El robo político es brutal en España: aeropuertos sin aviones, partidos políticos multimillonarios, trenes innecesarios, edificios vacíos, mas coches oficiales que el resto de Europa y USA, privilegios insultantes para los políticos, pensiones vitalicias, etc.
La subida de impuestos que pretende imponer Pedro Sánchez es absolutamente innecesaria y sólo se explica porque ellos quieren más dinero para financiar su poder, su clientelismo y sus privilegios. Los mentirosos de la "tele" dan por hecho que hay que subir los impuestos y esconden vergonzosamente que el dinero le falta al gobierno sólo porque despilfarra, porque no para de colocar a ineptos con carné en el corazón del Estado y porque permite que la corrupción y el robo sustraigan decenas de miles de millones de euros del erario público.
Los políticos españoles despilfarran sin control, incrementan cada vez más el número de enchufados a cargo del Estado y engordan de manera temeraria y suicida a un Estado que ya es insostenible, a pesar de que España es uno de los países de Europa que recibe más dinero por la vía de los impuestos indirectos y el consumo, al contar con más de 80 millones de turistas extranjeros que nos visitan cada año y que enriquecen al Estado cada vez que comen, beben, duermen y se divierten.
La gran mentira de España es que se dice que falta dinero para financiar el Estado, cuando en realidad sobra. Si no se robara tanto y si el tamaño del Estado fuera similar al de los países de nuestro entorno, España tendría dinero para pagar las pensiones, arreglar las carreteras, hoy abandonadas, socorrer a los débiles, sostener su empobrecida Justicia, potenciar la obra pública, subir los salarios y bajar los impuestos hasta convertirse en el gran paraíso europeo de la prosperidad y empleo abundante.
Se repite que la fiscalidad en España todavía es inferior a la media de Europa, lo que es falso, pero nadie habla de la gran mentira del poder: España tiene más políticos a sueldo que Alemania, Francia y Gran Bretaña juntos y más aforados y coches oficiales que toda Europa y Estados Unidos juntos, lo que indica hasta donde se ha llegado con la locura del despilfarro y los abusos del poder político.
La codicia de los políticos es tan brutal y el Estado español es tan grueso e insostenible que para financiarlo se necesita tanto dinero que tienen que subir los impuestos hasta la locura y la injusticia. Para poder robar a manos llenas y al mismo tiempo sostener un Estado obeso y desproporcionado, no hay otra salida que expoliar a los ciudadanos con impuestos abusivos y confiscatorios. Esa es la gran verdad que se oculta a los españoles con la colaboración miserable de los medios de comunicación.
Los partidos políticos, generosamente financiados con el dinero de los impuestos, se han acostumbrado a la riqueza y al cobro de dinero negro bajo cuerda. El país nada en la abundancia, pero el dinero se va por las alcantarillas de la corrupción, el despilfarro y el gigantismo de un Estado irracional e insostenible. Esos partidos políticos están ya tan podridos y habituados al saqueo que nunca podrán iniciar la ruta de la regeneración ni poner soluciones al río de despilfarros y abusos que asfixian la economía española.
Sólo los ciudadanos tienen la solución en sus manos y sólo la lograrán si se lanzan a las calles para acabar con tanta desvergüenza, abuso, despilfarro y latrocinio. Ningún otro país de Europa necesita que sus ciudadanos corrijan de manera contundente el rumbo mafioso y degenerado emprendido por sus políticos. Nada es más urgente en España que el estallido de una "Primavera Española” que acabe con el abuso de poder, la indecencia y el delito de los que se han apoderado del Estado.
El estallido de la "Primavera Española", una auténtico puñetazo en la mesa del pueblo indignado y decente, que ponga firme a los políticos y cambie la rapiña por la decencia y la ineptitud por la eficacia, es la única esperanza de España para salir del pozo de lodo y porquería en el que nos han sumergido los políticos.
Francisco Rubiales
Los políticos españoles despilfarran sin control, incrementan cada vez más el número de enchufados a cargo del Estado y engordan de manera temeraria y suicida a un Estado que ya es insostenible, a pesar de que España es uno de los países de Europa que recibe más dinero por la vía de los impuestos indirectos y el consumo, al contar con más de 80 millones de turistas extranjeros que nos visitan cada año y que enriquecen al Estado cada vez que comen, beben, duermen y se divierten.
La gran mentira de España es que se dice que falta dinero para financiar el Estado, cuando en realidad sobra. Si no se robara tanto y si el tamaño del Estado fuera similar al de los países de nuestro entorno, España tendría dinero para pagar las pensiones, arreglar las carreteras, hoy abandonadas, socorrer a los débiles, sostener su empobrecida Justicia, potenciar la obra pública, subir los salarios y bajar los impuestos hasta convertirse en el gran paraíso europeo de la prosperidad y empleo abundante.
Se repite que la fiscalidad en España todavía es inferior a la media de Europa, lo que es falso, pero nadie habla de la gran mentira del poder: España tiene más políticos a sueldo que Alemania, Francia y Gran Bretaña juntos y más aforados y coches oficiales que toda Europa y Estados Unidos juntos, lo que indica hasta donde se ha llegado con la locura del despilfarro y los abusos del poder político.
La codicia de los políticos es tan brutal y el Estado español es tan grueso e insostenible que para financiarlo se necesita tanto dinero que tienen que subir los impuestos hasta la locura y la injusticia. Para poder robar a manos llenas y al mismo tiempo sostener un Estado obeso y desproporcionado, no hay otra salida que expoliar a los ciudadanos con impuestos abusivos y confiscatorios. Esa es la gran verdad que se oculta a los españoles con la colaboración miserable de los medios de comunicación.
Los partidos políticos, generosamente financiados con el dinero de los impuestos, se han acostumbrado a la riqueza y al cobro de dinero negro bajo cuerda. El país nada en la abundancia, pero el dinero se va por las alcantarillas de la corrupción, el despilfarro y el gigantismo de un Estado irracional e insostenible. Esos partidos políticos están ya tan podridos y habituados al saqueo que nunca podrán iniciar la ruta de la regeneración ni poner soluciones al río de despilfarros y abusos que asfixian la economía española.
Sólo los ciudadanos tienen la solución en sus manos y sólo la lograrán si se lanzan a las calles para acabar con tanta desvergüenza, abuso, despilfarro y latrocinio. Ningún otro país de Europa necesita que sus ciudadanos corrijan de manera contundente el rumbo mafioso y degenerado emprendido por sus políticos. Nada es más urgente en España que el estallido de una "Primavera Española” que acabe con el abuso de poder, la indecencia y el delito de los que se han apoderado del Estado.
El estallido de la "Primavera Española", una auténtico puñetazo en la mesa del pueblo indignado y decente, que ponga firme a los políticos y cambie la rapiña por la decencia y la ineptitud por la eficacia, es la única esperanza de España para salir del pozo de lodo y porquería en el que nos han sumergido los políticos.
Francisco Rubiales
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