La coalición de la nómina y el coche oficial

El PSOE e Izquierda Unida barajan la posibilidad de presentar listas conjuntas en las próximas elecciones generales para ganar más diputados y senadores y evitar así la posible victoria del Partido Popular. La idea, sugerida en un informe por un asesor del ministro Pérez Rubalcaba, de llevarse a cabo, sería la confirmación de que, para esos dos partidos han culminado su proceso de desarme ideológico y de que no conservan ya más ideas y principios que el gusto por la nómina, el coche oficial y los privilegios del poder.

Aunque el PSOE se ha apresurado a descartar esa opción, lo cierto es que la propuesta ha surgido de sus filas y que ya hicieron eso mismo en el año 2000, cuando presentaron listas conjuntas para el senado, una opción que les llevó a la derrota.

Cualquier observador se preguntaría ¿En torno a qué ideas y programas se haría esa coalición? ¿En torno al nacionalismo extremo y el independentismo que propugna Izquierda Unida en el País Vasdco y Cataluña? ¿En torno a la defensa de la unidad nacional que propugna Izquierda Unida desde Madrid? ¿Desde las posiciones críticas que sostiene en otras autonomías o desde el sometimiento lamioso que practica Izquierda Unida en Andalucía, donde se olvida de sus ideas para pactar con el PSOE de Chaves migajas de poder?

La posibilidad de que el PSOE e Izquierda Unida vayan juntos a la próxima cita electoral solo demostraría que ambos partidos han culminado ya su vergonzoso proceso de desarme ideológico y que se han desprendido, además, de valores y principios estables, todo en aras del poder y de los enormes privilegios que acumulan los que acceden al gobierno en España.