Hay tantos canallas gobernando el mundo sin tacto ni decencia, tantos mediocres subidos a la cresta del poder y decidiendo sobre la vida ajena, tantos malvados y tiranos disfrazados de demócratas que conducen a sus naciones y pueblos hacia el desastre, que tenemos la necesidad de crear héroes donde no los hay y de convertir en ángeles a los demonios. Ese Mir Hosseis Mussavi por el que tantos jóvenes están muriendo en Irán ¿es un héroe o un demonio disfrazado de redentor?
Las mentes están tan revueltas y tan manipuladas por las mentiras del poder, por los argumentos desquiciantes que fabrica la bien pagada "policía del pensamiento", por la televisión basura y, sobre todo, por la basura mediática, que muchas veces adornamos con cualidades a los que no las tienen y otorgamos atributos nobles a quienes únicamente merecen el desprecio de los ciudadanos.
El hoy líder del cambio en el Irán de los ayatolás, Mir Hossein Mussavi, fue primer ministro de su país entre 1981 y 1989, coincidiendo con la presidencia de Alí Jamenei. Posteriormente se abolió el cargo. Su mandato coincidió con la sangrienta guerra entre el reino de los ayatolás y el Irak de Saddam Hussein. El mismo Mussavi que hoy es aclamado por esos millones de iranies que exigen libertad es el mismo que mandó a la muerte en la guerra contra Irak a cientos de miles de adolescentes bajo el grito de Alláhu Akbar (Allah es Grande).
Todos somos víctimas de espejismos que nublan la mente y desconciertan el intelecto. El lider español Zapatero parecía, cuando llegó al poder, el hijo noble y limpio que todas las madres españolas hubieran querido tener, pero hoy, ya sin máscara, aparece ante millones de españoles como un vulgar mentiroso que conduce con torpeza a su país hacia la derrota y el fracaso. Berlusconi apareció ante los italianos como una opción política clara, sin trucos ni trampas, despues de la terrible frustración causada por los viejos partidos de derecha y de izquierda, corruptos, maquiavélicos y sucios, pero hoy crece la sospecha de que tal vez sea un "putero" con más poder del que puede digerir. Aunque el mulato Obama es todavía una promesa, tras haber sido aupado hasta la Casa Blanca por la esperanza de una nación que sigue creyendo en su destino mesiánico, algunas de sus decisiones le perfilan como una réplica tuneada de George W. Bush.
¿Es Mussavi otro engaño mundial de similar calibre? Es probable que sí.
La amnesia histórica y el Alzheimer político están haciendo estragos en todo el mundo. La gente olvida con rapidez, perdona pecados imperdonables y se ilusiona con sinvergüenzas redomados. La mayoría de las siete mil centrifugadoras de gas con las que los iraníes fabrican plutonio para armar sus bombas atómicas destinadas a Israel y a otros "demonios infieles", y la central de agua pesada no las construyó el odiado y retrógrado Mahmud Ahmadineyad, sino el hoy deseado Mussavi, primer ministro en tiempos de Ali Jamenei, cuya auténtica esencia política probablemente no sea la de un héroe popular que ama la libertad y la democracia sino la de un servidor del régimen teocrático de los ayatolás, miembro de una facción que lucha por el poder y que utiliza sin escrúpulos a las masas para alcanzar sus fines.
Es comprensible que Occidente se emocione al contemplar a tantos jóvenes iranies desafiando el oscurantismo y capaces de morir por sus ideas. En el fondo de su alma, el mundo occidental siente envidia de los combatientes callejeros de Teherán porque en nuestro mundo avanzado y próspero ya no hay sitio para el arrojo, las ideas, los valores y los principios. Incapaces de morir por nada, nos hemos convertido en tenderos avariciosos, muertos de miedo ante la posibilidad de perder nuestra opulencia y privilegios.
Nuestro mundo está tan corrompido y muerto que muchos piensan que quizás nuestro mejor destino sea ser conquistados por gente con ideas y capaz de luchar por algo, que cualquier cosa es preferible a vivir y morir sin ideales ni esperanza, sometidos y lobotomizados por Zapatero y sus huestes de sindicalistas liberados, cobradores de la SGAE, artistas fracasados, amigos del partido y familiares colocados en la Administración y corruptos desenfrenados.
¡Vivan los jóvenes luchadores de Teherán!
Francisco Rubiales
Las mentes están tan revueltas y tan manipuladas por las mentiras del poder, por los argumentos desquiciantes que fabrica la bien pagada "policía del pensamiento", por la televisión basura y, sobre todo, por la basura mediática, que muchas veces adornamos con cualidades a los que no las tienen y otorgamos atributos nobles a quienes únicamente merecen el desprecio de los ciudadanos.
El hoy líder del cambio en el Irán de los ayatolás, Mir Hossein Mussavi, fue primer ministro de su país entre 1981 y 1989, coincidiendo con la presidencia de Alí Jamenei. Posteriormente se abolió el cargo. Su mandato coincidió con la sangrienta guerra entre el reino de los ayatolás y el Irak de Saddam Hussein. El mismo Mussavi que hoy es aclamado por esos millones de iranies que exigen libertad es el mismo que mandó a la muerte en la guerra contra Irak a cientos de miles de adolescentes bajo el grito de Alláhu Akbar (Allah es Grande).
Todos somos víctimas de espejismos que nublan la mente y desconciertan el intelecto. El lider español Zapatero parecía, cuando llegó al poder, el hijo noble y limpio que todas las madres españolas hubieran querido tener, pero hoy, ya sin máscara, aparece ante millones de españoles como un vulgar mentiroso que conduce con torpeza a su país hacia la derrota y el fracaso. Berlusconi apareció ante los italianos como una opción política clara, sin trucos ni trampas, despues de la terrible frustración causada por los viejos partidos de derecha y de izquierda, corruptos, maquiavélicos y sucios, pero hoy crece la sospecha de que tal vez sea un "putero" con más poder del que puede digerir. Aunque el mulato Obama es todavía una promesa, tras haber sido aupado hasta la Casa Blanca por la esperanza de una nación que sigue creyendo en su destino mesiánico, algunas de sus decisiones le perfilan como una réplica tuneada de George W. Bush.
¿Es Mussavi otro engaño mundial de similar calibre? Es probable que sí.
La amnesia histórica y el Alzheimer político están haciendo estragos en todo el mundo. La gente olvida con rapidez, perdona pecados imperdonables y se ilusiona con sinvergüenzas redomados. La mayoría de las siete mil centrifugadoras de gas con las que los iraníes fabrican plutonio para armar sus bombas atómicas destinadas a Israel y a otros "demonios infieles", y la central de agua pesada no las construyó el odiado y retrógrado Mahmud Ahmadineyad, sino el hoy deseado Mussavi, primer ministro en tiempos de Ali Jamenei, cuya auténtica esencia política probablemente no sea la de un héroe popular que ama la libertad y la democracia sino la de un servidor del régimen teocrático de los ayatolás, miembro de una facción que lucha por el poder y que utiliza sin escrúpulos a las masas para alcanzar sus fines.
Es comprensible que Occidente se emocione al contemplar a tantos jóvenes iranies desafiando el oscurantismo y capaces de morir por sus ideas. En el fondo de su alma, el mundo occidental siente envidia de los combatientes callejeros de Teherán porque en nuestro mundo avanzado y próspero ya no hay sitio para el arrojo, las ideas, los valores y los principios. Incapaces de morir por nada, nos hemos convertido en tenderos avariciosos, muertos de miedo ante la posibilidad de perder nuestra opulencia y privilegios.
Nuestro mundo está tan corrompido y muerto que muchos piensan que quizás nuestro mejor destino sea ser conquistados por gente con ideas y capaz de luchar por algo, que cualquier cosa es preferible a vivir y morir sin ideales ni esperanza, sometidos y lobotomizados por Zapatero y sus huestes de sindicalistas liberados, cobradores de la SGAE, artistas fracasados, amigos del partido y familiares colocados en la Administración y corruptos desenfrenados.
¡Vivan los jóvenes luchadores de Teherán!
Francisco Rubiales
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