El ciudadano está cansado, harto de ver todas las instituciones copadas de políticos, ocupantes y mangantes, autoasignándose sueldos multimillonarios; una pléyade de ignaros y ambiciosos políticos, en la Mancha, Andalucía y otros páramos, han convertido las cajas de ahorros en su predio y refugio, para hacer y disponer a su albur y al de sus amiguetes. F.Ordóñez interviene y destituye al socialista, Moltó, para evitar la quiebra de la Caja. Permitir los cargos y carguetes, dista mucho de que los políticos deban y puedan meter su calamitosa codicia en todos los bolsos y patrimonios públicos y privados.
El semanario británico The Economist, señala en un artículo que “el rescate de la Caja Manchega (CCM) puede ser el comienzo del "segundo acto" de la crisis bancaria en España; apunta también que la percepción de que los bancos españoles, con sus dos principales exponentes (BBVA y Santander) superaban a sus competidores internacionales gracias a la buena regulación, "si hay que creer a los supervisores españoles", podría empezar a cambiar tras el rescate de CCM”. Advierte que, “pese a las afirmaciones del Banco de España de que el problema es "manejable", parece inevitable que se produzca un gran rescate, que se vería complicado por la politizada estructura de gobierno de las cajas, que han ido incrementando sucesivamente su cuota de mercado en el segmento de créditos y préstamos a la ligera, ampliando su presencia mediante la apertura de sucursales y la captación de clientes "ignorados" por los líderes del mercado y cediendo al derroche” (Informa Europa Press).
Este es el momio que quisieron endosarle a Unicaja. En Febrero, el Banco de España cifró en 1.300 millones de € el carcomido agujero de CCM, en ese fragor Unicaja pidió 3.000 y ahora, en la intervención de Marzo, el Estado ha puesto nueve mil. “Usar recursos públicos para "reparar las cañerías" del sistema financiero español, dice Montoro, empeorará el endeudamiento de la economía española”. El intervencionismo no es el mejor camino, fácilmente puede ir cayendo en el intento de nacionalización; dejando la práctica de "zapaterismo", hay que poner las medidas preventivas, urgir la transparencia, supervisar con diligencia la gestión y actuar con exactitud y oportunidad. Lo propio es responsabilizar a los dirigentes insanos y poner al frente profesionales rigurosos y preparados; de ahí, que el Banco de España, según El Mundo, “ha cesado y expedientado al consejo de administración de la Caja Manchega, entre otras, por "irregularidades contables esenciales”.
¿Por qué el Gobierno espera a la tarde del domingo para decidir este asunto? Otras caídas veredes por estos contornos. Puede, que, en esta debacle que padecemos, tenga algo que ver la reforma que Esperanza Aguirre intenta para la Caja de Madrid. Ya se verá. Vendrán otras ruinas y todo el poder se irá concentrando en el Estado.
C. Mudarra
El semanario británico The Economist, señala en un artículo que “el rescate de la Caja Manchega (CCM) puede ser el comienzo del "segundo acto" de la crisis bancaria en España; apunta también que la percepción de que los bancos españoles, con sus dos principales exponentes (BBVA y Santander) superaban a sus competidores internacionales gracias a la buena regulación, "si hay que creer a los supervisores españoles", podría empezar a cambiar tras el rescate de CCM”. Advierte que, “pese a las afirmaciones del Banco de España de que el problema es "manejable", parece inevitable que se produzca un gran rescate, que se vería complicado por la politizada estructura de gobierno de las cajas, que han ido incrementando sucesivamente su cuota de mercado en el segmento de créditos y préstamos a la ligera, ampliando su presencia mediante la apertura de sucursales y la captación de clientes "ignorados" por los líderes del mercado y cediendo al derroche” (Informa Europa Press).
Este es el momio que quisieron endosarle a Unicaja. En Febrero, el Banco de España cifró en 1.300 millones de € el carcomido agujero de CCM, en ese fragor Unicaja pidió 3.000 y ahora, en la intervención de Marzo, el Estado ha puesto nueve mil. “Usar recursos públicos para "reparar las cañerías" del sistema financiero español, dice Montoro, empeorará el endeudamiento de la economía española”. El intervencionismo no es el mejor camino, fácilmente puede ir cayendo en el intento de nacionalización; dejando la práctica de "zapaterismo", hay que poner las medidas preventivas, urgir la transparencia, supervisar con diligencia la gestión y actuar con exactitud y oportunidad. Lo propio es responsabilizar a los dirigentes insanos y poner al frente profesionales rigurosos y preparados; de ahí, que el Banco de España, según El Mundo, “ha cesado y expedientado al consejo de administración de la Caja Manchega, entre otras, por "irregularidades contables esenciales”.
¿Por qué el Gobierno espera a la tarde del domingo para decidir este asunto? Otras caídas veredes por estos contornos. Puede, que, en esta debacle que padecemos, tenga algo que ver la reforma que Esperanza Aguirre intenta para la Caja de Madrid. Ya se verá. Vendrán otras ruinas y todo el poder se irá concentrando en el Estado.
C. Mudarra