contra el terror». En Buenos Aires, Clarín afirma que «la violencia se ha recrudecido en Vasconia». La Nación Bonaerense cuenta que, por las embajadas, circula profusamente el penúltimo chiste sobre ZP: «Entró por Atocha y sale por Barajas»; y añade: «En medio de públicas contradicciones, Zapatero no parece encontrar todavía un discurso creíble para zanjar la crisis… ¿Cómo reinventar ahora su perfil de dialogante a ultranza, para cambiarlo por el de perseguidor policial implacable?». El Sud Ouest de Burdeos apunta que las relaciones policiales entre España y Francia habían mejorado mucho en los últimos años, dato conocido y positivo, pero, con su rostro rojo, ETA se ha servido de la «tregua» para rearmarse.
Rajoy ha criticado que la reunión en la Moncloa no ha servido para entablar el camino conjunto; no habiendo logrado una "idea clara de cuál será la estrategia antiterrorista del Gobierno", ha pedido la vuelta al Pacto por las Libertades y contra del terrorismo, y ha insistido en que "es posible derrotar a ETA sin pagar precio político"; cree que el derrotero seguido no ha sido eficaz, por lo que es más sensato volver a lo que funcionaba, a "apostar, con claridad, por la derrota de ETA". Por su parte, el Gobierno ha precisado que se le ha ofrecido a Rajoy un "diálogo permanente" para lograr la unidad frente al terrorismo, que el Estado de derecho es lo suficientemente fuerte, como para ganar la batalla contra el terrorismo. "El único camino posible es la libertad y la democracia", a día de hoy, "todas las vías con ETA están rotas".
A. Otegui, ha rogado a ETA, que "mantenga intactos los compromisos y objetivos explícitos en su comunicado de marzo", con su alto el fuego permanente. Pero, Otegui no tiene peso, personalidad ni mando, no pinta en ETA, la banda toma sus decisiones; no es el interlocutor válido. Sólo busca una “poltroncita” de sueldecete oficial y despacho. Zapatero, desechando la debilidad y doblez del batasuno, ha de mostrar firmeza tras el escombro de su «proceso»; sólo cabe terminar y condenar el terror o aplicar la ley por entero y en justicia. Aquí no se ve en el antro etarra ningún trazo de arrepentimiento, ningún olor de humanidad, ningún gesto de concordia; no hay moralidad, no quieren paz, sólo respiran el humo negro de la bomba y del odio. La única vía es el rigor, aplicar la Ley en la pena máxima e íntegra y cerrar las contemplaciones tras los cerrojos. La banda ya ha tenido su oportunidad, es la hora del Gobierno; la única luz que queda, la única esperanza que brilla es la rectificación de Zapatero. Pero, los precedentes decepcionan, su cordura se nubla apagada bajo la oscuridad y la actitud obcecada de buscar y seguir las trochas y recovecos. Se acaban las excusas y las equivocaciones; llega la hora y es esta, en que la gente se cansa y ya no aguanta más; ha desdeñado todos los indicios y todas las evidencias, es la hora de tomar el camino de la verdad, de bajar a la arena y sopesar la realidad. No hay más luz que la que brilla ni más agua que la mana.
Cicerón
Ya circulan por las embajadas negros chistes sobre Zapatero, síntoma de desastre e inquietud y la prensa occidental marca triste incertidumbre. Le Monde señala que ZP «se entretiene en la ambigüedad»; el Times, que «se teme una ola de violencia etarra»; el Washington Post, que la violencia callejera desentierra los más inquietantes fantasmas; la Deutsche Welle, que «los españoles esperan una nueva estrategia contra el terror». En Buenos Aires, Clarín afirma que «la violencia se ha recrudecido en Vasconia». La Nación Bonaerense cuenta que, por las embajadas, circula profusamente el penúltimo chiste sobre ZP: «Entró por Atocha y sale por Barajas»; y añade: «En medio de públicas contradicciones, Zapatero no parece encontrar todavía un discurso creíble para zanjar la crisis… ¿Cómo reinventar ahora su perfil de dialogante a ultranza, para cambiarlo por el de perseguidor policial implacable?». El Sud Ouest de Burdeos apunta que las relaciones policiales entre España y Francia habían mejorado mucho en los últimos años, dato conocido y positivo, pero, con su rostro rojo, ETA se ha servido de la «tregua» para rearmarse.
Rajoy ha criticado que la reunión en la Moncloa no ha servido para entablar el camino conjunto; no habiendo logrado una "idea clara de cuál será la estrategia antiterrorista del Gobierno", ha pedido la vuelta al Pacto por las Libertades y contra del terrorismo, y ha insistido en que "es posible derrotar a ETA sin pagar precio político"; cree que el derrotero seguido no ha sido eficaz, por lo que es más sensato volver a lo que funcionaba, a "apostar, con claridad, por la derrota de ETA". Por su parte, el Gobierno ha precisado que se le ha ofrecido a Rajoy un "diálogo permanente" para lograr la unidad frente al terrorismo, que el Estado de derecho es lo suficientemente fuerte, como para ganar la batalla contra el terrorismo. "El único camino posible es la libertad y la democracia", a día de hoy, "todas las vías con ETA están rotas".
A. Otegui, ha rogado a ETA, que "mantenga intactos los compromisos y objetivos explícitos en su comunicado de marzo", con su alto el fuego permanente. Pero, Otegui no tiene peso, personalidad ni mando, no pinta en ETA, la banda toma sus decisiones; no es el interlocutor válido. Sólo busca una “poltroncita” de sueldecete oficial y despacho. Zapatero, desechando la debilidad y doblez del batasuno, ha de mostrar firmeza tras el escombro de su «proceso»; sólo cabe terminar y condenar el terror o aplicar la ley por entero y en justicia. Aquí no se ve en el antro etarra ningún trazo de arrepentimiento, ningún olor de humanidad, ningún gesto de concordia; no hay moralidad, no quieren paz, sólo respiran el humo negro de la bomba y del odio. La única vía es el rigor, aplicar la Ley en la pena máxima e íntegra y cerrar las contemplaciones tras los cerrojos. La banda ya ha tenido su oportunidad, es la hora del Gobierno; la única luz que queda, la única esperanza que brilla es la rectificación de Zapatero. Pero, los precedentes decepcionan, su cordura se nubla apagada bajo la oscuridad y la actitud obcecada de buscar y seguir las trochas y recovecos. Se acaban las excusas y las equivocaciones; llega la hora y es esta, en que la gente se cansa y ya no aguanta más; ha desdeñado todos los indicios y todas las evidencias, es la hora de tomar el camino de la verdad, de bajar a la arena y sopesar la realidad. No hay más luz que la que brilla ni más agua que la mana.
Cicerón