La Zona Gris tiene un origen militar y está vinculado a la Guerra Híbrida. Es un concepto ambiguo que señala un espacio entre el blanco y el negro, la paz y la guerra. La Zona Gris reúne a los frentes de batalla híbridos, como el boicot, la subversión, la desestabilización y otras figuras como los atentados a infraestructuras y redes, además de los países que antes se llamaban neutrales, ahora influenciables para que apoyen a uno u otro bando.
En política, la "Zona Gris" es donde se mueven los partidos mercenarios que venden su apoyo al mejor postor. En España, el campeón de la Zona Gris es el Partido Nacionalista Vasco (PNV), experto ya en venderse a cambio de dinero, privilegios y regalos, algunos inconfesables.
Igual que existe una nueva forma de hacer la guerra, definida como Guerra Híbrida, también se está fraguando una nueva forma de gobernar, carente de ideologías, pragmática y con claras tendencias pervertidas y corruptas, que toma el poder no tanto para defender el bien común y servir a la nación como para aprovecharse, medrar, enriquecerse y ordeñar al Estado y al pueblo.
En política, la zona gris es un espacio entre la derecha y la izquierda, entre el negro y el blanco, abierto a alianzas de todo tipo. que venden sus votos a cambio de privilegios, poder y dinero. Esa Zona gris está en crecimiento y, cuando los bipartidismos son fuertes, como ocurre en España, siempre obtienen enormes ventajas porque pueden inclinar la balanza de un lado u otro.
Las zonas grises envilecen la política, potencian la inmoralidad y la corrupción y también convierten en mercenarios sin ideología y ajenos a la democracia a los grandes partidos, siempre dispuestos a renunciar a ideas, principios y proyectos a cambio de obtener poder. Los gobiernos de coalición forjados en contubernio con la Zona Gris suelen ser más corruptos e inclinados a la suciedad, el abuso de poder y el expolio de los ciudadanos, a los que esquilman para poder pagar las facturas del pago comprometido a los aliados "Grises".
El gobierno actual de Pedro Sánchez es uno de los ejemplos mundiales más claros y elocuente de ese poder pervertido que se mueve en la Zona Gris, al margen de los ciudadanos, sin apenas ideologías, plagado de corrupción, sin valores, ajeno al interés general y de un pragmatismo cercano a la repugnancia.
Pero también fueron modelos indecentes de pactos en la Zona Gris del PP y del PSOE en el pasado, cuando pactaron con catalanes y vascos para obtener mayoría que les permitieran gobernar.
En el actual momento, las encuestas reflejan la inmensa importancia de la Zona Gris en España. Ni el PP, ni el PSOE podrían gobernar sin el apoyo de partidos de la Zona Gris, lo que degrada la política y convierte el ejercicio del poder en una subasta de prostitutas.
Francisco Rubiales
En política, la "Zona Gris" es donde se mueven los partidos mercenarios que venden su apoyo al mejor postor. En España, el campeón de la Zona Gris es el Partido Nacionalista Vasco (PNV), experto ya en venderse a cambio de dinero, privilegios y regalos, algunos inconfesables.
Igual que existe una nueva forma de hacer la guerra, definida como Guerra Híbrida, también se está fraguando una nueva forma de gobernar, carente de ideologías, pragmática y con claras tendencias pervertidas y corruptas, que toma el poder no tanto para defender el bien común y servir a la nación como para aprovecharse, medrar, enriquecerse y ordeñar al Estado y al pueblo.
En política, la zona gris es un espacio entre la derecha y la izquierda, entre el negro y el blanco, abierto a alianzas de todo tipo. que venden sus votos a cambio de privilegios, poder y dinero. Esa Zona gris está en crecimiento y, cuando los bipartidismos son fuertes, como ocurre en España, siempre obtienen enormes ventajas porque pueden inclinar la balanza de un lado u otro.
Las zonas grises envilecen la política, potencian la inmoralidad y la corrupción y también convierten en mercenarios sin ideología y ajenos a la democracia a los grandes partidos, siempre dispuestos a renunciar a ideas, principios y proyectos a cambio de obtener poder. Los gobiernos de coalición forjados en contubernio con la Zona Gris suelen ser más corruptos e inclinados a la suciedad, el abuso de poder y el expolio de los ciudadanos, a los que esquilman para poder pagar las facturas del pago comprometido a los aliados "Grises".
El gobierno actual de Pedro Sánchez es uno de los ejemplos mundiales más claros y elocuente de ese poder pervertido que se mueve en la Zona Gris, al margen de los ciudadanos, sin apenas ideologías, plagado de corrupción, sin valores, ajeno al interés general y de un pragmatismo cercano a la repugnancia.
Pero también fueron modelos indecentes de pactos en la Zona Gris del PP y del PSOE en el pasado, cuando pactaron con catalanes y vascos para obtener mayoría que les permitieran gobernar.
En el actual momento, las encuestas reflejan la inmensa importancia de la Zona Gris en España. Ni el PP, ni el PSOE podrían gobernar sin el apoyo de partidos de la Zona Gris, lo que degrada la política y convierte el ejercicio del poder en una subasta de prostitutas.
Francisco Rubiales
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