El primer millón heredado por cada cónyuge o hijo quedará libre de tributación.
No es una victoria total porque el Impuesto más impopular e injusto de España sigue vivo, aunque rebajado, en Andalucía, y porque quedan vigentes flecos e injusticias, pero es una victoria. La rebeldía de los andaluces, que se lanzaron a las calles para derribar ese impuesto cruel y anticonstitucional, ha sido decisiva, como también la exigencia firme del partido Ciudadanos, sin las cuales la brutalidad y el abuso seguirían vigentes.
Enhorabuena a Ciudadanos, a los demócratas y a la gente de bien. Por primera vez desde que los socialistas mandan en Andalucía, el pueblo en rebeldía los ha derrotado, a pesar del inmenso poder que tienen y de los muchos recursos que ellos han empleado para mantener vivo ese atraco a los herederos y esa burla a los muertos.
Al poder político no le importa demasiado una derrota frente a otro partido, pero le aterroriza que sea el pueblo quien le plante cara y le haga cambiar su política. Dice Susana que "la derecha ha demonizado el Impuesto de Sucesiones", pero no ha sido la derecha sino el pueblo el que se ha alzado y, apoyado en la injusticia y el dolor que ese impuesto genera, la ha derrotado.
Es cierto que la derecha se ha sumado a la rebelión popular contra el impuesto en el tramo final de la lucha, cuando ha visto que la Junta estaba acosada por la opinión pública, pero el protagonismo ha sido del pueblo, que fue quien creó la "Asociación Stop Impuesto Sucesiones", acumuló cientos de miles de firmas, se manifestó en las calles y plazas de todas las capitales andaluzas y aireó ante los medios y las redes sociales argumentos, datos y casos concretos de víctimas que reflejaban, con toda crudeza, la injusticia y la crueldad de ese tributo contrario a la Constitución, que obliga a los andaluces a pagar cien veces más que un madrileño y mil veces más que un canario por la misma herencia recibida.
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha dado a entender que el impuesto será rebajado sustancialmente (el primer millón de euros heredado quedará libre del impuesto), asegurado que el resultado de las negociaciones con Ciudadanos sobre los presupuestos de Andalucía para 2018 "no tardará mucho" en conocerse y, tras subrayar su voluntad de alcanzar un acuerdo porque Andalucía "se juega mucho", ha dicho que espera una "solución favorable".
"Las negociaciones no se retransmiten. Cuando esté el resultado lo haremos público, pero creo que ya no tardará mucho", ha apuntado Díaz, que ha apostillado: "Al margen de las posiciones legítimas de cada fuerza política, espero tenga una solución favorable lo antes posible".
En una entrevista en la Cadena Ser Andalucía, Díaz se ha referido al que ha sido el principal escollo de las negociaciones, el impuesto de Sucesiones, y ha lamentado que haya sido "demonizado" por la derecha, pese a que la mayoría de los andaluces no lo pagan.
"Aunque la mayoría no paguen ese impuesto, sino la plusvalía, se ha hecho una campaña tan alta de banalización que ha acabado demonizado", ha criticado Díaz, que ha subrayado que ella ha sido la única presidenta autonómica que ha bajado ese impuesto aunque haya "otra sensación" por la campaña "irresponsable" de algunos.
Sobre la posición de Ciudadanos, que ha exigido con valentía la profunda reducción de ese impuesto, ha considerado lógico que mantenga una postura diferente a la del PSOE porque son dos fuerzas distintas, pero ha valorado que haya puesto siempre la estabilidad "por delante de cualquier otro elemento", actitud que ha contrapuesto con la de IU en el último periodo del anterior gobierno de coalición.
La campaña contra el impuesto de sucesiones, esa que Susana atribuye al PP porque le avergüenza reconocer que ha sido protagonizada por su propio pueblo, ha sido obra bien realizada por ciudadanos y profesionales indignados que, de manera voluntaria y sin otros recursos que la entrega personal, los conocimientos en comunicación social y algunas pequeñas donaciones populares, han decidido plantar cara a la Junta, que se defendió con uñas y dientes para mantener ese impuesto vigente y que empleó dinero público para defender sus posiciones, cayendo a veces en la mentira, el engaño y la ineficacia, como cuando lanzó un simulador "on line" para calcular el impuesto que correspondía a cada herencia, un mecanismo que tuvo que retirar porque estaba trucado y arrojaba resultados erróneos.
La batalla contra el impuesto de sucesiones en Andalucía ha sido uno de los capítulos más hermosos en la lucha del pueblo contra el abuso del poder y el mal gobierno. La Junta ha cedido no sólo porque Ciudadanos le exigía la rebaja del Impuesto, sino porque la campaña popular contra ese tributo brutal e inconstitucional le hacía perder cada día más votos y apoyos. Al final, la Junta ha sido derrotada por la abrumadora razón de la protesta, por la inconstitucionalidad e injusticia de su impuesto y por la rabia y buen hacer de un pueblo que, al menos por una vez, se plantó contra el inmenso poder del gobierno andaluz, hasta ponerlo de rodillas.
Francisco Rubiales
No es una victoria total porque el Impuesto más impopular e injusto de España sigue vivo, aunque rebajado, en Andalucía, y porque quedan vigentes flecos e injusticias, pero es una victoria. La rebeldía de los andaluces, que se lanzaron a las calles para derribar ese impuesto cruel y anticonstitucional, ha sido decisiva, como también la exigencia firme del partido Ciudadanos, sin las cuales la brutalidad y el abuso seguirían vigentes.
Enhorabuena a Ciudadanos, a los demócratas y a la gente de bien. Por primera vez desde que los socialistas mandan en Andalucía, el pueblo en rebeldía los ha derrotado, a pesar del inmenso poder que tienen y de los muchos recursos que ellos han empleado para mantener vivo ese atraco a los herederos y esa burla a los muertos.
Al poder político no le importa demasiado una derrota frente a otro partido, pero le aterroriza que sea el pueblo quien le plante cara y le haga cambiar su política. Dice Susana que "la derecha ha demonizado el Impuesto de Sucesiones", pero no ha sido la derecha sino el pueblo el que se ha alzado y, apoyado en la injusticia y el dolor que ese impuesto genera, la ha derrotado.
Es cierto que la derecha se ha sumado a la rebelión popular contra el impuesto en el tramo final de la lucha, cuando ha visto que la Junta estaba acosada por la opinión pública, pero el protagonismo ha sido del pueblo, que fue quien creó la "Asociación Stop Impuesto Sucesiones", acumuló cientos de miles de firmas, se manifestó en las calles y plazas de todas las capitales andaluzas y aireó ante los medios y las redes sociales argumentos, datos y casos concretos de víctimas que reflejaban, con toda crudeza, la injusticia y la crueldad de ese tributo contrario a la Constitución, que obliga a los andaluces a pagar cien veces más que un madrileño y mil veces más que un canario por la misma herencia recibida.
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha dado a entender que el impuesto será rebajado sustancialmente (el primer millón de euros heredado quedará libre del impuesto), asegurado que el resultado de las negociaciones con Ciudadanos sobre los presupuestos de Andalucía para 2018 "no tardará mucho" en conocerse y, tras subrayar su voluntad de alcanzar un acuerdo porque Andalucía "se juega mucho", ha dicho que espera una "solución favorable".
"Las negociaciones no se retransmiten. Cuando esté el resultado lo haremos público, pero creo que ya no tardará mucho", ha apuntado Díaz, que ha apostillado: "Al margen de las posiciones legítimas de cada fuerza política, espero tenga una solución favorable lo antes posible".
En una entrevista en la Cadena Ser Andalucía, Díaz se ha referido al que ha sido el principal escollo de las negociaciones, el impuesto de Sucesiones, y ha lamentado que haya sido "demonizado" por la derecha, pese a que la mayoría de los andaluces no lo pagan.
"Aunque la mayoría no paguen ese impuesto, sino la plusvalía, se ha hecho una campaña tan alta de banalización que ha acabado demonizado", ha criticado Díaz, que ha subrayado que ella ha sido la única presidenta autonómica que ha bajado ese impuesto aunque haya "otra sensación" por la campaña "irresponsable" de algunos.
Sobre la posición de Ciudadanos, que ha exigido con valentía la profunda reducción de ese impuesto, ha considerado lógico que mantenga una postura diferente a la del PSOE porque son dos fuerzas distintas, pero ha valorado que haya puesto siempre la estabilidad "por delante de cualquier otro elemento", actitud que ha contrapuesto con la de IU en el último periodo del anterior gobierno de coalición.
La campaña contra el impuesto de sucesiones, esa que Susana atribuye al PP porque le avergüenza reconocer que ha sido protagonizada por su propio pueblo, ha sido obra bien realizada por ciudadanos y profesionales indignados que, de manera voluntaria y sin otros recursos que la entrega personal, los conocimientos en comunicación social y algunas pequeñas donaciones populares, han decidido plantar cara a la Junta, que se defendió con uñas y dientes para mantener ese impuesto vigente y que empleó dinero público para defender sus posiciones, cayendo a veces en la mentira, el engaño y la ineficacia, como cuando lanzó un simulador "on line" para calcular el impuesto que correspondía a cada herencia, un mecanismo que tuvo que retirar porque estaba trucado y arrojaba resultados erróneos.
La batalla contra el impuesto de sucesiones en Andalucía ha sido uno de los capítulos más hermosos en la lucha del pueblo contra el abuso del poder y el mal gobierno. La Junta ha cedido no sólo porque Ciudadanos le exigía la rebaja del Impuesto, sino porque la campaña popular contra ese tributo brutal e inconstitucional le hacía perder cada día más votos y apoyos. Al final, la Junta ha sido derrotada por la abrumadora razón de la protesta, por la inconstitucionalidad e injusticia de su impuesto y por la rabia y buen hacer de un pueblo que, al menos por una vez, se plantó contra el inmenso poder del gobierno andaluz, hasta ponerlo de rodillas.
Francisco Rubiales
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