Desgraciadamente la costumbre de insultar a las personas es muy frecuente en España. La mayor parte de las veces los insultos son eso: insultos. Adjetivos que se lanzan contra una persona y que, generalmente, no se corresponden con la verdad, resultando por tanto ofensivos. No se suele librar nadie, ni de insultar, ni de ser insultado. Los políticos, y más cuanto más importantes sean, suelen ser destino favorito de insultos. Es el caso del Presidente del Gobierno, contra el que se dirigen multitud de calificativos casi siempre inadecuados. Enumero a continuación una primera lista de los mismos..
Bobo solemne. Resulta difícil imaginarse a una persona “boba”, es decir tonta o falta de entendimiento que, además, solemnice su conducta. Entonces sería algo más grave que un tonto solemne. La solemnidad requeriría la manifestación pública y ostentosa de su “bobería”. La verdad que el Sr. Rodríguez Zapatero –al menos en público- nunca se ha presentado alardeando de solemnidad. Nadie le ha visto aparecer entronizado en , por ejemplo, una carroza haciéndose acompañar de líctores ni siquiera de grefieres; Por tanto este doble adjetivo (bobo y, a la vez, solemne) no parece deba serle aplicado conjuntamente.
Dentro de este tipo de insultos, sin embargo, no tengo noticias de que le comparen con el “bobo de Coria”. Personaje que, desde siempre, goza de gran celebridad en todo el País. Este sería un insulto como más popular y costumbrista. Pero, la verdad es que, compararle con el de Coria puede parecer discriminatorio al no tener en cuenta, para compararles, a los bobos de otras poblaciones. Sería como decir que no tienen derecho –aunque sean menos célebres- a ser objetos de una comparación presidencial.
Irresponsable por fomentar separatismos y disgregar la unidad de España. Volvemos a lo mismo. Se mezclan conceptos. Primero, si se dice que alguien es irresponsable puede significar que no responde. Que se sepa Rodríguez Zapatero no es sordo y, en general, dicen que responde cuando se dirigen a él. Esta cualidad no se le debe negar. Cualidad, por cierto, generalizada en el mundo animal.
Lo de fomentar separatismos es otra cosa. Fomentar viene a significar que aviva, o excita, en este caso a los separatistas. Francamente, como reconoce una buena parte de las ciudadanas (y algunos ciudadanos), el Presidente del Gobierno es –al menos en lo físico- bien parecido. Pero creo que sería exagerar pensar que los líderes de los otros partidos nacionalistas se sientan especialmente excitados en su presencia.
Por otro lado –así lo tiene manifestado el propio Presidente- el concepto de la unidad nacional es algo que se puede relativizar y ser objeto de interpretaciones. Por tanto, como –al parecer- no esta convencido de la necesidad, ni siquiera de la existencia, de la unidad nacional no puede fomentar su disgregación. No es posible disgregar lo que –según su pensamiento- no existe como un todo.
(sigue)
José Luis Múgica
Bobo solemne. Resulta difícil imaginarse a una persona “boba”, es decir tonta o falta de entendimiento que, además, solemnice su conducta. Entonces sería algo más grave que un tonto solemne. La solemnidad requeriría la manifestación pública y ostentosa de su “bobería”. La verdad que el Sr. Rodríguez Zapatero –al menos en público- nunca se ha presentado alardeando de solemnidad. Nadie le ha visto aparecer entronizado en , por ejemplo, una carroza haciéndose acompañar de líctores ni siquiera de grefieres; Por tanto este doble adjetivo (bobo y, a la vez, solemne) no parece deba serle aplicado conjuntamente.
Dentro de este tipo de insultos, sin embargo, no tengo noticias de que le comparen con el “bobo de Coria”. Personaje que, desde siempre, goza de gran celebridad en todo el País. Este sería un insulto como más popular y costumbrista. Pero, la verdad es que, compararle con el de Coria puede parecer discriminatorio al no tener en cuenta, para compararles, a los bobos de otras poblaciones. Sería como decir que no tienen derecho –aunque sean menos célebres- a ser objetos de una comparación presidencial.
Irresponsable por fomentar separatismos y disgregar la unidad de España. Volvemos a lo mismo. Se mezclan conceptos. Primero, si se dice que alguien es irresponsable puede significar que no responde. Que se sepa Rodríguez Zapatero no es sordo y, en general, dicen que responde cuando se dirigen a él. Esta cualidad no se le debe negar. Cualidad, por cierto, generalizada en el mundo animal.
Lo de fomentar separatismos es otra cosa. Fomentar viene a significar que aviva, o excita, en este caso a los separatistas. Francamente, como reconoce una buena parte de las ciudadanas (y algunos ciudadanos), el Presidente del Gobierno es –al menos en lo físico- bien parecido. Pero creo que sería exagerar pensar que los líderes de los otros partidos nacionalistas se sientan especialmente excitados en su presencia.
Por otro lado –así lo tiene manifestado el propio Presidente- el concepto de la unidad nacional es algo que se puede relativizar y ser objeto de interpretaciones. Por tanto, como –al parecer- no esta convencido de la necesidad, ni siquiera de la existencia, de la unidad nacional no puede fomentar su disgregación. No es posible disgregar lo que –según su pensamiento- no existe como un todo.
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José Luis Múgica