Muchos creen, equivocadamente, que la base de la democracia es la libertad, cuando en realidad es su consecuencia. La base de la democracia es la confianza. Confianza en las instituciones, en la justicia, en el gobierno, en los partidos...
Si es cierto que la confianza es la viga maestra del sistema, entonces la democracia en España estaría en seria crisis porque el nivel de la confianza ciudadana en sus instituciones y en sus gobernantes desciende de manera alarmante y se encuentra ya en niveles críticos.
El ciudadano, que es la esencia del sistema, el soberano y el único capaz de legitimarlo, se siente marginado desde el poder, engañado y manipulado. Como consecuencia, reacciona retirando la confianza a los poderosos.
Desgraciadamente, en los años futuros veremos crecer en España la abstención, el voto en blanco y el descrédito de la política, de los políticos y hasta del mismo sistema.
Si es cierto que la confianza es la viga maestra del sistema, entonces la democracia en España estaría en seria crisis porque el nivel de la confianza ciudadana en sus instituciones y en sus gobernantes desciende de manera alarmante y se encuentra ya en niveles críticos.
El ciudadano, que es la esencia del sistema, el soberano y el único capaz de legitimarlo, se siente marginado desde el poder, engañado y manipulado. Como consecuencia, reacciona retirando la confianza a los poderosos.
Desgraciadamente, en los años futuros veremos crecer en España la abstención, el voto en blanco y el descrédito de la política, de los políticos y hasta del mismo sistema.
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