El MERCOSUR –acuerdo de integración regional en el que participan Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela, recientemente incorporado- parece haber entrando en una etapa de mayor concreción y de superación de parálisis casi congénitas. El pasado mes de julio, en el marco de un protocolo de cooperación educativa firmado entre Argentina y Brasil, se decidió estudiar la creación de una universidad regional, la futura Universidad del MERCOSUR. Hoy, dos meses después, ya se han definido los objetivos del proyecto, se conocen dónde se situarán los primeros campus, y en los próximos días se celebrará en Brasilia una reunión de los países representantes del bloque regional y de las universidades interesadas.
Hace apenas dos semana, durante una visita a Brasil, Carlos “Chacho” Alvarez, ex vicepresidente argentino y actual presidente de la comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR, aseguró que esta iniciativa “constituye un importante paso para consolidar el proceso de integración social en la zona” y recordó “la importancia que tuvo para Europa el Programa Erasmus (el intercambio de alumnos universitarios de países de la Unión Europea, el cual será extendido, en un futuro cercano, a países latinoamericanos).
El acuerdo alcanzado en el mes de julio por los ministros de Educación de Argentina y Brasil, Daniel Filmus y Fernando Hadad, establece, como primer paso para la creación de la Universidad del MERCOSUR, la puesta en marcha de una red de universidades argentinas y brasileñas situadas en las provincias y estados de frontera de ambos países, con movilidad de docentes, estudiantes e investigadores.
La primera unidad de la futura Universidad se instalará en la ciudad de Foz de Iguazú –territorio de las famosas cataratas del Iguazú, situadas en territorio brasileño y argentino-, en el estado brasileño de Paraná, en el área de la planta Binacional de Itaipú, la mayor central hidroeléctrica del mundo. Según Carlos Augusto Moreira, rector de la Universidad Federal del Estado de Paraná, una de las tres involucradas hasta el momento en el proyecto, “el Ministerio de Educación de Brasil ya dispone de un fondo de 8 millones de dólares para las obras”.
A partir de la estructura física esencial, en Itaipú se instalará el cuerpo docente, en primer lugar para el área tecnológica, y después para las de informática y ciencias humanas. Se prevé, además, que en la Universidad del MERCOSUR –que será bilingüe- los créditos y diplomas sean reconocidos por todos los países integrantes del mismo y que sus contenidos curriculares prioricen “las temáticas vinculadas a los diversos aspectos de la integración regional”.
Uno de los objetivos principales de este nuevo supercentro educativo será el de fortalecer los vínculos entre el sector privado y las casas de estudios involucradas en el mismo. El análisis sobre su puesta en marcha –prevista para después de 2007- continuará durante la reunión que tendrá lugar en Brasilia, entre el 18 y el 20 de septiembre próximos, y en la que participarán representantes de los países del MERCOSUR y de las universidades interesadas.
Por una vez, parece que en América Latina algunos responsables políticos actúan responsablemente y se ocupan de lo que hay que ocuparse: de la mejora de la educación y el mayor y mejor intercambio de conocimientos entre los ciudadanos a los que dicen representar.
eduardo caldarola de bello
Hace apenas dos semana, durante una visita a Brasil, Carlos “Chacho” Alvarez, ex vicepresidente argentino y actual presidente de la comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR, aseguró que esta iniciativa “constituye un importante paso para consolidar el proceso de integración social en la zona” y recordó “la importancia que tuvo para Europa el Programa Erasmus (el intercambio de alumnos universitarios de países de la Unión Europea, el cual será extendido, en un futuro cercano, a países latinoamericanos).
El acuerdo alcanzado en el mes de julio por los ministros de Educación de Argentina y Brasil, Daniel Filmus y Fernando Hadad, establece, como primer paso para la creación de la Universidad del MERCOSUR, la puesta en marcha de una red de universidades argentinas y brasileñas situadas en las provincias y estados de frontera de ambos países, con movilidad de docentes, estudiantes e investigadores.
La primera unidad de la futura Universidad se instalará en la ciudad de Foz de Iguazú –territorio de las famosas cataratas del Iguazú, situadas en territorio brasileño y argentino-, en el estado brasileño de Paraná, en el área de la planta Binacional de Itaipú, la mayor central hidroeléctrica del mundo. Según Carlos Augusto Moreira, rector de la Universidad Federal del Estado de Paraná, una de las tres involucradas hasta el momento en el proyecto, “el Ministerio de Educación de Brasil ya dispone de un fondo de 8 millones de dólares para las obras”.
A partir de la estructura física esencial, en Itaipú se instalará el cuerpo docente, en primer lugar para el área tecnológica, y después para las de informática y ciencias humanas. Se prevé, además, que en la Universidad del MERCOSUR –que será bilingüe- los créditos y diplomas sean reconocidos por todos los países integrantes del mismo y que sus contenidos curriculares prioricen “las temáticas vinculadas a los diversos aspectos de la integración regional”.
Uno de los objetivos principales de este nuevo supercentro educativo será el de fortalecer los vínculos entre el sector privado y las casas de estudios involucradas en el mismo. El análisis sobre su puesta en marcha –prevista para después de 2007- continuará durante la reunión que tendrá lugar en Brasilia, entre el 18 y el 20 de septiembre próximos, y en la que participarán representantes de los países del MERCOSUR y de las universidades interesadas.
Por una vez, parece que en América Latina algunos responsables políticos actúan responsablemente y se ocupan de lo que hay que ocuparse: de la mejora de la educación y el mayor y mejor intercambio de conocimientos entre los ciudadanos a los que dicen representar.
eduardo caldarola de bello