El "premier" gibraltareño, Fabián Picardo
Picardo advierte de que España "no tendrá ningún control" sobre el puerto ni el aeropuerto de Gibraltar, desmintiendo así lo declarado por la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien sostiene que España tendrá la última palabra sobre quién entra en Gibraltar.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha advertido este sábado de que España no habrá controles españoles ni en el puerto ni en el aeropuerto de Gibraltar a pesar del acuerdo alcanzado para que el Peñón se mantenga en la zona Schengen tras el Brexit.
"Según el Acuerdo de Nochevieja solo Gibraltar decide quién entra en Gibraltar y ningún agente español realizará controles de ningún tipo en el aeropuerto ni en el puerto de Gibraltar, ni ahora ni en los cuatro próximos años. Esta es nuestra tierra", ha afirmado Picardo a través de su cuenta en Twitter.
Picardo responde así a las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien en una entrevista publicada este sábado en el diario 'El País' sostiene que España tendrá la última palabra sobre quién entra en Gibraltar.
"Para poder entrar en un Gibraltar integrado en el espacio Schengen, la responsabilidad del control está en manos españolas. En el puerto y en el aeropuerto", ha señalado Laya. Al ser interrogada sobre si ello significa que la última palabra sobre si alguien entra o no en Gibraltar la tendrá España, la ministra ha respondido "claro, porque la gestión del control de entrada al espacio Schengen pertenece a España".
El pasado 31 de diciembre, España y el Reino Unido anunciaron un principio de acuerdo por el que se aplicarán las reglas de Schengen y se suprimirá la Verja con Gibraltar una vez culmine la negociación de un futuro acuerdo entre los Veintisiete y Londres en relación con el Peñón. Según el acuerdo, España será la "garante última" del cumplimiento de la aplicación de las normas del Acuerdo de Schengen que podría servir de base para un futuro tratado sobre Gibraltar.
Todo indica que la verdad sobre el acuerdo es la que ha difundido Voto en Blanco desde el principio, no la que ha lanzado el gobierno, que ha sido desmentida por la parte gibraltareña en un par de días. En un artículo sobre Gibraltar titulado "El acuerdo entre España y Gran Bretaña sobre Gibraltar apesta a traición;, se decía que Pedro Sánchez se merece que los ingleses le construyan un monumento en Trafalgar Square, donde los londinenses rinden homenaje a los enemigos de España, entre ellos al almirante Nelson, vencedor de la batalla naval de Trafalgar. Y comentaba así el principio de acuerdo: "No se habla de soberanía, no se habla de la usurpación de las aguas territoriales, no se habla de la llegada de submarinos nucleares, no se habla del territorio ganado a España al margen del Tratado de Utrecht, no se habla del espacio aéreo, no se habla de la recuperación del peñón a la integridad territorial de España. Se acuerda eliminar la verja, incluir a Gibraltar en espacio Schengen sin pertenecer a la UE, se acuerda que los gibraltareños gocen de la sanidad española, del tránsito y domicilio en España etc. y el Foreign Office acaba de hacer una declaración en la que deja claro que, además de todo esto, queda salvaguardada la soberanía de Gibraltar ¿En qué ha ganado España en la negociación?".
Y agregaba: "El Tratado de Utrech entregó a los ingleses, a principios del siglo XVIII, un Gibraltar casi inviable, aislado, sumamente costoso para la metrópolis y sin recursos para sobrevivir, pero los traidores políticos españoles, en lugar de recuperarlo, como era su deber, le regalaron todo lo que necesitaron para convertirse en un paraíso de prosperidad que encandila al depauperado sur de la provincia de Cádiz, donde los políticos españoles sólo han sabido desarrollar un próspero narcotráfico. El escándalo es mayúsculo y repugnante porque es rigurosamente cierto que los políticos españoles han tratado a Gibraltar mejor que a muchos territorios abandonados y maltratados de la propia España".
Lo mas grave de esta política de Sánchez no es que perjudique a España, sino que incluye una dosis indigna de mentira, que hace al gobierno incompatible con la democracia y la decencia.
Tras estas declaraciones de Fabián Picardo, a España, si fuera un país decente y soberano, sólo le quedarían dos opciones: o la ministra es cesada fulminantemente ó, si el "premier" dice la verdad, el acuerdo no es válido y se cierra la verja. Pero España hace mucho que, por culpa de sus políticos, no es un país digno ni decente.
Y ahora un vaticinio: el gobierno de España, al final de los seis meses que cubre el indignante acuerdo de principio del 31 de diciembre, firmará con Gran Bretaña un acuerdo sobre Gibraltar indigno y lleno de concesiones, todas ellas constituyendo una victoria de los ingleses por goleada, dado que Sánchez y los suyos eluden cualquier conflicto o dificultad porque los único que les interesa es mantenerse en el poder y saben que el pueblo español, cobarde como pocos, traga con todas las indignidades y humillaciones que le echen.
Como anticipo del desastre que provoca el sanchismo con todo lo que toca, Gibraltar ya se ha convertido en un peligroso coladero de la cepa británica, que está infectando de manera letal a la propia Gibraltar y a los pueblos que rodean el Peñón, donde se ha decretado el confinamiento perimetral para intentar parar el avance de la nueva pandemia "made in England".
Francisco Rubiales
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha advertido este sábado de que España no habrá controles españoles ni en el puerto ni en el aeropuerto de Gibraltar a pesar del acuerdo alcanzado para que el Peñón se mantenga en la zona Schengen tras el Brexit.
"Según el Acuerdo de Nochevieja solo Gibraltar decide quién entra en Gibraltar y ningún agente español realizará controles de ningún tipo en el aeropuerto ni en el puerto de Gibraltar, ni ahora ni en los cuatro próximos años. Esta es nuestra tierra", ha afirmado Picardo a través de su cuenta en Twitter.
Picardo responde así a las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien en una entrevista publicada este sábado en el diario 'El País' sostiene que España tendrá la última palabra sobre quién entra en Gibraltar.
"Para poder entrar en un Gibraltar integrado en el espacio Schengen, la responsabilidad del control está en manos españolas. En el puerto y en el aeropuerto", ha señalado Laya. Al ser interrogada sobre si ello significa que la última palabra sobre si alguien entra o no en Gibraltar la tendrá España, la ministra ha respondido "claro, porque la gestión del control de entrada al espacio Schengen pertenece a España".
El pasado 31 de diciembre, España y el Reino Unido anunciaron un principio de acuerdo por el que se aplicarán las reglas de Schengen y se suprimirá la Verja con Gibraltar una vez culmine la negociación de un futuro acuerdo entre los Veintisiete y Londres en relación con el Peñón. Según el acuerdo, España será la "garante última" del cumplimiento de la aplicación de las normas del Acuerdo de Schengen que podría servir de base para un futuro tratado sobre Gibraltar.
Todo indica que la verdad sobre el acuerdo es la que ha difundido Voto en Blanco desde el principio, no la que ha lanzado el gobierno, que ha sido desmentida por la parte gibraltareña en un par de días. En un artículo sobre Gibraltar titulado "El acuerdo entre España y Gran Bretaña sobre Gibraltar apesta a traición;, se decía que Pedro Sánchez se merece que los ingleses le construyan un monumento en Trafalgar Square, donde los londinenses rinden homenaje a los enemigos de España, entre ellos al almirante Nelson, vencedor de la batalla naval de Trafalgar. Y comentaba así el principio de acuerdo: "No se habla de soberanía, no se habla de la usurpación de las aguas territoriales, no se habla de la llegada de submarinos nucleares, no se habla del territorio ganado a España al margen del Tratado de Utrecht, no se habla del espacio aéreo, no se habla de la recuperación del peñón a la integridad territorial de España. Se acuerda eliminar la verja, incluir a Gibraltar en espacio Schengen sin pertenecer a la UE, se acuerda que los gibraltareños gocen de la sanidad española, del tránsito y domicilio en España etc. y el Foreign Office acaba de hacer una declaración en la que deja claro que, además de todo esto, queda salvaguardada la soberanía de Gibraltar ¿En qué ha ganado España en la negociación?".
Y agregaba: "El Tratado de Utrech entregó a los ingleses, a principios del siglo XVIII, un Gibraltar casi inviable, aislado, sumamente costoso para la metrópolis y sin recursos para sobrevivir, pero los traidores políticos españoles, en lugar de recuperarlo, como era su deber, le regalaron todo lo que necesitaron para convertirse en un paraíso de prosperidad que encandila al depauperado sur de la provincia de Cádiz, donde los políticos españoles sólo han sabido desarrollar un próspero narcotráfico. El escándalo es mayúsculo y repugnante porque es rigurosamente cierto que los políticos españoles han tratado a Gibraltar mejor que a muchos territorios abandonados y maltratados de la propia España".
Lo mas grave de esta política de Sánchez no es que perjudique a España, sino que incluye una dosis indigna de mentira, que hace al gobierno incompatible con la democracia y la decencia.
Tras estas declaraciones de Fabián Picardo, a España, si fuera un país decente y soberano, sólo le quedarían dos opciones: o la ministra es cesada fulminantemente ó, si el "premier" dice la verdad, el acuerdo no es válido y se cierra la verja. Pero España hace mucho que, por culpa de sus políticos, no es un país digno ni decente.
Y ahora un vaticinio: el gobierno de España, al final de los seis meses que cubre el indignante acuerdo de principio del 31 de diciembre, firmará con Gran Bretaña un acuerdo sobre Gibraltar indigno y lleno de concesiones, todas ellas constituyendo una victoria de los ingleses por goleada, dado que Sánchez y los suyos eluden cualquier conflicto o dificultad porque los único que les interesa es mantenerse en el poder y saben que el pueblo español, cobarde como pocos, traga con todas las indignidades y humillaciones que le echen.
Como anticipo del desastre que provoca el sanchismo con todo lo que toca, Gibraltar ya se ha convertido en un peligroso coladero de la cepa británica, que está infectando de manera letal a la propia Gibraltar y a los pueblos que rodean el Peñón, donde se ha decretado el confinamiento perimetral para intentar parar el avance de la nueva pandemia "made in England".
Francisco Rubiales
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