Las quejas de los españoles al Defensor del Pueblo se han disparado, lo que demuestra que los ciudadanos se sienten maltratados por los poderes públicos. En 2008 hubo un 41 por ciento más de reclamaciones ciudadanas que el año anterior, lo que indica también que el deterioro de la política, la degeneración de la democracia y el desprestigio de los dirigentes políticos españoles empiezan a reflejarse en forma de descontento y protesta ciudadana.
El propio efensor del pueblo, Enrique Múgica, ha reconocido que si las quejas han aumentado este año es porque la gente se siente cada vez más maltratada.
La corrupción, la arrogancia y la ineficiencia del poder político y, sobre todo, el mal gobierno generalizado están detrás de las quejas, muchas de las cuales se refieren a la Justicia, a la policía, a la falta de equidad, a la arbitrariedad de las administraciones, a la administración de Hacienda y a la Educación, pero no faltan quejas por la inseguridad ciudadana e, incluso, por la práctica de la censura y la marginación de los que no comulgan con la cultura política dominante.
El propio efensor del pueblo, Enrique Múgica, ha reconocido que si las quejas han aumentado este año es porque la gente se siente cada vez más maltratada.
La corrupción, la arrogancia y la ineficiencia del poder político y, sobre todo, el mal gobierno generalizado están detrás de las quejas, muchas de las cuales se refieren a la Justicia, a la policía, a la falta de equidad, a la arbitrariedad de las administraciones, a la administración de Hacienda y a la Educación, pero no faltan quejas por la inseguridad ciudadana e, incluso, por la práctica de la censura y la marginación de los que no comulgan con la cultura política dominante.
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