Nunca en la Historia se ha robado tanto desde el poder, ni se han pagado tantos impuestos a los poderosos; nunca han existido gobiernos tan codiciosos y usureros como los nuestros; nunca el pueblo estuvo tan saqueado y esquilmado por los que gobiernan, ni siquiera en el Medioevo, ni en el Imperio Romano, ni en el Egipto faraónico. Los políticos de la falsa democracia española son los más depredadores y codiciosos de nuestra Historia. Por eso están siendo barridos en las urnas por la ciudadanía cabreada e indignada. Son hipócritas que han asesinado el Estado de Bienestar para construir su propio bienestar, de uso exclusivo para la clase política.
La izquierda, que recibió el apoyo masivo de los ciudadanos hace un siglo porque prometía justicia, igualdad y poder popular, está hundiéndose por todas partes y desapareciendo. Los partidos socialistas se extinguen, abandonados por el pueblo. No inventéis diagnósticos raros y asumid que la izquierda se hace añicos porque se ha convertido en una banda de ladrones de impuestos injustificados, en constructores de un Estado tan grueso y seboso como inútil e ineficaz. No os lo creéis, pero el dinero, donde más produce y más riqueza crea es en el bolsillo de los ciudadanos, que lo invierten y lo usan para ser más felices, consumir y reactivar la economía y el empleo. Vosotros, en lugar de crear riqueza, la aplastáis con vuestros impuestos, con vuestra burocracia y con ese intervencionismo que delata vuestra ambición y codicia.
Hoy, en Andalucía, no so vota sólo por los socialistas o por la derecha, por mantener el régimen o por sustituirlo, sino por seguir siendo esclavos del gobierno o por tomar el camino de las libertades y la justicia. La de hoy es una de las últimas oportunidades que nos concede la Historia para imponer la cordura en una sistema que es demasiado tiránico, aunque el peso de la tiranía no se perciba con la brutalidad del pasado, quizás porque el poder ha aprendido a esconder su maldad y en lugar de reprimir adoctrina, desinforma, confunde, adormece, esclaviza y saquea con anestesia.
Hay impuestos tan injustos que dan asco. El del patrimonio es uno de ellos pero el peor y más sucio es el de Sucesiones y Donaciones, que obliga a pagar a los que heredan o reciben los ahorros de sus padres. Estos políticos son tan avarientos y desalmados que roban todo lo que pueden, eso sí, legalmente, porque tienen el poder y el descaro para aprobar leyes que sólo les benefician a ellos.
El robo de la clase política a los ciudadanos es de una crueldad y una injusticia tremendas porque los políticos lo imponen para que ellos puedan financiar sus caprichos, lujos y privilegios, sin que sea verdad eso de que se utilizan para pagar los servicios básicos que presta el Estado. Si sólo prescindieran de la mitad de sus lujos y privilegios y si cerraran los miles de chiringuitos que han abierto para colocar a sus familiares y amigos, si dejaran de pagar sueldos a los más de 300.000 políticos que sobran en España, se podrían eliminar la mitad de los impuestos, asegurar las pensiones y garantizar servicios de calidad. Pero eso a vosotros no os interesa, porque ni os interesa el pueblo, ni os interesa la felicidad de los ciudadanos.
Si al menos fuerais decentes y fiables, quizás podríamos guardar silencio ante vuestros abusos, pero estáis atiborrados de corrupción y sois incapaces de justificar vuestros patrimonios. Habéis convertido la política en un oficio de piratas. Los ciudadanos recelan de vuestra catadura moral y temen que las instituciones y personas que cobran los impuestos puedan robar la recaudación, como ha ocurrido en Andalucía, donde el dinero de los desempleados ha sido empleados por los políticos para pagar prostitutas y drogas.
Debería daros vergüenza que un conjunto de ciudadanos, unidos en la plataforma andaluza que lucha contra el impuesto de Sucesiones (STOP Impuesto de Sucesiones) haya tenido que denunciar a España ante la Comisión Europea por el cobro de ese tributo, demostrando con argumentos contundentes y sólidos que es inconstitucional y que viola los derechos humanos y los tratados fundacionales de la Unión Europea. También debería avergonzaros que el pueblo se alce contra el fisco injusto y depredador de España, empeñado en cobrar el impuesto de sucesiones sin piedad, sin contemplaciones, a sabiendas de que es injusto, cruel, inconstitucional y vergonzoso, producto de la avaricia de los políticos y de la insensatez que representa que en España existan y convivan 20 sistemas fiscales distintos y que se pague más o menos impuestos según la comunidad donde se habite.
Al final tendrá que ser, una vez más, la justicia europea la que os corrija y os condene, ya que sois incapaces de regeneraros y de caminar por la senda de la justicia y el bien común. Ni siquiera las protestas del pueblo os hacen mella porque vuestra arrogancia os lleva a considerar al ciudadano como un vulgar esclavo del Estado que vosotros domináis.
Francisco Rubiales
La izquierda, que recibió el apoyo masivo de los ciudadanos hace un siglo porque prometía justicia, igualdad y poder popular, está hundiéndose por todas partes y desapareciendo. Los partidos socialistas se extinguen, abandonados por el pueblo. No inventéis diagnósticos raros y asumid que la izquierda se hace añicos porque se ha convertido en una banda de ladrones de impuestos injustificados, en constructores de un Estado tan grueso y seboso como inútil e ineficaz. No os lo creéis, pero el dinero, donde más produce y más riqueza crea es en el bolsillo de los ciudadanos, que lo invierten y lo usan para ser más felices, consumir y reactivar la economía y el empleo. Vosotros, en lugar de crear riqueza, la aplastáis con vuestros impuestos, con vuestra burocracia y con ese intervencionismo que delata vuestra ambición y codicia.
Hoy, en Andalucía, no so vota sólo por los socialistas o por la derecha, por mantener el régimen o por sustituirlo, sino por seguir siendo esclavos del gobierno o por tomar el camino de las libertades y la justicia. La de hoy es una de las últimas oportunidades que nos concede la Historia para imponer la cordura en una sistema que es demasiado tiránico, aunque el peso de la tiranía no se perciba con la brutalidad del pasado, quizás porque el poder ha aprendido a esconder su maldad y en lugar de reprimir adoctrina, desinforma, confunde, adormece, esclaviza y saquea con anestesia.
Hay impuestos tan injustos que dan asco. El del patrimonio es uno de ellos pero el peor y más sucio es el de Sucesiones y Donaciones, que obliga a pagar a los que heredan o reciben los ahorros de sus padres. Estos políticos son tan avarientos y desalmados que roban todo lo que pueden, eso sí, legalmente, porque tienen el poder y el descaro para aprobar leyes que sólo les benefician a ellos.
El robo de la clase política a los ciudadanos es de una crueldad y una injusticia tremendas porque los políticos lo imponen para que ellos puedan financiar sus caprichos, lujos y privilegios, sin que sea verdad eso de que se utilizan para pagar los servicios básicos que presta el Estado. Si sólo prescindieran de la mitad de sus lujos y privilegios y si cerraran los miles de chiringuitos que han abierto para colocar a sus familiares y amigos, si dejaran de pagar sueldos a los más de 300.000 políticos que sobran en España, se podrían eliminar la mitad de los impuestos, asegurar las pensiones y garantizar servicios de calidad. Pero eso a vosotros no os interesa, porque ni os interesa el pueblo, ni os interesa la felicidad de los ciudadanos.
Si al menos fuerais decentes y fiables, quizás podríamos guardar silencio ante vuestros abusos, pero estáis atiborrados de corrupción y sois incapaces de justificar vuestros patrimonios. Habéis convertido la política en un oficio de piratas. Los ciudadanos recelan de vuestra catadura moral y temen que las instituciones y personas que cobran los impuestos puedan robar la recaudación, como ha ocurrido en Andalucía, donde el dinero de los desempleados ha sido empleados por los políticos para pagar prostitutas y drogas.
Debería daros vergüenza que un conjunto de ciudadanos, unidos en la plataforma andaluza que lucha contra el impuesto de Sucesiones (STOP Impuesto de Sucesiones) haya tenido que denunciar a España ante la Comisión Europea por el cobro de ese tributo, demostrando con argumentos contundentes y sólidos que es inconstitucional y que viola los derechos humanos y los tratados fundacionales de la Unión Europea. También debería avergonzaros que el pueblo se alce contra el fisco injusto y depredador de España, empeñado en cobrar el impuesto de sucesiones sin piedad, sin contemplaciones, a sabiendas de que es injusto, cruel, inconstitucional y vergonzoso, producto de la avaricia de los políticos y de la insensatez que representa que en España existan y convivan 20 sistemas fiscales distintos y que se pague más o menos impuestos según la comunidad donde se habite.
Al final tendrá que ser, una vez más, la justicia europea la que os corrija y os condene, ya que sois incapaces de regeneraros y de caminar por la senda de la justicia y el bien común. Ni siquiera las protestas del pueblo os hacen mella porque vuestra arrogancia os lleva a considerar al ciudadano como un vulgar esclavo del Estado que vosotros domináis.
Francisco Rubiales
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