De las cuatro medidas para fortalecer su poder y dominio, ninguna es tan sorprendente y escandalosa como el control de los medios para difundir ideas, mentiras y versiones interesadas del acontecer, siempre al servicio del gobierno y de la ideología de izquierda.
Millones de personas están expuestas a los medios manipulados de Pedro Sánchez y las élites de la izquierda radical todos los días, lo que configura la audiencia manipulada más grande de la historia de España y una de las más férreas y potentes del mundo.
Tanto la mayoría de las televisiones y periódicos, como las redes sociales (cada vez más censuradas y controladas por la izquierda radical), defienden la acción del gobierno, ocultan sus errores y fallos, boicotean a la oposición, lanzan propaganda abortista y LGTB, atacan la libertad religiosa y a los creyentes, normalizan la ideología de género y el adoctrinamiento de género en los niños y emiten sin cortapisas todo tipo de mensajes contra la familia.
Los videos y publicaciones empapados de ideología abortista y LGTB corren como la pólvora en las redes sociales, con millones de visitas.
Simultáneamente, funciona una censura persistente y sofisticada contra los que denunciamos el comportamiento del poder y el peligro en que se encuentra la democracia española. Esa censura, cada día más intensa, consigue ya el cierre de algunos medios críticos y el acoso a los ciudadanos que defienden la libertad, la democracia, la justicia y otros valores de la democracia.
Pedro Sánchez es el instigador en España de la poderosa maquinaria mediática de la izquierda radical, el líder de facto de la extrema izquierda abortista, antifamilia y laicista que altera la democracia y deteriora las libertades y derechos.
El fenómeno no es genuinamente español, sino que se extiendo por todo el mundo, impulsado por una izquierda que cree haber encontrado una nueva ruta infalible hacia el poder a través de la propagación del miedo, la defensa del feminismo, el abortismo, los grupos LGTBI, los okupas y otros grupos marginados, además de una sistemática destrucción de las clases medias, de la calidad de la enseñanza y de la capacidad crítica y de pensamiento libre. Sin embargo, en países de profunda tradición democrática con sociedades cultas, prósperas y amantes de la libertad, la izquierda, libre de influencias radicales comunistas, se mantiene en los cauces de las democracias.
Esta es la esencia del presente, una realidad inquietante y altamente peligrosa que pocos perciben porque está siendo disimulada y ocultada gracias a la complicidad y colaboración activo de la más imponente maquinaria mediática organizada en la Historia en defensa de una ideología y de una opción de poder.
La única esperanza frente a ese colosal atentado contra las libertades y derechos conquistados por la Humanidad es la resistencia, un movimiento creciente de ciudadanos libres y de organizaciones que han decidido oponerse a la nueva tiranía.
Francisco Rubiales
Millones de personas están expuestas a los medios manipulados de Pedro Sánchez y las élites de la izquierda radical todos los días, lo que configura la audiencia manipulada más grande de la historia de España y una de las más férreas y potentes del mundo.
Tanto la mayoría de las televisiones y periódicos, como las redes sociales (cada vez más censuradas y controladas por la izquierda radical), defienden la acción del gobierno, ocultan sus errores y fallos, boicotean a la oposición, lanzan propaganda abortista y LGTB, atacan la libertad religiosa y a los creyentes, normalizan la ideología de género y el adoctrinamiento de género en los niños y emiten sin cortapisas todo tipo de mensajes contra la familia.
Los videos y publicaciones empapados de ideología abortista y LGTB corren como la pólvora en las redes sociales, con millones de visitas.
Simultáneamente, funciona una censura persistente y sofisticada contra los que denunciamos el comportamiento del poder y el peligro en que se encuentra la democracia española. Esa censura, cada día más intensa, consigue ya el cierre de algunos medios críticos y el acoso a los ciudadanos que defienden la libertad, la democracia, la justicia y otros valores de la democracia.
Pedro Sánchez es el instigador en España de la poderosa maquinaria mediática de la izquierda radical, el líder de facto de la extrema izquierda abortista, antifamilia y laicista que altera la democracia y deteriora las libertades y derechos.
El fenómeno no es genuinamente español, sino que se extiendo por todo el mundo, impulsado por una izquierda que cree haber encontrado una nueva ruta infalible hacia el poder a través de la propagación del miedo, la defensa del feminismo, el abortismo, los grupos LGTBI, los okupas y otros grupos marginados, además de una sistemática destrucción de las clases medias, de la calidad de la enseñanza y de la capacidad crítica y de pensamiento libre. Sin embargo, en países de profunda tradición democrática con sociedades cultas, prósperas y amantes de la libertad, la izquierda, libre de influencias radicales comunistas, se mantiene en los cauces de las democracias.
Esta es la esencia del presente, una realidad inquietante y altamente peligrosa que pocos perciben porque está siendo disimulada y ocultada gracias a la complicidad y colaboración activo de la más imponente maquinaria mediática organizada en la Historia en defensa de una ideología y de una opción de poder.
La única esperanza frente a ese colosal atentado contra las libertades y derechos conquistados por la Humanidad es la resistencia, un movimiento creciente de ciudadanos libres y de organizaciones que han decidido oponerse a la nueva tiranía.
Francisco Rubiales
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