El filósofo Philip Pettit, amigo de José Luis Rodríguez Zapatero y autor del conocido ensayo "Republicanismo, una teoría sobre la libertad y el gobierno", ha visitado España y ha presentado en público una evaluación ridícula del gobierno Zapatero, al que otorga un "sobresaliente", tras ignorar el análisis de errores cometidos y pasar por alto violaciones flagrantes de la propia doctrina "republicana", perpetradas por el gobierno español.
En la página 237 de la edición española de su libro (Paidos 1999), Pettit profundiza sobre la necesidad de que, para evitar la dominación del gobierno, las leyes básicas (como los Estatutos de Cataluña y de Andalucía) sean aprobadas por mayorías muy cualificadas, sugiriendo "dos tercios". En concreto dice: "al menos en lo atinente a las leyes básicas más importantes, desde el punto de vista de la no dominación, no debería resultar fácil cambiarlas. En particular, habría que exigir más que el mero hecho del apoyo de una mayoría en el parlamento o incluso entre la población".
Lamentablemente, en su informe laudatorio sobre el gobierno Zapatero, Pettit oculta que los estatutos de Cataluña y Andalucía, además de estar bajo sospecha de inconstitucionalidad y de haber tenido ambos al grueso de la opinión pública española en contra, Zapatero los ha aprobado e impuesto mediante los dos referundum más democráticamentre ridículos de la historia de la democracia española, con el voto de apenas un tercio del electorado.
La esencia del Republicanismo de Pettit es evitar por todos los medios la dominación del gobierno sobre la sociedad y los individuos, pero en su informe, el politólogo amigo de Zapatero ignora acontecimientos como la persecución de los hispanohablantes en Cataluña, donde los socialistas de Zapatero gobiernan, la escasa vigencia de las libertades y de la Constitución en el País Vasco, donde los socialistas de Zapatero colaboran con el nacionalismo autoritario y arbitrario, además de negociar con los asesinos de ETA, el intervencionismo del gobierno en el asunto ENDESA o la persecución al presidente de esa compañía, entre otras muchas irregularidades que el republicanismo tendría que condenar si no fuera porque existe una sospechosa "amistad" entre Pettit y Zapatero.
La misma negociación con ETA, alabada por Pettit en su informe, colisiona con otro de los grandes principios del republicanismo, expuesto por el autor en la página 241: "la toma pública de decisiones no puede representar una imposición arbitraria, entendida como tal por los ciudadanos. Tierne que proceder de tal modo que podamos identificarnos con ella y hacerla nuestra". La negociación con ETA y, sobre todo, la forma como el gobierno la ha llevado es rechazada por la gran mayoría de los españoles, según las encuestas.
Hemos identificado en nuestro análisis por lo menos 14 violaciones claras de los principios básicos del "republicanismo" en la acción del gobierno, durante los últimos tres años, pero, lamentablemente, ninguna de ellas aparece reflejada en el complaciente informe del filósofo.
En la página 237 de la edición española de su libro (Paidos 1999), Pettit profundiza sobre la necesidad de que, para evitar la dominación del gobierno, las leyes básicas (como los Estatutos de Cataluña y de Andalucía) sean aprobadas por mayorías muy cualificadas, sugiriendo "dos tercios". En concreto dice: "al menos en lo atinente a las leyes básicas más importantes, desde el punto de vista de la no dominación, no debería resultar fácil cambiarlas. En particular, habría que exigir más que el mero hecho del apoyo de una mayoría en el parlamento o incluso entre la población".
Lamentablemente, en su informe laudatorio sobre el gobierno Zapatero, Pettit oculta que los estatutos de Cataluña y Andalucía, además de estar bajo sospecha de inconstitucionalidad y de haber tenido ambos al grueso de la opinión pública española en contra, Zapatero los ha aprobado e impuesto mediante los dos referundum más democráticamentre ridículos de la historia de la democracia española, con el voto de apenas un tercio del electorado.
La esencia del Republicanismo de Pettit es evitar por todos los medios la dominación del gobierno sobre la sociedad y los individuos, pero en su informe, el politólogo amigo de Zapatero ignora acontecimientos como la persecución de los hispanohablantes en Cataluña, donde los socialistas de Zapatero gobiernan, la escasa vigencia de las libertades y de la Constitución en el País Vasco, donde los socialistas de Zapatero colaboran con el nacionalismo autoritario y arbitrario, además de negociar con los asesinos de ETA, el intervencionismo del gobierno en el asunto ENDESA o la persecución al presidente de esa compañía, entre otras muchas irregularidades que el republicanismo tendría que condenar si no fuera porque existe una sospechosa "amistad" entre Pettit y Zapatero.
La misma negociación con ETA, alabada por Pettit en su informe, colisiona con otro de los grandes principios del republicanismo, expuesto por el autor en la página 241: "la toma pública de decisiones no puede representar una imposición arbitraria, entendida como tal por los ciudadanos. Tierne que proceder de tal modo que podamos identificarnos con ella y hacerla nuestra". La negociación con ETA y, sobre todo, la forma como el gobierno la ha llevado es rechazada por la gran mayoría de los españoles, según las encuestas.
Hemos identificado en nuestro análisis por lo menos 14 violaciones claras de los principios básicos del "republicanismo" en la acción del gobierno, durante los últimos tres años, pero, lamentablemente, ninguna de ellas aparece reflejada en el complaciente informe del filósofo.
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