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La sustancial bajada de impuestos prometida por el Partido Popular, que beneficia sustancialmente a los mileuristas y a las clases medias, deja al PSOE contra las cuerdas y desmiente la patraña de que la derecha crea riqueza, mientras que la izquierda la reparte.
La promesa electoral del PP, según la cual todo el que gane menos de 16.000 euros al año no tendrá que pagar y ni siquiera tendrá retenciones del IRPF, sorprende al electorado porque muestra a una derecha más osada y generosa que la izquierda a la hora de repartir la riqueza.
El PSOE está desquiciado y presiona a Solbes para que lance una contrapropuesta creible. Sin embargo, el reto parece imposible para un PSOE demasiado gastoso y maniroto que ya dedica gran parte de los impuestos a cuidar sus caladeros electorales y a incrementar el clientelismo.
La única manera que tiene el PSOE de contrarrestar el dasafío del PP es esquilmando a las clases medias españolas y a los ricos, pero los socialistas saben que esa ruta les lleva al desastre porque los profesionales y los millonarios son los que crean opinión e influyen más en la opinión pública española.
Los expertos del PP creen que los mileuristas son los que decidirán quien gobernará España los próximos cuatro años. Los del PSOE también lo saben e intentarán confundirlos para que no tomen partido por la derecha.
Los mileuristas son una masa creciente en España, una especie de nueva clase resentida, que se siente maltratada porque vive rodeada de opulencia, pero sin catarla. Está integrada por jóvenes que acceden al mercado de trabajo, por los antiguos proletarios malpagados y por las oleadas de inmigrantes que han logrado insertarse en la economía española.
El principal problema para el PP es que el grado de control de la información que ejerce el gobierno en España es tan brutal que es posible que los mileuristas no lleguen a enterarse de que quien les beneficia no es la izquierda sino la derecha. Los medios sometidos al pensamiento dominante guardan silencio sobre la propuesta de la derecha, mientras que los mentirosos oficiales del régimen, desde LLamazares a Pepiño Blanco, ya han comenzado a rociar España con la mentira de que "la reforma del PP sólo beneficia a los ricos", una cantinela falsa e injusta que en el pasado siempre funcionó entre las masas crédulas e incultas.
La promesa electoral del PP, según la cual todo el que gane menos de 16.000 euros al año no tendrá que pagar y ni siquiera tendrá retenciones del IRPF, sorprende al electorado porque muestra a una derecha más osada y generosa que la izquierda a la hora de repartir la riqueza.
El PSOE está desquiciado y presiona a Solbes para que lance una contrapropuesta creible. Sin embargo, el reto parece imposible para un PSOE demasiado gastoso y maniroto que ya dedica gran parte de los impuestos a cuidar sus caladeros electorales y a incrementar el clientelismo.
La única manera que tiene el PSOE de contrarrestar el dasafío del PP es esquilmando a las clases medias españolas y a los ricos, pero los socialistas saben que esa ruta les lleva al desastre porque los profesionales y los millonarios son los que crean opinión e influyen más en la opinión pública española.
Los expertos del PP creen que los mileuristas son los que decidirán quien gobernará España los próximos cuatro años. Los del PSOE también lo saben e intentarán confundirlos para que no tomen partido por la derecha.
Los mileuristas son una masa creciente en España, una especie de nueva clase resentida, que se siente maltratada porque vive rodeada de opulencia, pero sin catarla. Está integrada por jóvenes que acceden al mercado de trabajo, por los antiguos proletarios malpagados y por las oleadas de inmigrantes que han logrado insertarse en la economía española.
El principal problema para el PP es que el grado de control de la información que ejerce el gobierno en España es tan brutal que es posible que los mileuristas no lleguen a enterarse de que quien les beneficia no es la izquierda sino la derecha. Los medios sometidos al pensamiento dominante guardan silencio sobre la propuesta de la derecha, mientras que los mentirosos oficiales del régimen, desde LLamazares a Pepiño Blanco, ya han comenzado a rociar España con la mentira de que "la reforma del PP sólo beneficia a los ricos", una cantinela falsa e injusta que en el pasado siempre funcionó entre las masas crédulas e incultas.