Los grupos de Roures y los de Polanco se han enzarzado en encarnizada batalla; espinosas aristas de rabia saltan por el control del fútbol. No ha tardado este de la PRISA en perder su hegemonía. Aquella que aupó el 11-M al PSOE y lo sostuvo con tergiversaciones noticieras y con motivaciones instiladas en mentes y conciencias desde su extenso aparato mediático. Apoyo que no ha sabido crearse y alimentar el confiado PP.
El diario 'El País', pronto al lance, ya ayer, desenvainó afiladas espadas que, en hostil revés, puso en la garganta de su adversario futbolístico. En encendido artículo dice J. Pérez de Albéniz: “Fuego amigo desde el entorno presidencial. Un grupo de amigos de Zapatero, al frente de La Sexta y Mediapro, enconan la guerra del fútbol". La guerra había estallado hace tiempo, se trataba de una declaración de intenciones: no haremos prisioneros, Ni aunque sean socialistas. Es posible que estemos presenciando el momento más bajo en la historia de 'El País'. La razón es muy sencilla: desempolvar una información para amenazar a un gobierno es una cosa muy fea. Y digo desempolvar porque las noticias tienen fecha de caducidad: la página que publicaba ese diario (la 39) no contenía informaciones recientes o novedosas. El 90% de lo que se contaba sobre Zapatero, sus amistades y el reparto del bacalao televisivo —las nuevas cadenas—, son asuntos bien conocidos por los que se dedican de una manera u otra al negocio de la comunicación. Bien conocidos y bien ignorados.Entonces, ¿a cuento de qué escandalizarse a estar alturas y convertir en noticia a toda página algo ya sabido y aparentemente aceptado? Por una razón muy sencilla, que incluía el propio texto de 'El País': "En las dos últimas semanas, Sogecable ha caído en bolsa un 5,5%".
Sogecable y Mediapro, Cuatro y La Sexta, empresas intrínsecamente afines al PSOE, han convivido sin problemas durante toda su existencia. Nada hacía prever enfrentamientos fraticidas. Pero llegó Roures con su fútbol y su nuevo periódico, 'Público'. Ahora resulta que Cebrián no soporta a Zapatero. Y que Felipe González es un referente en el socialismo moderno. Y que el Gobierno augura, de momento a micrófono cerrado, buenos tiempos para 'Público' y malos para 'El País'. Y que 'El País' descubre, a unos meses de las elecciones, que el gobierno no ha hecho bien las cosas. Y lo cuenta cada día en portada...” (Blog El DESCODIFICADOR)
En las empresas, manda don dinero. El bollo es primero que la ideología. 'El País' rama de PRISA, no quiere perder la savia de sus intereses, por lo que ataca al Gobierno con historias manidas. Los poderosos caen, la decadencia sobreviene, todo es transitorio, “omne mutabile est”. Son las contradicciones del poder y las trágicas tenebrosidades de los influyentes. Los anchos frentes de PRISA se paralizan en su esclerosis, ya no hay polancos que crucen el Rubicón. El mismo Aznar no supo esquivar su poder, y, por lo mismo, ni crear y formar su propio grupo mediático en apoyo de su proyecto político. El Goliat Prisa se ha encontrado hoy con la honda hostil del David de La Sexta, que apunta el guijarro a su frente. Si le acierta, la hegemonía polanquista de la izquierda quedará tendida en el rastrojo, máxime cuando su debilidad viene decretada por prurito del yahvé de la Moncloa. Las arrogancias y los privilegios, sin el amparo de los dioses, terminan y sucumben.
ZP mudando sus huestes, ha tornado su benignidad hacia las vanguardias catalanas. Roures, hombre de adornos jesuíticos, no ajeno a Convergencia, se mueve bien en las estepas centristas de los medios socialdemócratas. Todos saben que no se pueden perder los reclamos televisivos; hoy, son vitales para ganar las elecciones. La fuerza de la libertad la tiene quien domina la Prensa; él y sus mesnadas lo saben bien con sus polancos, que tantos favores les ha reportado en ascensos y ganancias.
Camilo Valverde
El diario 'El País', pronto al lance, ya ayer, desenvainó afiladas espadas que, en hostil revés, puso en la garganta de su adversario futbolístico. En encendido artículo dice J. Pérez de Albéniz: “Fuego amigo desde el entorno presidencial. Un grupo de amigos de Zapatero, al frente de La Sexta y Mediapro, enconan la guerra del fútbol". La guerra había estallado hace tiempo, se trataba de una declaración de intenciones: no haremos prisioneros, Ni aunque sean socialistas. Es posible que estemos presenciando el momento más bajo en la historia de 'El País'. La razón es muy sencilla: desempolvar una información para amenazar a un gobierno es una cosa muy fea. Y digo desempolvar porque las noticias tienen fecha de caducidad: la página que publicaba ese diario (la 39) no contenía informaciones recientes o novedosas. El 90% de lo que se contaba sobre Zapatero, sus amistades y el reparto del bacalao televisivo —las nuevas cadenas—, son asuntos bien conocidos por los que se dedican de una manera u otra al negocio de la comunicación. Bien conocidos y bien ignorados.Entonces, ¿a cuento de qué escandalizarse a estar alturas y convertir en noticia a toda página algo ya sabido y aparentemente aceptado? Por una razón muy sencilla, que incluía el propio texto de 'El País': "En las dos últimas semanas, Sogecable ha caído en bolsa un 5,5%".
Sogecable y Mediapro, Cuatro y La Sexta, empresas intrínsecamente afines al PSOE, han convivido sin problemas durante toda su existencia. Nada hacía prever enfrentamientos fraticidas. Pero llegó Roures con su fútbol y su nuevo periódico, 'Público'. Ahora resulta que Cebrián no soporta a Zapatero. Y que Felipe González es un referente en el socialismo moderno. Y que el Gobierno augura, de momento a micrófono cerrado, buenos tiempos para 'Público' y malos para 'El País'. Y que 'El País' descubre, a unos meses de las elecciones, que el gobierno no ha hecho bien las cosas. Y lo cuenta cada día en portada...” (Blog El DESCODIFICADOR)
En las empresas, manda don dinero. El bollo es primero que la ideología. 'El País' rama de PRISA, no quiere perder la savia de sus intereses, por lo que ataca al Gobierno con historias manidas. Los poderosos caen, la decadencia sobreviene, todo es transitorio, “omne mutabile est”. Son las contradicciones del poder y las trágicas tenebrosidades de los influyentes. Los anchos frentes de PRISA se paralizan en su esclerosis, ya no hay polancos que crucen el Rubicón. El mismo Aznar no supo esquivar su poder, y, por lo mismo, ni crear y formar su propio grupo mediático en apoyo de su proyecto político. El Goliat Prisa se ha encontrado hoy con la honda hostil del David de La Sexta, que apunta el guijarro a su frente. Si le acierta, la hegemonía polanquista de la izquierda quedará tendida en el rastrojo, máxime cuando su debilidad viene decretada por prurito del yahvé de la Moncloa. Las arrogancias y los privilegios, sin el amparo de los dioses, terminan y sucumben.
ZP mudando sus huestes, ha tornado su benignidad hacia las vanguardias catalanas. Roures, hombre de adornos jesuíticos, no ajeno a Convergencia, se mueve bien en las estepas centristas de los medios socialdemócratas. Todos saben que no se pueden perder los reclamos televisivos; hoy, son vitales para ganar las elecciones. La fuerza de la libertad la tiene quien domina la Prensa; él y sus mesnadas lo saben bien con sus polancos, que tantos favores les ha reportado en ascensos y ganancias.
Camilo Valverde
Comentarios: