El presidente ruso, Vladimir Putin, cabreado ante las exigencias europeas y, especialmente, por las palabras del español José Borrel, presidente del Europarlamento, que le recriminó su escaso respeto a los derechos humanos, respondió rotundo, ante los jefes de Estado y de gobierno europeos reunidos en Helsinki, que España no tenía nada que decirle "ya que tiene a varios alcaldes imputados por corrupción", causando bochorno y perplejidad al presidente Zapatero, que estaba presente.
Es mundialmente sabido que el líder ruso encaja mal las críticas y que suele responder a ellas con crueldad. A España le ha herido en lo que más le duele, aireando una realidad, la de la corrupción", que ya se ha incorporado y restado puntos a la "imagen" actual de España en el mundo.
A Italia, sin que nadie sepa por qué, también de dirigió un disparo en la línea de flotación cuando recordó que la mafia no es una creación rusa, sino italiana.
La fama internacional de España como país currupto crece no sólo por sus sonados escándalos urbanísticos, sino también por otros factores no menos importantes, entre los que cabe citar el intervencionismo creciente del gobierno, el alineamiento de los medios de comunicación con los partidos políticos, las presiones a la escasa prensa libre que subsiste, el excesivo poder de los partidos políticos españoles, la casi ilimitada financiación de los partidos políticos con dinero público, los privilegios y sueldos de los políticos en comparación con los de la media ciudadana, el blindaje de los políticos y los representantes públicos, que rara vez dimiten de sus cargos, aunque sean responsables de errores e irregularidades y, en general, el mal funcionamiento de la democracia.
Es mundialmente sabido que el líder ruso encaja mal las críticas y que suele responder a ellas con crueldad. A España le ha herido en lo que más le duele, aireando una realidad, la de la corrupción", que ya se ha incorporado y restado puntos a la "imagen" actual de España en el mundo.
A Italia, sin que nadie sepa por qué, también de dirigió un disparo en la línea de flotación cuando recordó que la mafia no es una creación rusa, sino italiana.
La fama internacional de España como país currupto crece no sólo por sus sonados escándalos urbanísticos, sino también por otros factores no menos importantes, entre los que cabe citar el intervencionismo creciente del gobierno, el alineamiento de los medios de comunicación con los partidos políticos, las presiones a la escasa prensa libre que subsiste, el excesivo poder de los partidos políticos españoles, la casi ilimitada financiación de los partidos políticos con dinero público, los privilegios y sueldos de los políticos en comparación con los de la media ciudadana, el blindaje de los políticos y los representantes públicos, que rara vez dimiten de sus cargos, aunque sean responsables de errores e irregularidades y, en general, el mal funcionamiento de la democracia.
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