La teoría de la evolución, últimamente bastante cuestionada, establece que sobreviven y por tanto se reproducen, no los mejores, sino los mejor adaptados al medio. Y este es un matiz importante.
Independientemente que al teoría de la evolución sea más o menos cierta, que al fin y al cabo es una teoría y no una ley, podemos aceptar como válido este principio de adaptación al medio.
Aplicando esta teoría a la casta, vemos que prosperan no los mejores, sino los más adaptados al medio y la adaptación al medio consiste en repetir las consignas de los jefes y hacer exactamente lo que los jefes quieren. De esta forma se sube en el escalafón y hasta se llega a presidente. Pero como se seleccionan los mejor adaptados al medio y el medio es una cloaca, al final resulta una casta formada por chupópteros, lameculos y demás fauna de probada listeza, pero escasa inteligencia, perfectamente adaptada a considerar las tonterías del jefe como genialidades de un personaje de inteligencia superior.
Tras cuarenta años, la evolución ha tenido tiempo de masificar estos especímenes mejor adaptados y ahora son los que predominan, con lo que la casta es algo homogéneo y perfectamente adaptado a su función. Es el triunfo de la evolución. Pero eso al país le va fatal. Al lanar lo mandan gentes de escasa inteligencia, porque si bien al principio los más listos mandaban, ahora los más listos han sido eliminados y queda la masa amorfa de los asentidores, por definición de escasa inteligencia. No hay más que ver los líderes de los partidos, especialmente en la izquierda, pero en el pp, cuando los jóvenes avancen, será el desastre.
Recuerdo cuando nombraron a Corcuera ministro. Todo el mundo dijo que era tonto y demás lindezas. Un portento no era ya que no fue capaz de llevar el ministerio y por tanto los cometidos encomendados al buen fin que debiera. Supongo que aquellas diatribas contra su inteligencia venían de sus adversarios, pero como digo, sin duda le faltó inteligencia para desempeñar el cargo. Ahora sale en TV, como tertuliano y a pesar de ser una persona mayor, demuestra una inteligencia y un sentido común que ya quisiéramos encontrar en cualquiera de la casta. Vemos a los líderes y entran ganas de llorar. Sabemos que el Sr Rajoy no es un cerebro excepcional, pero está muy por encima del resto. Y eso es lo terrible. Que D. Mariano sea la inteligencia más preclara, con mucha diferencia, de toda la casta. Y ya en su partido no hay más. Una joven de cierto protagonismo metió la pata hace unos días tan profundamente, que hace 20 años le hubiera supuesto el ostracismo, pues ahora sigue en primera línea, como si nada hubiera pasado. Pero eso sí, es la primera en besar por donde pisa D. Mariano. Se han convertido en vendedores. Nos venden sus personas para que les demos el voto y ellos poder medrar y satisfacer sus necesidades de poder y de dinero, que de otra forma no podrían alcanzar. ¿Podemos imaginar a cualquiera de ellos dirigiendo una empresa? Salvador Ayer fue el aniversario de la república. Funesta república.
Porque la república presidencialista, que usted propone si es buena, pero la que propone la casta, especialmente los marxistas, es una basura infumable. Es igual que lo que tenemos pero mucho peor. La división de la sociedad en tercios es algo que se cumple siempre y todos los regímenes funcionan así. Hay un tercio de adeptos, otros de indiferentes y otro de opositores. El régimen cae cuando el tercio de indiferentes pierde algunos miembros en favor de los opositores y el de adeptos se desplaza hacia la indiferencia. En tanto eso no ocurra aquí, el sistema se mantendrá. Lamentablemente no se aprecia un desplazamiento suficiente hacia la oposición. Tal vez cuando los mayores, que por definición son conservadores, conservadores del sistema que haya, pasen a mejor vida, se produzca ese, tan necesario desplazamiento, pero puede que con la edad, los contestatarios se conviertan en indiferentes y luego en adeptos al sistema.
Vanlop
Independientemente que al teoría de la evolución sea más o menos cierta, que al fin y al cabo es una teoría y no una ley, podemos aceptar como válido este principio de adaptación al medio.
Aplicando esta teoría a la casta, vemos que prosperan no los mejores, sino los más adaptados al medio y la adaptación al medio consiste en repetir las consignas de los jefes y hacer exactamente lo que los jefes quieren. De esta forma se sube en el escalafón y hasta se llega a presidente. Pero como se seleccionan los mejor adaptados al medio y el medio es una cloaca, al final resulta una casta formada por chupópteros, lameculos y demás fauna de probada listeza, pero escasa inteligencia, perfectamente adaptada a considerar las tonterías del jefe como genialidades de un personaje de inteligencia superior.
Tras cuarenta años, la evolución ha tenido tiempo de masificar estos especímenes mejor adaptados y ahora son los que predominan, con lo que la casta es algo homogéneo y perfectamente adaptado a su función. Es el triunfo de la evolución. Pero eso al país le va fatal. Al lanar lo mandan gentes de escasa inteligencia, porque si bien al principio los más listos mandaban, ahora los más listos han sido eliminados y queda la masa amorfa de los asentidores, por definición de escasa inteligencia. No hay más que ver los líderes de los partidos, especialmente en la izquierda, pero en el pp, cuando los jóvenes avancen, será el desastre.
Recuerdo cuando nombraron a Corcuera ministro. Todo el mundo dijo que era tonto y demás lindezas. Un portento no era ya que no fue capaz de llevar el ministerio y por tanto los cometidos encomendados al buen fin que debiera. Supongo que aquellas diatribas contra su inteligencia venían de sus adversarios, pero como digo, sin duda le faltó inteligencia para desempeñar el cargo. Ahora sale en TV, como tertuliano y a pesar de ser una persona mayor, demuestra una inteligencia y un sentido común que ya quisiéramos encontrar en cualquiera de la casta. Vemos a los líderes y entran ganas de llorar. Sabemos que el Sr Rajoy no es un cerebro excepcional, pero está muy por encima del resto. Y eso es lo terrible. Que D. Mariano sea la inteligencia más preclara, con mucha diferencia, de toda la casta. Y ya en su partido no hay más. Una joven de cierto protagonismo metió la pata hace unos días tan profundamente, que hace 20 años le hubiera supuesto el ostracismo, pues ahora sigue en primera línea, como si nada hubiera pasado. Pero eso sí, es la primera en besar por donde pisa D. Mariano. Se han convertido en vendedores. Nos venden sus personas para que les demos el voto y ellos poder medrar y satisfacer sus necesidades de poder y de dinero, que de otra forma no podrían alcanzar. ¿Podemos imaginar a cualquiera de ellos dirigiendo una empresa? Salvador Ayer fue el aniversario de la república. Funesta república.
Porque la república presidencialista, que usted propone si es buena, pero la que propone la casta, especialmente los marxistas, es una basura infumable. Es igual que lo que tenemos pero mucho peor. La división de la sociedad en tercios es algo que se cumple siempre y todos los regímenes funcionan así. Hay un tercio de adeptos, otros de indiferentes y otro de opositores. El régimen cae cuando el tercio de indiferentes pierde algunos miembros en favor de los opositores y el de adeptos se desplaza hacia la indiferencia. En tanto eso no ocurra aquí, el sistema se mantendrá. Lamentablemente no se aprecia un desplazamiento suficiente hacia la oposición. Tal vez cuando los mayores, que por definición son conservadores, conservadores del sistema que haya, pasen a mejor vida, se produzca ese, tan necesario desplazamiento, pero puede que con la edad, los contestatarios se conviertan en indiferentes y luego en adeptos al sistema.
Vanlop
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