La ambigüedad y la indecisión no ha dado resultados, el proceso no ha procesado ni progresado. No había ni hay resquicio ya lo decíamos. No existía posibilidad alguna. El diálogo exige un intercambio, un sopesar y buscar un acuerdo. En este caso, es imposible, no hay elementos de consenso. Sólo la exigencia dictatorial de la independencia. Ya se sabía, estaba claro, era dar y ceder o la nada. Mientras, la banda se ha rehecho y armado, impone, coacciona, hostiga y amedrenta.
Se dijo que no se debía romper el pacto antiterrorista, suavizar las medidas desde el Gobierno y la Fiscalía y denigrar, hostilizar y aislar al PP. Ahora, R. Zapatero llama a Rajoy; ahora, quiere lograr «el respaldo unánime» de todos los grupos políticos «porque eso es lo que quiere la mayoría de los españoles y es lo que necesita la mayoría de nuestro pueblo», para «la defensa de la convivencia, de la libertad y de la seguridad de todos los ciudadanos»; pero esas mismas razones, no son adventicias, estaban sobre el tapete y en el pensamiento de todos desde el primer momento. Asegura que ETA «ha vuelto a equivocarse», al ir «radicalmente en la dirección contraria al deseo de la sociedad vasca y española», sólo puede recorrerse «el camino de la paz», con la renuncia completa a la violencia. Pero, aquí ha habido muchas equivocaciones.
La situación y la tregua se rompió el día del atentado contra la Terminal T- 4 de Barajas. Desde ahí, se debió de actuar en la defensa común de los valores e instituciones democráticas, en la estricta aplicación del Estado de Derecho, en la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en la cooperación internacional, como era lo normal. No se puede ceder a las amenazas, a los desafíos de ayunos y pulseras y a los chantajes.
Rajoy insistía hoy en que «no se puede negociar con las organizaciones terroristas. Ceder es fortalecerlas; es preciso conseguir la unidad de todos los españoles en la lucha contra ETA «sobre los principios que inspiraron el Pacto por las libertades y contra el terrorismo». «Pidió al gobierno «que rectifique con claridad, certidumbre, seguridad y sin ambigüedad; los terroristas «no van a doblegar nuestra voluntad».
El Gobierno vasco califica el comunicado de broma macabra y la banda argumenta que no se dan las condiciones mínimas para el proceso. ¿Es esto posible? Incluye Cataluña y a todos los políticos en sus objetivos y dice que «sólo aceptará la independencia». Ya se sabía.
Es preciso tomas decisiones urgentes. Cambiar la política que mantiene el fiscal general del Estado, e ilegalizar a los participantes de ANV; todavía se puede. España lo requiere, los ciudadanos lo esperan y necesitan en un momento, en que el alma les corroe por dentro. España estás en vilo. La legislatura se ha agotado, está cumplida. El pueblo pide y exige que se vuelva de aquel talante vacío y pasivo y se venga a la rectificación y a la responsabilidad y autocrítica.
C. V. Mudarra
Se dijo que no se debía romper el pacto antiterrorista, suavizar las medidas desde el Gobierno y la Fiscalía y denigrar, hostilizar y aislar al PP. Ahora, R. Zapatero llama a Rajoy; ahora, quiere lograr «el respaldo unánime» de todos los grupos políticos «porque eso es lo que quiere la mayoría de los españoles y es lo que necesita la mayoría de nuestro pueblo», para «la defensa de la convivencia, de la libertad y de la seguridad de todos los ciudadanos»; pero esas mismas razones, no son adventicias, estaban sobre el tapete y en el pensamiento de todos desde el primer momento. Asegura que ETA «ha vuelto a equivocarse», al ir «radicalmente en la dirección contraria al deseo de la sociedad vasca y española», sólo puede recorrerse «el camino de la paz», con la renuncia completa a la violencia. Pero, aquí ha habido muchas equivocaciones.
La situación y la tregua se rompió el día del atentado contra la Terminal T- 4 de Barajas. Desde ahí, se debió de actuar en la defensa común de los valores e instituciones democráticas, en la estricta aplicación del Estado de Derecho, en la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en la cooperación internacional, como era lo normal. No se puede ceder a las amenazas, a los desafíos de ayunos y pulseras y a los chantajes.
Rajoy insistía hoy en que «no se puede negociar con las organizaciones terroristas. Ceder es fortalecerlas; es preciso conseguir la unidad de todos los españoles en la lucha contra ETA «sobre los principios que inspiraron el Pacto por las libertades y contra el terrorismo». «Pidió al gobierno «que rectifique con claridad, certidumbre, seguridad y sin ambigüedad; los terroristas «no van a doblegar nuestra voluntad».
El Gobierno vasco califica el comunicado de broma macabra y la banda argumenta que no se dan las condiciones mínimas para el proceso. ¿Es esto posible? Incluye Cataluña y a todos los políticos en sus objetivos y dice que «sólo aceptará la independencia». Ya se sabía.
Es preciso tomas decisiones urgentes. Cambiar la política que mantiene el fiscal general del Estado, e ilegalizar a los participantes de ANV; todavía se puede. España lo requiere, los ciudadanos lo esperan y necesitan en un momento, en que el alma les corroe por dentro. España estás en vilo. La legislatura se ha agotado, está cumplida. El pueblo pide y exige que se vuelva de aquel talante vacío y pasivo y se venga a la rectificación y a la responsabilidad y autocrítica.
C. V. Mudarra