José Luis Rodríguez Zapatero ha demostrado escasa sensibilidad democrática en la elección, a dedo y sin un debate previo en la Federación Socialista Madrileña, de su amigo Miguel Sebatián como candidato socialista a la Alcaldía de Madrid.
Esta vez el "talante" de Zaàtero, su pretendido "republicanismo" y su teórico deseo de construir una "democracia ciudadana" han fallado estrepitosamente y han sido sustituidos por el vulgar y autoritario "dedazo".
Hay, además, otro punto oscuro en la elección de Sebastián, precipitada y por sorpresa, que no escapa a la mayoría de los analistas políticos españoles: el anuncio, realizado el miércoles a bombo y platillo mediático, cuando se esperaba para noviembre, pretendía quitar peso informativo al "fiasco" del Europarlamento, donde el pretendido "proceso de paz" de Zapatero se impuso por sólo 10 votos y ni siquiera cosechó la mitad de los apoyos posibles (321 a favor, 311 en contra y 24 abstenciones).
La historia termina siempre por desechar el engaño y la manipulación y por dejar visible la verdad, con toda su crudeza, lo que significa que muy pronto quedará claro que la jornada del 25 de octubre de 2006 fue desastrosa para ZP y su futuro político. Europa y la comunidad internacional se darán cuenta que ZP está dividiendo peligrosamente a la opinión pública española e internacional con su terca defensa y patrocinio de una banda de asesinos etarras que, además, tuvo la mala educación y la arrogancia insultante de humillar al Parlamento Europeo y a la propia España robando 350 pistolas y revólveres en suelo francés, el dia antes de la histórica votación.
La prensa española, el día después, recoge hoy el resultado favorable al "proceso" por sólo "diez votos" como un triunfo amargo o como una victoria pírrica de Zapatero, cosechada a cambio de un terrible desgaste y de internacionalizar un problema interno español que Europa ha tenido que digerir con calzador y nauseas. Ni una gota de entusiasmo en los medios afines al gobierno y crítica indignada en los escasos medios libres y en los contrarios al gobierno, donde se resalta que el único vencedor en la jornada negra del 25 de octubre fue ETA.
Esta vez el "talante" de Zaàtero, su pretendido "republicanismo" y su teórico deseo de construir una "democracia ciudadana" han fallado estrepitosamente y han sido sustituidos por el vulgar y autoritario "dedazo".
Hay, además, otro punto oscuro en la elección de Sebastián, precipitada y por sorpresa, que no escapa a la mayoría de los analistas políticos españoles: el anuncio, realizado el miércoles a bombo y platillo mediático, cuando se esperaba para noviembre, pretendía quitar peso informativo al "fiasco" del Europarlamento, donde el pretendido "proceso de paz" de Zapatero se impuso por sólo 10 votos y ni siquiera cosechó la mitad de los apoyos posibles (321 a favor, 311 en contra y 24 abstenciones).
La historia termina siempre por desechar el engaño y la manipulación y por dejar visible la verdad, con toda su crudeza, lo que significa que muy pronto quedará claro que la jornada del 25 de octubre de 2006 fue desastrosa para ZP y su futuro político. Europa y la comunidad internacional se darán cuenta que ZP está dividiendo peligrosamente a la opinión pública española e internacional con su terca defensa y patrocinio de una banda de asesinos etarras que, además, tuvo la mala educación y la arrogancia insultante de humillar al Parlamento Europeo y a la propia España robando 350 pistolas y revólveres en suelo francés, el dia antes de la histórica votación.
La prensa española, el día después, recoge hoy el resultado favorable al "proceso" por sólo "diez votos" como un triunfo amargo o como una victoria pírrica de Zapatero, cosechada a cambio de un terrible desgaste y de internacionalizar un problema interno español que Europa ha tenido que digerir con calzador y nauseas. Ni una gota de entusiasmo en los medios afines al gobierno y crítica indignada en los escasos medios libres y en los contrarios al gobierno, donde se resalta que el único vencedor en la jornada negra del 25 de octubre fue ETA.