La poderosa prensa norteamericana, consciente de que ha perdido en los últimos años poder e influencia, tiembla ahora porque también pierde tirada y está encargando análisis a los expertos para descubrir por qué se encuentra en caída libre.
El último estudio conocido, realizado por Editor & Publisher, revela datos alarmantes: la mayoría de las cabeceras norteamericanas han perdido lectores respecto al pasado año. Así, cabeceras tan representativas como The Washington Post pierde casi 30.000 lectores, mientras que Los Angeles Times cae 33.000 copias. Otras cabeceras, como The Boston Globe ha llegado a perder un 7.7% de las ventas de su periódico en sólo un año.
Sólo dos medios parecen salvarse de esta caída en picado en todo el sector. Son The New York Times, que sube un ligero 0.4% en sus ventas, y el recién renovado The Wall Street Journal, con un 1% de subida. No obstante, los resultados son desastrosos en los demás casos: The Chicago Tribune pierde 15.000 copias, cifras similares a The Miami Herald, con 10.000 copias menos o The Philadelphia Inquirer, con 12.000 periódicos menos. El resultado más llamativo es sin duda el de San Francisco Chronicle, con 400.906 copias menos, un 16.5% del volumen total de sus ventas.
Resulta paradójico que los diarios busquen las causas de su retroceso cuando la comunidad de expertos, casi con unanimidad, ya las ha identificado hace años: los lectores, antes amigos de la prensa, la rechazan ahora porque la consideran comprada por el poder y porque ha perdido la capacidad de investigar, de revelar la verdad y de ayudar al ciudadano en el control de los grandes poderes. Paralelamente, los informes hablan de otros detalles negativos en el panorama de la prensa: los periodistas pierden prestigio e imagen y el favor de los lectores se desplaza hacia otros medios con más credibilidad y espíritu cívico, como diarios que se publican en Internet, emisoras de radio y televisión locales identificadas con la ciudadanía y blogs, estos avanzando cada día más en el ranking.
El último estudio conocido, realizado por Editor & Publisher, revela datos alarmantes: la mayoría de las cabeceras norteamericanas han perdido lectores respecto al pasado año. Así, cabeceras tan representativas como The Washington Post pierde casi 30.000 lectores, mientras que Los Angeles Times cae 33.000 copias. Otras cabeceras, como The Boston Globe ha llegado a perder un 7.7% de las ventas de su periódico en sólo un año.
Sólo dos medios parecen salvarse de esta caída en picado en todo el sector. Son The New York Times, que sube un ligero 0.4% en sus ventas, y el recién renovado The Wall Street Journal, con un 1% de subida. No obstante, los resultados son desastrosos en los demás casos: The Chicago Tribune pierde 15.000 copias, cifras similares a The Miami Herald, con 10.000 copias menos o The Philadelphia Inquirer, con 12.000 periódicos menos. El resultado más llamativo es sin duda el de San Francisco Chronicle, con 400.906 copias menos, un 16.5% del volumen total de sus ventas.
Resulta paradójico que los diarios busquen las causas de su retroceso cuando la comunidad de expertos, casi con unanimidad, ya las ha identificado hace años: los lectores, antes amigos de la prensa, la rechazan ahora porque la consideran comprada por el poder y porque ha perdido la capacidad de investigar, de revelar la verdad y de ayudar al ciudadano en el control de los grandes poderes. Paralelamente, los informes hablan de otros detalles negativos en el panorama de la prensa: los periodistas pierden prestigio e imagen y el favor de los lectores se desplaza hacia otros medios con más credibilidad y espíritu cívico, como diarios que se publican en Internet, emisoras de radio y televisión locales identificadas con la ciudadanía y blogs, estos avanzando cada día más en el ranking.
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