Los hornos donde se cuece la política norteamericana están al rojo vivo tras la publicación del libro “The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy”, de los profesores John Mearsheimer y Stephen Walt, el primero de la Universidad de Chicago y el segundo de Harvard, cuya tesis central es que el “lobby israelí” ha dirigido la política exterior de Estados Unidos durante décadas, de acuerdo con los intereses del Estado de Israel.
Loa autores del libro, tras desvelar las andanzas del poderoso lobby pro Israel, integrado por personas muy influyentes de la política, las finanzas, la gran empresa y la prensa, con ramificaciones activas en el gobierno y el Pentágono, sugieren que el interés nacional de Estados Unidos exige abandonar a Israel a su suerte, entre otras razones porque el apoyo incondicional de Washington a Israel es la causa principal del odio de Bin Laden y del terrorismo islamista a Estados Unidos.
El libro ha creado embarazo en las altas esferas del poder americano, donde las andanzas y poderes del “lobby” pro judío causan vergüenza y generan ridículo al salir a la luz con toda su crudeza.
Pero donde el libro ha generado más entusiasmo y alborozo es en la galaxia de la izquierda mundial antiamericana y en el amplio movimiento antisemita.
El debate en torno al libro está alcanzando niveles de crudeza, hasta el punto de que el antiguo consejero de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, persona poco querida por el lobby judío, ha planteado la tesis de que los dos autores del libro están siendo víctimas de un nuevo “maccartismo”, cuando en realidad debería agradecérsele el servicio público prestado al disparar el necesario debate nacional sobre el apoyo sin condiciones dispensado a Israel por la primera potencia mundial.
Loa autores del libro, tras desvelar las andanzas del poderoso lobby pro Israel, integrado por personas muy influyentes de la política, las finanzas, la gran empresa y la prensa, con ramificaciones activas en el gobierno y el Pentágono, sugieren que el interés nacional de Estados Unidos exige abandonar a Israel a su suerte, entre otras razones porque el apoyo incondicional de Washington a Israel es la causa principal del odio de Bin Laden y del terrorismo islamista a Estados Unidos.
El libro ha creado embarazo en las altas esferas del poder americano, donde las andanzas y poderes del “lobby” pro judío causan vergüenza y generan ridículo al salir a la luz con toda su crudeza.
Pero donde el libro ha generado más entusiasmo y alborozo es en la galaxia de la izquierda mundial antiamericana y en el amplio movimiento antisemita.
El debate en torno al libro está alcanzando niveles de crudeza, hasta el punto de que el antiguo consejero de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, persona poco querida por el lobby judío, ha planteado la tesis de que los dos autores del libro están siendo víctimas de un nuevo “maccartismo”, cuando en realidad debería agradecérsele el servicio público prestado al disparar el necesario debate nacional sobre el apoyo sin condiciones dispensado a Israel por la primera potencia mundial.
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