El gobierno se sube el sueldo un 4 por ciento, en medio de la tempestad de inflación y pobreza que azota a los españoles.
El presidente pasará a cobrar 90.010,20 euros al año, lo que equivale a 7.500 euros al mes, y las vicepresidentas 84.600,72 euros. Se incrementa más que el 3,5% de los funcionarios.
Los 22 ministros del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos verán aumentado su salario anual a 79.415,16 euros brutos, lo que supone un sueldo mensual de 6.617,93 euros. Los secretarios de Estado pasarán a percibir 77.893,18 euros al año, los subsecretarios estarán por encima de los 69.059 euros y los directores generales y asimilados cobrarán 59.048 euros al año.
Será por cierto el segundo aumento de salario consecutivo para el presidente, las vicepresidentas y los ministros, pues en 2022 ya se incluyó una subida del 2%, que en este caso sí era igual que la de los funcionarios.
Pero que nadie crea que ese es el único ingreso del presidente y de su guardia pretoriana. Ellos tienen, además, otros ingresos en dietas, complementos y en algunos casos acceso a fondos reservados de los que no tienen por qué rendir cuentas.
En año de crisis y de inflación, parece que el Gobierno de España no ha querido apretarse el cinturón para dar ejemplo, y eso que no dejan de alardear en su discurso de su combate contra los ricos.
Los políticos y en especial los gobernantes se han convertido en los nuevos ricos del país, gente privilegiada y descarada que recibe altas compensaciones sin tener que rendir cuentas a nadie y sin que esos ingresos estén vinculados a logro o éxitos. Los cobran siempre, aunque el resultado de su gestión sea el avance del desprestigio, la injusticia y la pobreza den España.
La política se ha convertido, en manos de la chusma que nos gobierna, en la carrera más lucrativa y rentable de España. Ya no es un servicio publico, ni una noble dedicación a la ciudadanía, sino un privilegios de casta, una manera de hacerse rico y atiborrarse de privilegios con alta velocidad, sin apenas esfuerzo y sin tener que alcanzar resultados a cambio.
Los políticos, que son los profesionales más rechazados y odiados del país, son también los más privilegiados y los que gozan de mayores ventajas y privilegios.
A cambio de ese estatus de fantasía, han logrado empobrecer a España, perder el prestigio y el peso de la nación en el mundo, encabezar los peores rankings de Europa, convirtiendo a España en el país que más odia a sus dirigentes, el que tiene más coches oficiales y uno de los primeros en trata de blancas, drogas, lavado de dinero sucio, crecimiento de la inseguridad, asentamiento de mafias, expolio fiscal y otras suciedades.
Con decisiones como su subida de sueldo en un 4 por ciento, el sanchismo incrementa el rechazo de los españoles a su gestión y el desprecio del pueblo maltratado a la clase política, además de exhibir públicamente su arrogancia y nula sensibilidad ante una sociedad española cada día más pobre por culpa de la torpe gestión de sus gobernantes, golpeada también por la inflación, la sequía, la pandemia y otros dramas que sus políticos no saben solucionar.
Francisco Rubiales
Los 22 ministros del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos verán aumentado su salario anual a 79.415,16 euros brutos, lo que supone un sueldo mensual de 6.617,93 euros. Los secretarios de Estado pasarán a percibir 77.893,18 euros al año, los subsecretarios estarán por encima de los 69.059 euros y los directores generales y asimilados cobrarán 59.048 euros al año.
Será por cierto el segundo aumento de salario consecutivo para el presidente, las vicepresidentas y los ministros, pues en 2022 ya se incluyó una subida del 2%, que en este caso sí era igual que la de los funcionarios.
Pero que nadie crea que ese es el único ingreso del presidente y de su guardia pretoriana. Ellos tienen, además, otros ingresos en dietas, complementos y en algunos casos acceso a fondos reservados de los que no tienen por qué rendir cuentas.
En año de crisis y de inflación, parece que el Gobierno de España no ha querido apretarse el cinturón para dar ejemplo, y eso que no dejan de alardear en su discurso de su combate contra los ricos.
Los políticos y en especial los gobernantes se han convertido en los nuevos ricos del país, gente privilegiada y descarada que recibe altas compensaciones sin tener que rendir cuentas a nadie y sin que esos ingresos estén vinculados a logro o éxitos. Los cobran siempre, aunque el resultado de su gestión sea el avance del desprestigio, la injusticia y la pobreza den España.
La política se ha convertido, en manos de la chusma que nos gobierna, en la carrera más lucrativa y rentable de España. Ya no es un servicio publico, ni una noble dedicación a la ciudadanía, sino un privilegios de casta, una manera de hacerse rico y atiborrarse de privilegios con alta velocidad, sin apenas esfuerzo y sin tener que alcanzar resultados a cambio.
Los políticos, que son los profesionales más rechazados y odiados del país, son también los más privilegiados y los que gozan de mayores ventajas y privilegios.
A cambio de ese estatus de fantasía, han logrado empobrecer a España, perder el prestigio y el peso de la nación en el mundo, encabezar los peores rankings de Europa, convirtiendo a España en el país que más odia a sus dirigentes, el que tiene más coches oficiales y uno de los primeros en trata de blancas, drogas, lavado de dinero sucio, crecimiento de la inseguridad, asentamiento de mafias, expolio fiscal y otras suciedades.
Con decisiones como su subida de sueldo en un 4 por ciento, el sanchismo incrementa el rechazo de los españoles a su gestión y el desprecio del pueblo maltratado a la clase política, además de exhibir públicamente su arrogancia y nula sensibilidad ante una sociedad española cada día más pobre por culpa de la torpe gestión de sus gobernantes, golpeada también por la inflación, la sequía, la pandemia y otros dramas que sus políticos no saben solucionar.
Francisco Rubiales
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