Zapatero tiene un problema internacional de prestigio e imagen: su rastrera ansiedad por entrevistarse con George W. Bush o por cruzar con el "amo del mundo" cuatro o cinco palabras le ha convertido en un personaje ridículo del que todos se ríen. En Italia llaman a las relaciones exteriores del gobierno Zapatero la “diplomacia de la paella”.
Dos blogs tan prestigiosos como Le guerre civile y La pulce di voltaire tratan con sorna el saludo de cuatro segundos entre Zapatero y Bush y los esfuerzos desplegados por la diplomacia española para obtener una entrevista con el mandatario de Estados Unidos o al menos un saludo.
La imagen de Zapatero en Europa, en una primera etapa, llegó a sorprender y a deslumbrar, cuando el presidente del gobierno español parecía inaugirar un nuevo estilo de gobernar abierto, pacífico y de buen talante, pero ahora cae en picado después de algunos detalles que han minado su prestigio como han sido su fracaso en los referendums para aprobar los estatutos de Cataluña y Andalucía, el hundimiento de su proceso de paz con el terrorismo etarra y el importante aislamientto exterior de España, que sólo mantiene relaciones fluídas con países autoritarios y desprestigiados, como Cuba, Venezuela, Bolivia, Irán, Siria y otros similares.
Pero lo que ha hecho caer más enteros la imagen de Zapatero en los paises desarrollados es, sin duda, su actitud humillada y pedigüeña con respecto a Bush y la pertinaz negativa de la casa Blanca a dialogar con el dirigente español.
Dos blogs tan prestigiosos como Le guerre civile y La pulce di voltaire tratan con sorna el saludo de cuatro segundos entre Zapatero y Bush y los esfuerzos desplegados por la diplomacia española para obtener una entrevista con el mandatario de Estados Unidos o al menos un saludo.
La imagen de Zapatero en Europa, en una primera etapa, llegó a sorprender y a deslumbrar, cuando el presidente del gobierno español parecía inaugirar un nuevo estilo de gobernar abierto, pacífico y de buen talante, pero ahora cae en picado después de algunos detalles que han minado su prestigio como han sido su fracaso en los referendums para aprobar los estatutos de Cataluña y Andalucía, el hundimiento de su proceso de paz con el terrorismo etarra y el importante aislamientto exterior de España, que sólo mantiene relaciones fluídas con países autoritarios y desprestigiados, como Cuba, Venezuela, Bolivia, Irán, Siria y otros similares.
Pero lo que ha hecho caer más enteros la imagen de Zapatero en los paises desarrollados es, sin duda, su actitud humillada y pedigüeña con respecto a Bush y la pertinaz negativa de la casa Blanca a dialogar con el dirigente español.
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