Han escandalizado a los españoles y a al mundo exaltando la corrupción, la delincuencia política y el abuso de poder. A España le han dado un baño de angustia y de miedo al futuro.
Un Sánchez asediado por la corrupción anuncia un infierno para España: se presentará como candidato en 2027, condenando a España y al mundo a sufrir más corrupción, tiranía y decadencia: «He dudado si dar un paso atrás», dijo en el Congreso socialista de Sevilla.
El congreso socialista de Sevilla ha superado las peores previsiones de sumisión al líder, insolencia y ausencia de autocrítica. No hubo debate, sino loas al líder Sánchez, un ser asediado por el delito y la Justicia, y victimismo. Un periodista latinoamericano lo define así: "No es un Congreso, sino un cónclave de remamahuevos".
Los socialistas se han lanzado a la garganta de España y contra todos. El congreso socialista ha golpeado a los jueces, a los periodistas críticos, a la oposición, a los librepensadores y a las personas decentes que sueñan con la regeneración de España.
Ha sido un Congreso desolador, un contubernio de corruptos que emputece la política, sin debate y con miedo a la cárcel y a que se les acabe el banquete.
Los medios independientes condenan el Congreso como una orgía victimista, una fiesta del onanismo, un canto a la resistencia, un espectáculo a la búlgara y la gran vergüenza sanchista.
Sánchez, en el Congreso, ha inundado España con otra DANA como la de Valencia, pero en lugar de barro y agua, nos ha arrojado mierda y desesperación.
El sanchismo, asustado ante sus propios delitos, cierra filas y en lugar de rectificar ha degollado la esperanza y la decencia, ha rendido homenaje a los condenados por los ERES y ha paseado a la imputada Begoña por el salón, entre aplausos y vítores. descarado y borracho de poder.
Es evidente que el congreso de Sevilla ha sido una reacción histérica y de pánico ante los escándalos que cercan al PSOE y a La Moncloa, que no han parado de multiplicarse en los últimos meses y que dibujan un partido con un pie en los tribunales y el otro en la cárcel.
Este Congreso pasará a la historia como el de la ignominia y la borrachera desesperada de un sanchismo que ha decidido abrazar la corrupción y la delincuencia como estilos de gobierno. El PSOE, de tanto aliarse para gobernar con lo peor de España, con la escoria golpista catalana, llena de odio, y con los herederos del terrorismo, todos ellos soñando con destruir España, se ha contagiado y convertido en el "peor de los peores".
¡Que Dios salve a España y la libre del sanchismo!
Francisco Rubiales
Un Sánchez asediado por la corrupción anuncia un infierno para España: se presentará como candidato en 2027, condenando a España y al mundo a sufrir más corrupción, tiranía y decadencia: «He dudado si dar un paso atrás», dijo en el Congreso socialista de Sevilla.
El congreso socialista de Sevilla ha superado las peores previsiones de sumisión al líder, insolencia y ausencia de autocrítica. No hubo debate, sino loas al líder Sánchez, un ser asediado por el delito y la Justicia, y victimismo. Un periodista latinoamericano lo define así: "No es un Congreso, sino un cónclave de remamahuevos".
Los socialistas se han lanzado a la garganta de España y contra todos. El congreso socialista ha golpeado a los jueces, a los periodistas críticos, a la oposición, a los librepensadores y a las personas decentes que sueñan con la regeneración de España.
Ha sido un Congreso desolador, un contubernio de corruptos que emputece la política, sin debate y con miedo a la cárcel y a que se les acabe el banquete.
Los medios independientes condenan el Congreso como una orgía victimista, una fiesta del onanismo, un canto a la resistencia, un espectáculo a la búlgara y la gran vergüenza sanchista.
Sánchez, en el Congreso, ha inundado España con otra DANA como la de Valencia, pero en lugar de barro y agua, nos ha arrojado mierda y desesperación.
El sanchismo, asustado ante sus propios delitos, cierra filas y en lugar de rectificar ha degollado la esperanza y la decencia, ha rendido homenaje a los condenados por los ERES y ha paseado a la imputada Begoña por el salón, entre aplausos y vítores. descarado y borracho de poder.
Es evidente que el congreso de Sevilla ha sido una reacción histérica y de pánico ante los escándalos que cercan al PSOE y a La Moncloa, que no han parado de multiplicarse en los últimos meses y que dibujan un partido con un pie en los tribunales y el otro en la cárcel.
Este Congreso pasará a la historia como el de la ignominia y la borrachera desesperada de un sanchismo que ha decidido abrazar la corrupción y la delincuencia como estilos de gobierno. El PSOE, de tanto aliarse para gobernar con lo peor de España, con la escoria golpista catalana, llena de odio, y con los herederos del terrorismo, todos ellos soñando con destruir España, se ha contagiado y convertido en el "peor de los peores".
¡Que Dios salve a España y la libre del sanchismo!
Francisco Rubiales
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