El bilingüismo es un bien social y cultural que hay que cuidar como oro en paño y promover cuanto más, mejor; lo que no puede ser, en modo alguno, es un arma arrojadiza. Siempre fue, es y será mejor dominar dos lenguas que una y manejar tres idiomas que dos, pero si la naturaleza nos concedió dos oídos por una sola mui, lo correcto sería que escucháramos, al menos, el doble de lo que hablamos.
Al parecer, Mariano Rajoy no escuchó el miércoles pasado, en Barcelona, lo preceptivo. Si hubiera prestado atención y los oídos en la medida que le correspondía, no hubiera comparado tan injusta como desacertadamente la situación actual del castellano en Catalunya con la del catalán en la España franquista.
El menda lerenda, si fuera Rajoy, se diría a sí mismo, con el ánimo y el propósito de convencerse, así: yo, ya que me apellido Rajoy, y que, como aconteció ayer y ocurrirá mañana, también rajo hoy, tengo que cumplir con el trámite inexcusable y/o la conditio sine qua non de escuchar el doble de lo que tenga pensado largar con mi sin hueso.
Ángel Sáez García
Al parecer, Mariano Rajoy no escuchó el miércoles pasado, en Barcelona, lo preceptivo. Si hubiera prestado atención y los oídos en la medida que le correspondía, no hubiera comparado tan injusta como desacertadamente la situación actual del castellano en Catalunya con la del catalán en la España franquista.
El menda lerenda, si fuera Rajoy, se diría a sí mismo, con el ánimo y el propósito de convencerse, así: yo, ya que me apellido Rajoy, y que, como aconteció ayer y ocurrirá mañana, también rajo hoy, tengo que cumplir con el trámite inexcusable y/o la conditio sine qua non de escuchar el doble de lo que tenga pensado largar con mi sin hueso.
Ángel Sáez García