“A veces el que va en cabeza está desfasado”.
Emilio González, “Metomentodo”
En verdad, a todos nos ha reservado Dios Todopoderoso un don. A Juan José Ibarretxe también; pues el susodicho ha tenido la rara habilidad o virtud de poner, cuando tal cosa parecía un hecho meramente imposible, de acuerdo (y, al mismo tiempo, en contra del propio lendakari) a los responsables y parlamentarios vascos del PSOE y del PP.
Ibarretxe, de un tiempo a esta parte, pródigo en conceder entrevistas a los mass media, en la última (por el momento), a El Diario Vasco, acertó de lleno en el blanco o centro de la diana al reconocer que el atentado cometido por ETA el pasado 30 de diciembre en la T-4 del aeropuerto de Barajas “además de matar a dos personas inocentes, constituyó un enorme error que puso patas arriba el proceso de paz”. Sin embargo, metió la gamba hasta el mismísimo corvejón, quiero decir que se equivocó gravemente al exhumar el Plan independentista o soberanista que lleva su nombre, el cual, aunque fuera aprobado por la Cámara de Vitoria, fue rechazado de plano por el Congreso de los Diputados. Asimismo, marró morrocotudamente al aseverar que “haga lo que haga ETA, daré la palabra al pueblo en esta legislatura”. El lehendakari se refirió al referéndum o consulta democrática popular que no está en disposición de convocar, por la sencilla razón de que no se encuentra entre sus atribuciones. Parece mentira, pero es la pura verdad. Quien debería dar ejemplo de demócrata y, por lo tanto, guardar y hacer guardar la Carta Magna, hace como que se la pasa cuando le peta y apetece, tan ricamente, por el forro de sus caprichos.
Coincido básicamente con las opiniones que dieron ayer al respecto, nada más tener conocimiento (que no miento) del último (por el momento) desliz que había cometido Ibarretxe, el secretario general del PSOE-EE, Patxi López, que reprochó al lendakari estar cada día “más desfasado, más en el pasado y más alejado de la sociedad vasca”, y el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, que acusó a Ibarretxe de colocarse en la vanguardia de la debacle y anteponer sus obsesiones nacionalistas personales a las verdaderas necesidades de sus conciudadanos.
E. S. O, un andoba de Cornago
Emilio González, “Metomentodo”
En verdad, a todos nos ha reservado Dios Todopoderoso un don. A Juan José Ibarretxe también; pues el susodicho ha tenido la rara habilidad o virtud de poner, cuando tal cosa parecía un hecho meramente imposible, de acuerdo (y, al mismo tiempo, en contra del propio lendakari) a los responsables y parlamentarios vascos del PSOE y del PP.
Ibarretxe, de un tiempo a esta parte, pródigo en conceder entrevistas a los mass media, en la última (por el momento), a El Diario Vasco, acertó de lleno en el blanco o centro de la diana al reconocer que el atentado cometido por ETA el pasado 30 de diciembre en la T-4 del aeropuerto de Barajas “además de matar a dos personas inocentes, constituyó un enorme error que puso patas arriba el proceso de paz”. Sin embargo, metió la gamba hasta el mismísimo corvejón, quiero decir que se equivocó gravemente al exhumar el Plan independentista o soberanista que lleva su nombre, el cual, aunque fuera aprobado por la Cámara de Vitoria, fue rechazado de plano por el Congreso de los Diputados. Asimismo, marró morrocotudamente al aseverar que “haga lo que haga ETA, daré la palabra al pueblo en esta legislatura”. El lehendakari se refirió al referéndum o consulta democrática popular que no está en disposición de convocar, por la sencilla razón de que no se encuentra entre sus atribuciones. Parece mentira, pero es la pura verdad. Quien debería dar ejemplo de demócrata y, por lo tanto, guardar y hacer guardar la Carta Magna, hace como que se la pasa cuando le peta y apetece, tan ricamente, por el forro de sus caprichos.
Coincido básicamente con las opiniones que dieron ayer al respecto, nada más tener conocimiento (que no miento) del último (por el momento) desliz que había cometido Ibarretxe, el secretario general del PSOE-EE, Patxi López, que reprochó al lendakari estar cada día “más desfasado, más en el pasado y más alejado de la sociedad vasca”, y el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, que acusó a Ibarretxe de colocarse en la vanguardia de la debacle y anteponer sus obsesiones nacionalistas personales a las verdaderas necesidades de sus conciudadanos.
E. S. O, un andoba de Cornago