HAY PSICÓPATAS PEORES QUE LOS POLITICOS

Dado que las guerras se han ganado siempre con plata y no con plomo, está claro que quien más dinero tiene, más poder tiene. De modo que ha sido una constante en la Historia que los que tienen el dinero son los que mandan.

Sin embargo la situación actual es un tanto distinta. Los poderosos no pretendían cambiar la sociedad, se trataba que la sociedad hiciera lo que a ellos les convenía, pero en todo lo demás, la sociedad seguía su camino sin mayores injerencias.

Pero a lo largo de los dos últimos siglos, desde la revolución, los que mandan se propusieron la tarea de cambiar la mentalidad de la gente, sin importar el tiempo que tardaran. Y con mucha paciencia se pusieron a ello y hay que reconocer que con gran acierto, especialmente en estos últimos años en los que la sociedad ha experimentado un cambio total.

Ese es el cambio fundamental ocurrido entre los poderosos, que de ir más o menos por libre, se coordinaron y elaboraron planes a tan largo plazo que ni sus tataranietos los verían realizados, pero se han cumplido y hoy, con el cambio de mentalidad, el dominio sobre la sociedad es total o casi.

La primera premisa es que nadie sepa de su existencia, por eso, cuando hablamos de ellos, no podemos ponerles nombres, sólo sospechas y claro, con sospechas no se puede convencer a nadie especialmente si esa persona se informa sólo por los medios oficiales. Ese ha sido su mayor éxito, nadie sabe quienes son ni qué pretenden exactamente y en realidad no tenemos la certeza que existan. Pero sí los podemos conocer por sus efectos sobre la sociedad.

Nadie ha visto un electrón y por lo que dicen los físicos, nadie podrá verlo, pero se sabe que existe y se conocen sus propiedades por los efectos que produce sobre lo que le rodea. Pues exactamente pasa con la élite, oscura, dicen algunos, no podemos verlos, pero si nos fijamos cuidadosamente, hay muchos efectos que sólo pueden explicarse admitiendo su existencia.

Pensar en que la sociedad pueda llegar a unirse para derribarlos es tan utópico como intentar ver un electrón. A lo largo de la Historia, las sociedades han cambiado el rumbo y las élites han recibido su parte, pero eso es por la evolución propia de la sociedad y en muchos casos influida por fracciones de la élite, que la han utilizado como herramienta para eliminar a la competencia.

Afortunadamente la élite no es un todo monolítico, hay sus tendencias y hay sus luchas internas o al menos eso se deduce al analizar sus actuaciones y por otra parte, salen en algunos países personas que luchan contra ellos, por tanto y ellos lo saben, la victoria no la tienen asegurada.

Dado que el enemigo, si es que existe, es invisible, lo que podemos hacer es intentar convencer a la gente que hay vida fuera de los telediarios y de los medios en general y denunciar y oponernos a los proyectos de ingeniería social, que son tan descarados, seguramente fruto del convencimiento que sociedad está sometida, que cualquiera que no esté abducido por los medios se da cuenta fácilmente.

Si el proyecto de ingeniería social fuera fruto de unos políticos mediocres y sinvergüenzas unidos en el plan al azar, tampoco hacemos mal oponiéndonos a ese proyecto demencial que conduce a la sociedad a la ruina.