El actual presidente del gobierno español ha contraido graves deudas de responsabilidad con España al haber impulsado personalmente una política que conduce a la sociedad española hacia la disgregación y la sitúa en una seria crisis de convivencia.
Zapatero lleva tres años y medio dándole cuerda a los que quieren romper España. Tras declarar que el concepto de nación es discutido y discutible, abrió la veda para que los que odian a España la dinamiten.
Por mucho que él y sus adláteres lo intenten justificar, un partido político que pacta con otros partidos que odian al Estado y rechazan la Constitución, como ha hecho el PSOE conducido por Zapatero, pierde la decencia y la legitimidad ante los auténticos demócratas.
ZP derogó la ley que aprobó el PP para penalizar la convocatoria ilegal de un referendum como el que ahora ha convocado el vasco Ibarretxe.
Ha creado la ilusión mentirosa de que puede haber nacionalismo demócrata y progresista. El nacionalismo es una ideología reaccionaria y antidemocrática que se basa en las diferencias entre unos y otros y en la reivindicación permanente, cuando la democracia pone su énfasis en la igualdad y la convivencia armónica.
Ha cometido el error fatal de pactar la política de Estado con quienes no creen en el Estado.
Al gobernar con independentistas en Galicia y Cataluña y al necesitar los votos del PNV para votar los presupuestos del Estado, ha convertido a su partido, el PSOE, y a su gobierno en rehenes de los nacionalistas y está incapacitado para defender la Constitución y los principios democráticos frente a sus "socios".
Zapatero lleva tres años y medio dándole cuerda a los que quieren romper España. Tras declarar que el concepto de nación es discutido y discutible, abrió la veda para que los que odian a España la dinamiten.
Por mucho que él y sus adláteres lo intenten justificar, un partido político que pacta con otros partidos que odian al Estado y rechazan la Constitución, como ha hecho el PSOE conducido por Zapatero, pierde la decencia y la legitimidad ante los auténticos demócratas.
ZP derogó la ley que aprobó el PP para penalizar la convocatoria ilegal de un referendum como el que ahora ha convocado el vasco Ibarretxe.
Ha creado la ilusión mentirosa de que puede haber nacionalismo demócrata y progresista. El nacionalismo es una ideología reaccionaria y antidemocrática que se basa en las diferencias entre unos y otros y en la reivindicación permanente, cuando la democracia pone su énfasis en la igualdad y la convivencia armónica.
Ha cometido el error fatal de pactar la política de Estado con quienes no creen en el Estado.
Al gobernar con independentistas en Galicia y Cataluña y al necesitar los votos del PNV para votar los presupuestos del Estado, ha convertido a su partido, el PSOE, y a su gobierno en rehenes de los nacionalistas y está incapacitado para defender la Constitución y los principios democráticos frente a sus "socios".
Comentarios: