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Exigencias democráticas a los políticos


Nota



Exigencias democráticas a los políticos
Mariano Rajoy, enfrentado a José Luis Rodríguez Zapatero, dijo ayer una verdad de crucial importancia democrática: "para ser presidente del gobierno debería exigirse algo más que ser español y mayor de 18 años".

Lástima que haya dicho esa importante verdad democrática en una situación de "cabreo" y no tras una serena reflexión sobre el desmesurado poder y los injustos privilegios que tienen hoy los políticos, incluído él mismo, y la triste degradación que padece la democracia.

Ciertamente, el ciudadano y el sistema deberían exigir a los que se postulan para presidentes del gobierno y también a cualquier político que desempeñe cargos públicos de responsabilidad (diputados, ministros, secretarios de estado, directores generales, consejeros, presidentes y directores de empresas públicas, alcaldes y hasta concejales), además de ser españoles y mayores de edad, que presenten certificados de situación patrimonial, de buena conducta y de antecedentes penales, que se sometan a sorpresivos controles periódicos antialcohólicos y antidopaje, que hayan cursado estudios superiores y que posean al menos conocimientos concretos sobre las materias de su competencia y de idiomas.

El problema es que el pueblo no tiene poder alguno para exigir nada a los poderosos políticos, muchos de los cuales han olvidado su deber de servicio público y se han transformado en intocables y arrogantes reyezuelos de una democracia degenerada.

Así que, como no hay mal que por bien no venga, proponemos a Mariano Rajoy que sea consecuente con las palabras que ha pronunciado en "Onda Cero" y presente en las Cortes un proyecto de "Ley de Exigencias a Políticos y Cargos Públicos", que, si llegara a aprobarse, tendría un efecto vivificante, profiláctico y regenerador de una democracia que se encuentra hoy penosamente postrada y cada día más alejada de los ciudadanos.

Si los conductores de autos, motos y camiones son sometidos a controles antialcoholicos y los ciclistas profesionales y deportistas a controles antidoping, ¿por que no hacerlo también con un político que tiene que tomar decisiones trascendentes en nombre de la comunidad? ¿Acaso es más poligroso para la sociedad un conductor borracho que un diputado o un alcalde beodo? ¿No es sensiblemente más peligroso un ministro atiborrado de drogas que un ciclista dopado?

Con esas exigencias y controles evitaríamos toneladas de incompetencias, despilfarros, desaciertos y corrupciones, así como situaciones de ridículo de nuestros representantes, incapaces de comunicarse en los foros internacionales por desconocer los idiomas de uso común.

Algunos domesticados dirán que esas exigencias a los políticos serían una "falta de respeto", pero yo les digo que lo que es una auténtica falta de respeto al ciudadano, que es el soberano en democracia, es que se instaure descaradamente la desigualdad y que nadie sea capaz de controlar al Estado ni a los políticos que lo gestionan, contradiciendo así las normas y costumbres originales de la democracia.

Esos controles y exigencias, pese a quien pese, deberían existir y servirían para garantizar que los que nos representan, nos gobiernan y toman decisiones que marcan la vida y el destino de todos sean personas decentes y preparadas para cumplir sus misiones.

Si a una secretaria o a un jefe de ventas se les exigen conocimientos de idiomas y estudios superiores, ¿por qué lo único que se le exige a un Ministro o a un consejero es que sea amigo del presidente del gobierno o que esté "enchafado" en su partido?

La injusticia vigente es tan evidente y el privilegio de los políticos es tan ostentoso e insultante que nadie debería discutir que los cargos públicos, para bien de la comunidad, fueran sometidos a duras exigencias y controles. Esas exigencias y controles no serian, en modo alguno, una humillación, sino una justa y estimulante garantía democrática.

Ya va siendo hora de que transformemos la partitocracia u oligocracia de partidos que nos gobierna en una verdadera democracia, donde el protagonismo sea de quién, según la Constitución, posee el poder soberano: el ciudadano, hoy vergonzosamente relegado e ignorado por un sistema que, poco a poco, silenciosamente, ha ido perdiendo sus esencias y acomodandose a los intereses de los partidos y de los políticos profesionales.


   
Miércoles, 17 de Enero 2007
Artículo leído 1525 veces




Comentarios:

1.Publicado por Gregorio López el 17/01/2007 12:58
A las exigencias democráticas que recoge en su comentario sólo falta añadir, entre otras; que sea propietario con un importatne nivel de riqueza o sea banquero o industrial o catedrático .... Así podríamos excluir de partida a muchos ignorantes y pobres. ¡"Avanzaríamos" hacia el siglo XIX!

2.Publicado por F. Rubiales el 17/01/2007 14:01
No creo que exigir preparación y honradez a nuestros representantes políticos sea retroceder hasta el XIX. Sinceramente, por más que lo analizo no lo veo. No creo que entre las exigencias y controles que debemos imponer deba figurar la que usted menciona de que sean ricos, banqueros, industriales o catedráticos. Eso es irrelevante. Lo importante es que sean honestos y etén preparados. Sólo eso. No entiendo por qué se ofende usted ¿Le afecta directamente el tema?

Creo que usted está juzgando este blog desde posiciones partidistas. Es muy probable que usted sea militante. Entonces sí comprendo su reacción.

En Voto en Blanco no somos del PP, ni del PA, ni del PSOE, ni de ningún otro partido. Intentamos ser demócratas y, a veces, con extraordinario esfuerzo, casi lo conseguimos. Sólo eso.

Gracias por leernos.

Un cordial saludo.

3.Publicado por piensa antes de escribir, por favor el 17/01/2007 17:55
¿Realmente piensas que un partido presentará a su inculto/delincuente/irresponsable candidato a las elecciones y posteriormente el pueblo llano lo elegirá mediante el voto?

Me parece ingenuo el artículo entero (por no decir otra palabra un tanto malsonante), y además basado en una verdad que, dicha por quien lo dijo (y en el momento en el que la dijo) lo que pretendía es ser un insulto, un "no tiene otra cosa que ofrecer que lo meramente exigible", y escribir toda una apología del no-intrusismo me parece lo mas absurdo que he leido en mucho tiempo.

De hecho, y siguiendo la idiosincrasia del artículo que has escrito voy a escribir yo otro: Exijamos que la leche sólo provenga de vacas que coman vegetales. No me parece arriesgado asegurar que no me pienso beber un vaso de leche que provenga de una vaca carnívora. Alguno encontrará esta aseveración fascista para con el resto de las vacas, pero¿ no es mínimamente admisible que se exijan unos controles de calidad sobre la alimentación que siguen estos animales?

Una última anotación de carácter personal (que ruego me aclareis)

Cito: "En Voto en Blanco no somos del PP, ni del PA, ni del PSOE, ni de ningún otro partido. Intentamos ser demócratas y, a veces, con extraordinario esfuerzo, casi lo conseguimos. Sólo eso."

Me explique cómo se puede ser demócrata promoviendo el voto en blanco, es como decir que se es vegetariano y demostrarlo a diario comiendo filetes. (culinario que estoy hoy)

4.Publicado por Isaiah Berlin el 17/01/2007 18:43
Me ha recordado su artículo una entrevista que le hizo Paco Robles a Manuel del Valle en Sevilla TV. En ésta le preguntaba su opinión sobre el Alcalde de Sevilla, Sr. Sánchez Monteseirín. El Sr, del Valle le respondía que comparara los curricula de los miembros de su grupo con los del Sr Sánchez Montesierín. Y no dijo más.

5.Publicado por gamboa el 17/01/2007 19:47
Los ataques al artículo de hoy de "piensa antes de escribir, por favor", que debe ser el mismo Gregorio López que hizo el primer comentario, son tan inconsistentes y tan "sociatas" que se le ve el plumero. Califica el artículo como "una apología del no-intrusismo", cuando en realidad el no intrusismo no aparece por singún sitio. El artículo es una apología de algo tan elemental y lógico que no nesita comentario. ¿No es evidente que no se exige nada a un político y sí se exige a cualquier trabajador? ¿No perece eso escandaloso?. Lamento que los adictos al poder se dediquen a dar martillazos a la razón y que, a falta de argumentos, descalifiquen. Hay, además, una confusión notable en sus ideas. Parece decir que el voto en blanco no es democrático, cuando no hay nada más democrático que acudir a las urnas y votar, ya sea en blanco o por una opción cualquiera. El asunto está mas que estudiado, pero, al parecer, hay que insistir. Lo que si podría ser calificado (no por mí, desde luego) de antidemocrática es la abstención, pero nunca el voto en blanco.

Señor Rubiales: que no le afecten críticas como estas porque se ven de don vienen. Si no lo tiene claro, visite usted su blog, el de ciudadano proponente, y verá que es de la red socialista.

6.Publicado por Moles el 17/01/2007 20:56
Quisiera que me preseleccionen como en el Gran Hermano.
Guapos,altos,rubios,de ojos celestes,europeos,con título universitario de tercer grado,un mínimo de un m illón de euros en propiedades,certificado de pureza de religión,castellano,jamás un vasco,gallego (lo perdonamos a Rajoy por gay)o catalán.
Por favor,que no sea un sociata rojo corrupto.
Vamos,se necesita "gente como uno".
Arriba España!
Viva Franco!
La página en vez de llamarse Voto en Blanco debería llamarse
Voto Calificado

7.Publicado por Breugnon el 18/01/2007 10:52
¿Y digo, yo. No bastaría con ser honrado? ¡Vamos, una persona!
De verdad; que existen
Las personas solo tienen que ser libres y justas. Todo lo demás es accesorio.
Creo que no queremos ver la realidad que nos rodea y tenemos un gran problema: la convivencia.

8.Publicado por Manuel Lissén el 18/01/2007 12:33
Sócrates decía en la República que los magistrados deberían ser los hombres más sabios, consagrados toda una vida a la búsqueda de la verdad y la virtud. Se podría aducir que el planteamiento de Sócrates era utópico, pero no tengo la capacidad de cuestionar los pensamientos de alguien tan sabio.

Será porque no nos hemos tomado en serio a Sócrates. Creo que en España siempre hemos tenido "muy poco líder para un pueblo tan grande" y, como consecuencia, que es el pueblo el que se ha "envilecido". Digo esto porque estoy convencido de que unos líderes con verdadero "talante democrático", no sometidos a ningún mandato imperativo y sí a la soberanía popular, bastarían para que la marea en que vivimos se reposara. Pero no ha tenido que ser así durante la historia, ya que son muchos intelectuales los que han dejado frases sobre la cualificación de los políticos que van en la misma línea de lo que Franky apunta. Por ejemplo, Robert Louis Stevenson decía que "La política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación". Visto desde esta perspectiva, puede que sea verdad eso de que "tenemos lo que nos merecemos", porque, viendo que muchas veces nos vemos reducidos a escoger al mejor entre lo más malo, a lo mejor deberíamos plantearnos si la cuestión está en hacer algo por nosotros mismos. Aunque, por supuesto, eso no asegura que lo hiciéramos mejor.

La propuesta de hacer "controles anti - doping" a los políticos me parece genuina, pero estoy de acuerdo con el planteamiento del artículo. No entiendo las críticas que hacen algunos sobre el mismo: en ningún momento se habla de discriminación, ni de negar la oportunidad a nadie. Si alguien se opone a que los políticos "[...] presenten certificados de situación patrimonial, de buena conducta y de antecedentes penales [...]" algo tendrá que temer, o no comprende lo que se está pidiendo.

Me gustaría hacerle una pregunta a Franky: imaginemos un estado realmente democrático, donde se garantice la independencia de los poderes del estado. ¿Qué poder / es deberían ser accesibles a los políticos? Entendamos por "político", en este estado, cualquier ciudadano que cumpla los mínimos que establezca la ley y que pueda ser democráticamente elegido por el pueblo para ocupar un cargo público. Es decir, ¿serían iguales las condiciones para ocupar un cargo en el legislativo que uno en el ejecutivo?

También quería hacer una segunda pregunta, aunque no sé si es el lugar adecuado. Cuando se dice que un diputado "lo es por Sevilla" (por ejemplo), eso no quiere decir que represente a nadie de Sevilla, ya que en el Congreso no están representados los ciudadanos, sino la pluralidad, ponderada por el sufragio popular y la ley electoral, ¿es así? Cuando se dice que "fulanito es diputado por ...", nos referimos a que obtuvo su acta de diputado en Sevilla, porque iba en la lista que su partido presentara en ese distrito, o como se llame ¿me equivoco? ¿Ocurre igual con los Senadores? Por otra parte - y perdonen mi ingenuidad - ¿por qué existen colegios de todas las profesiones, menos la de político?

Un saludo.

9.Publicado por piensa antes de escribir, por favor el 18/01/2007 16:51

@GAMBOA

1.- No soy el del primer comentario. Eso de achacar diferentes opiniones en contra a una misma persona me suena a "este no está de acuerdo, por tanto ha de ser fulanito". Que sepas que hay mas personas que dias y mas dias que longaniza, y la opiniones son como los culos: unos feos y otros no tanto, pero todo el mundo tiene el suyo propio.
2.- Explicaré lo de apología del no-intrusismo, que veo que no lo acabas de entender. Intrusismo es que alguien haga algo que no le corresponde, por ejemplo que yo haya estudiado derecho y me dedique a programar, eso es intrusismo profesional. Lo que viene a decir el artículo es que no deberían dejar a cualquiera gobernar, sino que habría que pedirle unos mínimos requisitos; eso sería intrusismo político (el que alguien sin preparación salga elegido presidente, por ejemplo).
3.- No he "atacado" el artículo, lo he criticado (hay una diferencia sustancial, que está claro que tampoco entiendes.
4.- Dudo que "me hayas visto el plumero" de sociata, puesto que no soy socialista, ni populista, ni izquierdista. Tengo una ideología que estaría encantado de debatir contigo (o cualquiera).
5.- Dices que el artículo es "tan elemental y lócigo que no necesita comentarlo". Pues si te lees mi comentario de nuevo verás que ESO ES EXACTAMENTE LO QUE DIGO. y digo más; no es que no necesite comentarlo, es que es de una obviedad que roza el absurdo. Exijamos que los fruteros sólo vendan sandías rojas! (pues es lo mismo, ¿cómo vas a exigir algo que YA ES ASI Y NO PUEDE SER DE OTRA MANERA?).
6.- Efectivamente, ir a las urnas y votar es lo mas democrático que hay (de nuevo, vuelve a leer mi comentario), pero hacerlo en blanco viene a ser como renunciar a tu derecho al voto pero sin que esa abstención beneficie a nadie, o sea: voy a votar, pero no voto a nadie porque no me gusta ningun opción. Pues a mi tampoco, pero elijo entre lo menos malo (al igual que hacemos todos continuamente a lo largo de nuestra vida). ¿Os habeis parado a pensar qué ocurriría si TODO el mundo votase en blanco?¿eso sería democracia? (CONSTE QUE ESTA OPINIÓN ES MIA PERSONAL E INDEPENDIENTE TOTALMENTE DE LA CRITICA AL ARTICULO)

Volveré a poner mi opinión sobre el artículo para que no se malinterprete: Me parece absurdo exigir algo que ya de por si se da, y por poner otro ejemplo (y van 3); Es como exigir que para poder sacarte el carnet debas respirar... ¿Os dais cuenta? ¡EN LA ACTUALIDAD NO SE EXIGE! cualquier zombie podría sacarse el carnet si aprueba los exámenes !! ES ESCANDALOSO!!.... ¿Cómo dices, gamboa?¿Que no existen los zombies?, pues candidatos por un partido sin preparación TAMPOCO.

10.Publicado por Soria el 19/01/2007 01:57
Señor Rubiales --por cierto, no soy sociata, pero debo significar que lo de sociata es peyorativo, no esperaba el uso de peyorativos de alguien culto y que dice que no es de ningún partido--.
No ser de un partido no es grantía de nada, es una simple condición personal y, en ocasiones, ideológica. Definirse como apartidario, aideológico o apolítico s un tanto curioso. Todos hacemos política, máxime quienes afirman no hacerla o no tener ideología u opinión. Aparte de esta consideración, lamento que una persona experimentada como usted desprecie con tanta devoción la política que se practica en un Estado democrático y proponga soluciones elitistas para encarrilar a los políticos y, por extensión, a los votantes, que al parecer --según usted-- son unos irresponsables por haber votado a segújn quien.
Que haya discrepancias y que éstas sean graves y sustanciales no es negativo, que haya diferencias de instrucción, listos y bobos, altos y bajos, ricos y pobres o dispares procedencias tampoco es preocupante en democracia. Lo inquitante es que haya personas que disfrutan denigrando a los demás y que se arroguen la posesión de la verdad. El no va más de la ignorancia es creer que uno está en osesión de la "razón pura". Lea a Kant, es una sugerencia.

11.Publicado por franky el 19/01/2007 06:57
Respuesta a D. Manuel Lissen:

Plantea usted dos preguntas, que responden a inquietudes que comparto. Mis respuestas son:

1.- Mi ideal se acerca bastante a la democracia liberal en estado puro, pero con algunas correcciones, imposibles de explicar en tan corto espacio. En resumen: los poderes, completamente independientes, sin interferencias, pero bajo control de la Sociedad Civil, que tendría que elegir, al margen de los partidos políticos, a ciudadanos que integren jurados populares (una especie de cónsules) encargados de evaluar y juzgar la actuación de cada poder. Se introducirían, como en la democracia clásica griega, elementos como el sorteo para designar cargos públicos. Elegir concejales por sorteo es más justo y más seguro que el método actual, que eleva al cargo a amigos del alcalde o a enchufados del partido. También como en Grecia y Roma, los cargos estarían remunerados y durarían poco tiempo. Los curricula de los candidatos sería minuciosamente evaluados por funcionarios de probada limpieza, preparación e independencia (cónsules). La opinión de la ciudadanía tendría que ser permanentemente conocida a través de las modernas TIC (Tecnologías de la Comunicación), que lo permiten. Cuando esa voluntad popular mayoritaria tuviera que ser cuestionada por los poderes ciudadanos, tendrían que funcionar los mecanismos de emergencia 8consules) y establecerse un debate sobre los pros y contras. Esa sería la única forma de controlar al Estado desde la ciudadanía y de desmontar el perverso sistema de los partidos políticos profesionalizados. Los ciudadanos tendrían presencia y representación en las instituciones a través de una sociedad civil vertebrada, sin que fuera posible el reparte de la tarta que hacen hoy los partidos en las empresas públicas, universidades, cajas de ahorro, etc. Se trata, en definitiva, de introducir el componente “sociedad civil” como parte principal del sistema político. Pero quedan muchas incógnitas, entre ellas cómo estructurar esa sociedad civil o cómo elegir a los representantes ciudadanos. Muchas de esas preguntas se responden, desde luego parcialmente, en la última parte de mi libro “Políticos, los nuevos amos”.

En cuanto a la segunda pregunta, el sistema representativo español que usted menciona es perverso y antidemocrático. La territorialidad tiene que ser respetada, aunque también la representación colectiva de la nación, que es la suma de las divisiones territoriales que integran el estado-nación. El actual sistema se ha hecho en beneficio de los partidos, para que los diputados sólo tengan que respponder ante las elites del partido y no ante sus electores. En la democracia pura que propugnamos, los representantes deberán responder ante las asambleas que les han elegido y, una vez electos, representar también la generalidad de la nación en los órganos e instituciones.

Hay que ser consecuentes: si el problema actual deriva de los partidos políticos, que se han alejado del ciudadano y se han convertido en maquinas profesionalizadas cazadoras de poderes y privilegios, hay que eliminarlos del sitema.

Es un debate apasionante, D. Manuel, pero no para un espacio como este.

Franky

12.Publicado por linus el 21/01/2007 00:12
Me empieca a resultar repugnante que hayan personas que se escandalicen cuando simplemente se reivindica que los ciudadanos podamos controlar a los políticos, que entiendo es el verdadero fondo del artículo.

Por ello, si los ciudadanos decidimos que los políticos deben ser catedráticos ¿cuál sería el problema? Siempre y cuando los ciudadanos podamos volver a modificar esta situación cuando se desee. El interpretar que el considerar el control a los políticos en función de su buena conducta o su buen hacer y preparación es fomentar el elitismo, es de lo más absurdo y demagogico que he escuchado (¡que ya es decir!). Es como decir que en un equipo de futbol da igual si se sabe o no jugar o darle al balón ¡no seamos discriminadores!!

Y eso de que ser político es decir que se está preparado ... ¡pues mira que dicen tonterías, si no llegan a estarlo!! Por eso ponen a gente como Roldán al frente de un cuerpo de seguridad del estado y cosas así.

¡Bah! no pierdo más el tiempo

Un saludo



 Ideario

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Este blog no es una plataforma de promoción del Voto en Blanco, sino un medio de castigo al mal gobierno y a la política antidemocrática que utiliza el termino “Voto en Blanco” por lo que conlleva de protesta y castigo al poder inicuo.

El voto en blanco es una bofetada democrática a los poderes políticos ineptos y expresa la protesta ciudadana en las urnas cuando padece gobiernos insoportables, injustos y corruptos. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Conscientes del riesgo que representaría un voto en blanco masivo, los gestores de las actuales democracias no lo valoran, ni lo contabilizan, ni le otorgan plasmación alguna en las estructuras del poder. El voto en blanco es una censura casi inútil que sólo podemos realizar en las escasas ocasiones que se abren las urnas. Esta bitácora abraza dos objetivos principales: Valorar el peso del voto en blanco en las democracias avanzadas y permitir a los ciudadanos libres ejercer el derecho a la bofetada democrática de manera permanente, a través de la difusión de información, opinión y análisis.




HIENAS Y BUITRES. PERIODISMO Y RELACIONES PERVERTIDAS CON EL PODER


Hienas y buitres es un libro escrito para despertar y movilizar las conciencias dormidas e intoxicadas desde el poder. Leerlo representa un vuelo rasante por encima de los secretos de la comunicación moderna y de los recursos y trucos que utiliza el poder para ejercer el dominio.
Las relaciones entre políticos y periodistas siempre han sido tormentosas. Son dos poderes decisivos que en las últimas décadas han pretendido dominar el mundo. En ocasiones lo han mejorado, pero otras veces lo han empujado hacia el drama y el fracaso. Políticos y periodistas se aman y se odian, luchan y cooperan, nos empujan hacia el progreso y también nos frenan. Son como las hienas y los buitres, que comen y limpian huesos juntos, pero sin soportarse. Al desentrañar el misterio, aprenderemos también a defendernos de sus fechorías.
Los medios son la única fuerza del siglo XXI que tiene poder para poner y quitar gobiernos y para cambiar los destinos del mundo.
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DEMOCRACIA SEVERA. MÁS ALLÁ DE LA INDIGNACIÓN


Lo que hoy llamamos "democracia" es un triste remedo de lo que fue ese sistema en sus orígenes. Los políticos han aprendido a violarla y la han desnaturalizado y desarmado. "Democracia Severa, mas allá de la indignación" (Tecnos 2015), de Francisco Rubiales Moreno y Juan Jesús Mora Molina, es un libro que denuncia la degradación de la democracia y señala las reformas que el sistema necesita para que sea justo y decente y para que los políticos estén bajo control.
A la democracia le faltan piezas de gran importancia: exigencias éticas, controles a los políticos, que deben ser examinados, psiquica y moralmente, por comisiones independientes, auténtica separación de los poderes y otorgar un papel preponderante a la sociedad civil y al ciudadano, que deben influir y, sobre todo, supervisar la labor de los gobernantes, pudiendo, incluso, destituirlos. La impunidad debe acabar, como también la tolerancia frente a la corrupción y esos cheques en blanco que permiten a los políticos gobernar como les da la gana, ignorando la opinión de los ciudadanos, que son sus jefes y los soberanos del sistema.
Democracia Severa, que ya está en las librerías, aporta lucidez, libertad y solvencia ciudadana. Es una reflexión de denuncia que señala los puntos débiles de nuestro sistema y ayuda a la regeneración y a construir un mundo mejor.
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Las revelaciones de Onakra el escriba de Dios

Este libro, publicado por Francisco Rubiales Moreno, Las Revelaciones de Onakra, el escriba de Dios, no es, como los tres anteriores del mismo autor (Democracia Secuestrada, Políticos, los Nuevos Amos y Periodistas sometidos), un ensayo de pensamiento político, sino una original narración que recoge misteriosas revelaciones sobre la llegada de los primeros ángeles a la Tierra, sus relaciones con las especies vivientes del planeta, el nacimiento de la inteligencia humana y el inicio de esa lucha a muerte entre el bien y el mal que domina la existencia humana, desde el principio hasta el final de los tiempos.
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Periodistas Sometidos. Los perros del poder (Editorial Almuzara, 2009), el último libro publicado por Francisco Rubiales, ha sido acogido con gran interés por políticos, periodistas y ciudadanos interesados en conocer con detalle la profunda crisis del periodismo en España, el sometimiento al poder de miles de periodistas y de redacciones completas, la agonía del periodismo libre, independiente y crítico y la rotura de la vieja alianza entre periodistas y ciudadanos, sin la cual la democracia deja de existir.
Es el tercer y último libro de la trilogía de pensamiento político que comenzó con Democracia Secuestrada (Almuzara 2005) y continuó con Políticos, los nuevos amos (Almuzara 2007).
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Políticos, los nuevos amos

Políticos, los nuevos amos es el nuevo libro de Francisco Rubiales, publicado tras el éxito de Democracia secuestrada.

Como afirma el ex ministro Manuel Pimentel en el Prólogo,"Políticos, los nuevos amos afronta el problema de la degradación del poder con extraordinaria valentía, claridad y profundidad".
Pimentel, que recomienda la lectura del libro a los presidentes, ministros, altos cargos políticos, militantes y a cualquier ciudadano inquieto y preocupado por la democracia, lo define como un libro "duro, libre, alejado de lo políticamente correcto, capaz de provocar reflexiones y golpes de conciencia muy dolorosos".
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La rebelión ya ha comenzado. Los ciudadanos quieren regresar del exilio y revitalizar una democracia que está postrada y secuestrada. El ciudadano será de nuevo el protagonista en una democracia auténtica y regenerada. El ser humano está dispuesto a construir a cualquier precio la catedral del futuro. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo, a pesar de sus cobardías, dudas y fracasos Pero, hasta conseguirlo, tendrá que atravesar desiertos y desfiladeros poblados de peligros y de alimañas dispuestas a defender con sangre y fuego sus privilegios.
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