El empresario jerezano José María Ruiz Mateos ha sido encarcelado para cumplir la pena de tres años, a la que fue condenado en 2005 por la Audiencia Nacional, que lo encontró culpable de "alzamiento de bienes" en la compra de la agencia de viajes Mundo Joven.
Ruiz Mateos ingresa en prisión 24 años después de la injusticia cometida con la expropiación de RUMASA (1983) y 10 años después de ser absuelto por la Audiencia Nacional en sentencia ratificada por el Tribunal Supremo, sin que haya sido compensado económicamente todavía y teniendo cumplidos por tanto cerca de dos años de cárcel injustamente en los 12 ingresos a que fue sometido.
El empresario, su familia y equipo de colaboradores se sienten perseguidos injustamente y alegan que "nuevamente sufre en sus carnes la injusticia cometida al hacer la Audiencia Provincial de Madrid sección 16, que ingresara en la cárcel de Alcalá-Meco, por un delito que no ha podido cometer, pues nunca tuvo cargo alguno en la empresa Mundo Joven, ni participó en su accionariado".
Su equipo jurídico está preparando el recurso de revisión de este caso para lograr su plena absolución. Delito en el que en la propia sentencia reconoce que no hay perjudicados ni responsabilidad civil alguna.
Pese a sus 76 años, y sin que se hayan tenido en cuenta los periodos cumplidos ni las redenciones de condena a que tiene derecho por el caso RUMASA, ha ingresado de nuevo en prisión, sin que el presidente del tribunal dejara que le reconociera el médico forense, y convirtiéndose en el preso más longevo de las cárceles españolas.
Que sea encarcelado José María Ruiz Mateos en un país como España, donde hay miles de políticos curruptos en libertad, donde las fuerzas de seguridad manipulan pruebas y avisan a los terroristas de ETA para que escapen, resulta, por lo menos, sorprendente, escandaloso y preocupante.
Nos parece bien que la Justicia haga pagar por los delitos que se cometen, pero exigimos que se trate a todos por igual, que funcione una justicia igualitaria y sin privilegios, lo que significaría que centenares de alcaldes, concejales, políticos y servidores corruptos del Estado quizás debieran acompañar a Ruiz Mateos en la prisión.
El empresario jerezano ya fue perseguido y expropiado por otro gobierno socialista en 1983, cuando su imperio RUMASA, de más de 700 empresas, le fue expropiado por un presunto "agujero financiero" de varios miles de millones de pesetas.
La familia Ruiz Mateos, a la que la Justicia podría resarcir pronto por aquella expropiación de 1983, logró resurgir y crear en la actualidad una Nueva RUMASA, con más de un centenar de empresas, más de 9.000 trabajadores y una facturación que supera los 700 millones de euros.
Ruiz Mateos ingresa en prisión 24 años después de la injusticia cometida con la expropiación de RUMASA (1983) y 10 años después de ser absuelto por la Audiencia Nacional en sentencia ratificada por el Tribunal Supremo, sin que haya sido compensado económicamente todavía y teniendo cumplidos por tanto cerca de dos años de cárcel injustamente en los 12 ingresos a que fue sometido.
El empresario, su familia y equipo de colaboradores se sienten perseguidos injustamente y alegan que "nuevamente sufre en sus carnes la injusticia cometida al hacer la Audiencia Provincial de Madrid sección 16, que ingresara en la cárcel de Alcalá-Meco, por un delito que no ha podido cometer, pues nunca tuvo cargo alguno en la empresa Mundo Joven, ni participó en su accionariado".
Su equipo jurídico está preparando el recurso de revisión de este caso para lograr su plena absolución. Delito en el que en la propia sentencia reconoce que no hay perjudicados ni responsabilidad civil alguna.
Pese a sus 76 años, y sin que se hayan tenido en cuenta los periodos cumplidos ni las redenciones de condena a que tiene derecho por el caso RUMASA, ha ingresado de nuevo en prisión, sin que el presidente del tribunal dejara que le reconociera el médico forense, y convirtiéndose en el preso más longevo de las cárceles españolas.
Que sea encarcelado José María Ruiz Mateos en un país como España, donde hay miles de políticos curruptos en libertad, donde las fuerzas de seguridad manipulan pruebas y avisan a los terroristas de ETA para que escapen, resulta, por lo menos, sorprendente, escandaloso y preocupante.
Nos parece bien que la Justicia haga pagar por los delitos que se cometen, pero exigimos que se trate a todos por igual, que funcione una justicia igualitaria y sin privilegios, lo que significaría que centenares de alcaldes, concejales, políticos y servidores corruptos del Estado quizás debieran acompañar a Ruiz Mateos en la prisión.
El empresario jerezano ya fue perseguido y expropiado por otro gobierno socialista en 1983, cuando su imperio RUMASA, de más de 700 empresas, le fue expropiado por un presunto "agujero financiero" de varios miles de millones de pesetas.
La familia Ruiz Mateos, a la que la Justicia podría resarcir pronto por aquella expropiación de 1983, logró resurgir y crear en la actualidad una Nueva RUMASA, con más de un centenar de empresas, más de 9.000 trabajadores y una facturación que supera los 700 millones de euros.
Comentarios: