Votar para mantener un impuesto claramente injusto y contrario a la Constitución y contra el que una parte importante de la sociedad andaluza se ha alzado, reuniendo ya casi 180.000 firmas y camino del medio millón, es ya vergonzoso, pero la vileza más contraria a la democracia y a la ética se alcanza cuando se vota por mantener un impuesto que previamente ha sido considerado como "deslegitimado" por la presidenta de la Unta de Andalucía, Susana Díaz.
Hoy, día 19 de julio, el PP presentará nuevamente, en el Parlamento de Andalucía, una iniciativa para suprimir al 99,9% el impuesto de Sucesiones y Donaciones. El Sr. Marín, líder de Ciudadanos, ha prometido que, de producirse esa votación, su partido votará por la supresión de ese impuesto injusto y confiscatorio, pero los votos del PP y Ciudadanos no serán suficientes para neutralizar los de la izquierda en pleno, representada por el PSOE y Podemos.
Hoy asistiremos a una de las peores muestras del envilecimiento político, al contemplar como los diputados votan en contra de la voluntad popular y a favor de mantener un tributo que hasta los mismos socialistas ya consideran deslegitimado, no sólo porque es rechazado en las calles y en la opinión pública, sino porque vulnera claramente la Constitución, representa una ilegítima doble imposición, confisca bienes, burla la voluntad de los muertos, causa inmenso dolor e injusticia y está provocando en la economía andaluza ruina de empresas, pérdida de puestos de trabajo, fugas de familias a otras autonomías fiscalmente menos codiciosas e impidiendo que miles de técnicos y profesionales de éxito se establezcan en tierras andaluzas por miedo a morir aquí y permitir que la "Unta" arruine a sus familias.
El voto del PSOE y de Podemos llenará hoy de vergüenza a esos partidos porque no podrán votar, como en anteriores ocasiones, de manera oscura y sin la atención popular puesta en la Cámara. Muchos andaluces estarán hoy pendientes del voto y serán testigos de la vileza de una política en la que colisionan claramente los intereses del pueblo con los de un grupo de políticos cargados de privilegios y divorciados de los sentimientos y anhelos populares.
Para Susana Díaz, su pertinaz y soberbio mantenimiento de ese impuesto injusto significa desgaste, pérdida de votos y debilidad frente a los partidarios de Pedro Sánchez, conscientes de que la líder andaluza se está desangrando por su decisión de mantener un impuesto a todas luces injusto, cruel y dañino para la economía, que hace posible la brutalidad anticonstitucional de que heredar en Andalucía represente pagar cien veces más que en Madrid y mil veces más que en Canarias, todo un desgarro del derecho constitucional de los españoles a la igualdad.
La votación tendrá lugar en torno a las 17.00 horas y constituirá un espectáculo tan rastrero y sucio que quizás represente el principio del fin de la hegemonía socialista sobre la tierra Andaluza, a la que ha mantenido en el atraso y en la cola del progreso Europeo durante las casi cuatro décadas que lleva gobernando ininterrumpidamente.
Francisco Rubiales
Hoy, día 19 de julio, el PP presentará nuevamente, en el Parlamento de Andalucía, una iniciativa para suprimir al 99,9% el impuesto de Sucesiones y Donaciones. El Sr. Marín, líder de Ciudadanos, ha prometido que, de producirse esa votación, su partido votará por la supresión de ese impuesto injusto y confiscatorio, pero los votos del PP y Ciudadanos no serán suficientes para neutralizar los de la izquierda en pleno, representada por el PSOE y Podemos.
Hoy asistiremos a una de las peores muestras del envilecimiento político, al contemplar como los diputados votan en contra de la voluntad popular y a favor de mantener un tributo que hasta los mismos socialistas ya consideran deslegitimado, no sólo porque es rechazado en las calles y en la opinión pública, sino porque vulnera claramente la Constitución, representa una ilegítima doble imposición, confisca bienes, burla la voluntad de los muertos, causa inmenso dolor e injusticia y está provocando en la economía andaluza ruina de empresas, pérdida de puestos de trabajo, fugas de familias a otras autonomías fiscalmente menos codiciosas e impidiendo que miles de técnicos y profesionales de éxito se establezcan en tierras andaluzas por miedo a morir aquí y permitir que la "Unta" arruine a sus familias.
El voto del PSOE y de Podemos llenará hoy de vergüenza a esos partidos porque no podrán votar, como en anteriores ocasiones, de manera oscura y sin la atención popular puesta en la Cámara. Muchos andaluces estarán hoy pendientes del voto y serán testigos de la vileza de una política en la que colisionan claramente los intereses del pueblo con los de un grupo de políticos cargados de privilegios y divorciados de los sentimientos y anhelos populares.
Para Susana Díaz, su pertinaz y soberbio mantenimiento de ese impuesto injusto significa desgaste, pérdida de votos y debilidad frente a los partidarios de Pedro Sánchez, conscientes de que la líder andaluza se está desangrando por su decisión de mantener un impuesto a todas luces injusto, cruel y dañino para la economía, que hace posible la brutalidad anticonstitucional de que heredar en Andalucía represente pagar cien veces más que en Madrid y mil veces más que en Canarias, todo un desgarro del derecho constitucional de los españoles a la igualdad.
La votación tendrá lugar en torno a las 17.00 horas y constituirá un espectáculo tan rastrero y sucio que quizás represente el principio del fin de la hegemonía socialista sobre la tierra Andaluza, a la que ha mantenido en el atraso y en la cola del progreso Europeo durante las casi cuatro décadas que lleva gobernando ininterrumpidamente.
Francisco Rubiales
Comentarios: