imagen cedida por www.lakodorniz.com
Lo he leído en Ser Rizomático, un blog libre e interesante. Describe en un post el síndrome postelectoral del político electo, un mal endémico con los siguientes rasgos:
- Amnesia profunda de todo lo expresado por él y su partido durante el proceso de campaña electoral, especialmente de lo relativo al programa y a las promesas.
- Olvido absoluto de lo que significa ser “un político electo”.
- Desconocimiento u olvido de todo un bloque del articulado de la Constitución, a saber ese bloque de artículos en los que se dice que la soberanía radica en el pueblo y que a los políticos los elige el pueblo soberano para que sean sus representantes y gestores.
- Olvido masivo del hecho de que sus salarios proceden de los contribuyentes, esto es, de los electores que le han elegido.
- Escotomización selectiva de sus funciones y sus dedicaciones: sólo tienen presente cómo pueden obtener poder y riquezas sin importarles nada más que su ambición personal, valiéndose de cualquier medio para el logro de sus fines.
- Pérdida absoluta de honradez, veracidad, honestidad, transparencia en la gestión y capacidad de servicio.
- Corrupción ética o monetaria y, en ocasiones, las dos simultáneamente.
El artículo describe otros signos más sutiles del mal, que dependen sobre todo de la importancia del cargo público que desempeñen:
"Algunos presidentes de gobierno son aquejados también de megalomanía, totalitarismo, fanatismo, dogmatismo, militarismo, pedantería y petulancia. Algunos ministros, sin embargo, pueden compartir todos estos signos o quedarse en un ataque exacerbado de estulticia extrema y de inoperancia exquisita. Uno de los aquejados más ilustres es sin lugar a dudas George Bush hijo, actual presidente de los EEUU de América; en España, también tuvimos algunos casos de esta epidemia, verbigracia la mayoría de políticos que desfilaron durante los 40 años de la dictadura franquista, y algunos otros muy recientes como González, Aznar, Acebes, Zaplana –todos ellos libres ya del desempeño de cargos, pero algunos gravemente enfermos aún, como puede verse por sus delirios y alucinaciones- y otros muchos."
Merece la pena leer el post completo.
- Amnesia profunda de todo lo expresado por él y su partido durante el proceso de campaña electoral, especialmente de lo relativo al programa y a las promesas.
- Olvido absoluto de lo que significa ser “un político electo”.
- Desconocimiento u olvido de todo un bloque del articulado de la Constitución, a saber ese bloque de artículos en los que se dice que la soberanía radica en el pueblo y que a los políticos los elige el pueblo soberano para que sean sus representantes y gestores.
- Olvido masivo del hecho de que sus salarios proceden de los contribuyentes, esto es, de los electores que le han elegido.
- Escotomización selectiva de sus funciones y sus dedicaciones: sólo tienen presente cómo pueden obtener poder y riquezas sin importarles nada más que su ambición personal, valiéndose de cualquier medio para el logro de sus fines.
- Pérdida absoluta de honradez, veracidad, honestidad, transparencia en la gestión y capacidad de servicio.
- Corrupción ética o monetaria y, en ocasiones, las dos simultáneamente.
El artículo describe otros signos más sutiles del mal, que dependen sobre todo de la importancia del cargo público que desempeñen:
"Algunos presidentes de gobierno son aquejados también de megalomanía, totalitarismo, fanatismo, dogmatismo, militarismo, pedantería y petulancia. Algunos ministros, sin embargo, pueden compartir todos estos signos o quedarse en un ataque exacerbado de estulticia extrema y de inoperancia exquisita. Uno de los aquejados más ilustres es sin lugar a dudas George Bush hijo, actual presidente de los EEUU de América; en España, también tuvimos algunos casos de esta epidemia, verbigracia la mayoría de políticos que desfilaron durante los 40 años de la dictadura franquista, y algunos otros muy recientes como González, Aznar, Acebes, Zaplana –todos ellos libres ya del desempeño de cargos, pero algunos gravemente enfermos aún, como puede verse por sus delirios y alucinaciones- y otros muchos."
Merece la pena leer el post completo.
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