A Milei le llama drogadicto un ministro español y el responde diciendo «Hay quien tiene una mujer corrupta y se toma 5 días para pensarlo». Sánchez simula sentirse herido e indignado y como todo dictador afirma que se ha ofendido a España. Las relaciones mutuas están en peligro. Irresponsabilidad y obsesión por el poder.
¿Qué es más grave llamar drogadicto a Milei o llamar corrupta a la esposa de Sánchez? Sin duda lo primero, sobre todo porque el ataque es directo al presidente de una nación amiga.
Es mentira lo que dice el ministro español de Exteriores. Milei no ha atacado a España, como afirma. Sólo ha llamado corrupta a la mujer de Sánchez, que ha sido denunciada ante la Justicia por casos de corrupción.. Tampoco hubo ataque a la soberanía de España. Hace días, un ministro de Sánchez llamó drogadicto al presidente argentino y Argentina demostró mesura, sin llamar a su embajador ni abrir conflicto diplomático.
Pero el sanchismo es capaz de todo y su ansia de poder es peligrosa y temeraria. Han abierto una crisis con Argentina porque le conviene a Sánchez, sin que Milei haya ofendido a España o a su soberanía. Como es habitual en el sanchismo, la crisis nace jalonada de mentiras, exageraciones y trucos
Las víctimas de esta crisis, si no se frena y corrige con urgencia, serán muchas: España, Argentina, las empresas españolas radicadas allí y las relaciones con toda la comunidad iberoamericana.
Sánchez le pide a Milei que rectifique y pida disculpas, pero ¿quien ha rectificado o pedido disculpas en España cuando el ministro Oscar Puente llamó drogadicto a Milei?
Desproporción, teatro, mentiras y engaños protagonizados por gente irresponsable y enfermiza por su desmedida afición al poder.
Sánchez, en realidad, se siente feliz porque Milei le ha proporcionado el argumento que necesitaba para enardecer a la izquierda, movilizarla e impedir así la derrota que se esperaba en las elecciones europeas del 9 de junio.
Todo vale para el sanchismo con tal de conservar el poder.
La sobreactuación española es frívola, está cargada de irresponsabilidad y puede costar caro a los dos países, pero Sánchez, gracias a ese incidente, podrá exaltar y llenar de odio a sus huestes, que es su objetivo primordial.
Francisco Rubiales
Es mentira lo que dice el ministro español de Exteriores. Milei no ha atacado a España, como afirma. Sólo ha llamado corrupta a la mujer de Sánchez, que ha sido denunciada ante la Justicia por casos de corrupción.. Tampoco hubo ataque a la soberanía de España. Hace días, un ministro de Sánchez llamó drogadicto al presidente argentino y Argentina demostró mesura, sin llamar a su embajador ni abrir conflicto diplomático.
Pero el sanchismo es capaz de todo y su ansia de poder es peligrosa y temeraria. Han abierto una crisis con Argentina porque le conviene a Sánchez, sin que Milei haya ofendido a España o a su soberanía. Como es habitual en el sanchismo, la crisis nace jalonada de mentiras, exageraciones y trucos
Las víctimas de esta crisis, si no se frena y corrige con urgencia, serán muchas: España, Argentina, las empresas españolas radicadas allí y las relaciones con toda la comunidad iberoamericana.
Sánchez le pide a Milei que rectifique y pida disculpas, pero ¿quien ha rectificado o pedido disculpas en España cuando el ministro Oscar Puente llamó drogadicto a Milei?
Desproporción, teatro, mentiras y engaños protagonizados por gente irresponsable y enfermiza por su desmedida afición al poder.
Sánchez, en realidad, se siente feliz porque Milei le ha proporcionado el argumento que necesitaba para enardecer a la izquierda, movilizarla e impedir así la derrota que se esperaba en las elecciones europeas del 9 de junio.
Todo vale para el sanchismo con tal de conservar el poder.
La sobreactuación española es frívola, está cargada de irresponsabilidad y puede costar caro a los dos países, pero Sánchez, gracias a ese incidente, podrá exaltar y llenar de odio a sus huestes, que es su objetivo primordial.
Francisco Rubiales
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