El "conseller" catalán Josep Huguet, de ERC, acaba de poner en marcha un nuevo "boicot" catalán a productos y servicios españoles al recomendar a sus "paisanos" catalanes que no pasen por el aeropuerto de Madrid - Barajas y que utilicen otros aeropuertos extranjeros para hacer sus escalas.
Después se quejan los catalanes de que somos los españoles los que fomentamos el anticatalanismo y los que alimentamos la política del boicot. Las palabras de Huguet alimentando un nuevo boicot, como en ocasiones anteriores, tendrán como respuesta más boicot a los productos catalanes por parte de españoles indignados ante las provocaciones del nacionalismo descerebrado catalán y costarán a la Cataluña empresarial decenas de millones de euros.
No es fácil entender cómo los empresarios catalanes soportan al frente de su gobierno a insensatos que cada vez que hablan hacen más pobre a Cataluña, salvo que todos estén de acuerdo en que fomentando la pobreza también fomentan el odio a España.
Nosotros, desde "Voto en Blanco" seguimos apoyando el boicot como arma de defensa ciudadana contra el abuso y la indecencia y, además de animar a que se haga una compra selectiva y justa que lleve nuestro dinero a regiones solidarias e igualitarias, nunca a Cataluña, proponemos un nuevo boicot democrático, esta vez al "totalitarismo", que en nuestros días se ha convertido en un producto genuinamente catalán y en un signo de identidad de esa tierra, a juzgar por los contenidos del Estatut y por los comportamientos del gobierno tripartito de Montilla en materia de libertades cívicas, de uso de la lengua y de otros muchos capítulos.
Después se quejan los catalanes de que somos los españoles los que fomentamos el anticatalanismo y los que alimentamos la política del boicot. Las palabras de Huguet alimentando un nuevo boicot, como en ocasiones anteriores, tendrán como respuesta más boicot a los productos catalanes por parte de españoles indignados ante las provocaciones del nacionalismo descerebrado catalán y costarán a la Cataluña empresarial decenas de millones de euros.
No es fácil entender cómo los empresarios catalanes soportan al frente de su gobierno a insensatos que cada vez que hablan hacen más pobre a Cataluña, salvo que todos estén de acuerdo en que fomentando la pobreza también fomentan el odio a España.
Nosotros, desde "Voto en Blanco" seguimos apoyando el boicot como arma de defensa ciudadana contra el abuso y la indecencia y, además de animar a que se haga una compra selectiva y justa que lleve nuestro dinero a regiones solidarias e igualitarias, nunca a Cataluña, proponemos un nuevo boicot democrático, esta vez al "totalitarismo", que en nuestros días se ha convertido en un producto genuinamente catalán y en un signo de identidad de esa tierra, a juzgar por los contenidos del Estatut y por los comportamientos del gobierno tripartito de Montilla en materia de libertades cívicas, de uso de la lengua y de otros muchos capítulos.
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