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Información y Opinión

El gobierno de España ha creado un infierno fiscal que ocupa lugares de cabeza en la depredación mundial


Nota

Los gobiernos españoles llevan más de cuatro décadas subiendo los impuestos, supuestamente para ayudar a los pobres, pero sólo han conseguido que aumenten los pobres y la riqueza de los políticos. El cobro de impuestos abusivos es ya un escándalo en España, donde el gobierno de Pedro Sánchez no para de subirlos, mientras crea constantemente otros nuevos. Ahora se dispone a cobrar por el uso de unas autovías que fueron financiadas con fondos europeos y por las que ya se paga al comprar un vehículo o al pagar impuestos cada año por su uso.

La experiencia ha demostrado que la codicia y la avaricia, más que las tendencias tiránicas, son los principales rasgos del miserable del gobierno socialista-comunista que preside Pedro Sánchez.
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El cobro de impuestos es el capítulo que distingue hoy con más fuerza a la derecha y a la izquierda en España. La izquierda, que está en el gobierno, los sube y pretende subirlos todavía más, mientras que la derecha los baja y pretende reducirlos más cuando esté en el gobierno.

El cobro de impuestos se justifica para financiar servicios públicos y para ayudar a los pobres, pero en la España que construye la izquierda los servicios son de escasa calidad, cada día hay más pobres y lo único que se incrementa es el patrimonio personal de miles de políticos y el dinero que manejan los partidos. En España, el numero de políticos mantenidos por el Estado es mayor que los que tienen Francia, Alemania e Inglaterra juntos.

Madrid, donde el gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha bajado sustancialmente los impuestos, se ha convertido en la región más próspera de España y en la que más crecen los empleos y la riqueza. Las empresas acuden a Madrid y abandonan anteriores emplazamientos por temor a los impuestos abusivos, entre otras razones.

En tiempos del emperador romano Trajano, los impuestos suponían el 5%. Le aconsejaron que los subiera otro 5% para costear sus campañas militares, pero el emperador se negó porque pensaba que era un abuso cobrar un 10% de impuestos. Hoy los falsos demócratas nos cobran más del 50%. Si Roma hubiera cobrado impuestos como los que hoy nos cobran el PSOE y sus hermanos comunistas, nunca habrían sido el gran imperio que fueron sino un país insignificante, y habrían terminado devorados por los macedonios, los persas o los cartagineses.

En general, la codicia de los estados en los tiempos actuales de presunta "democracia" es superior a la que existía en las viejas tiranías, el feudalismo y los absolutismos.

En 2015 España era el país número 19 de la lista de países que cobran más impuestos en el mundo, pero mientras los impuestos descienden hoy en muchos países para relanzar las economías, en España crecen. España estaba por detrás de Francia e Italia, pero hoy las ha adelantado, no sólo en cantidad sino también en la calidad de los impuestos, que es baja y abusiva.

La vigencia en España de impuestos que en otros países han desaparecido y se están extinguiendo por ser abusivos e inmorales, como los del Patrimonio y Sucesiones y la injusticia que representa en España el cobro de las plusvalías, claramente de doble imposición, confiscatorias y esquilmadoras, convierten al país en un ejemplo mundial de depredación y expoliación del ciudadano.

España es hoy el único país de Europa que cobra el impuesto del Patrimonio, un claro ejemplo de escarnio y robo legalizado, practicado por un gobierno de codicia irrefrenable. Pagar por el patrimonio que se tiene, por el que ya se han pagado los correspondientes impuestos, es una injusticia escandalosa, que ha tenido que desaparecer en prácticamente todo el planeta, menos en España.

El asunto de los impuestos en España no es superficial ni secundarios sino vital. El país está al borde de la ruina con un gobierno manirroto y lleno de codicia que renuncia a ser austero, que gasta con locura y que se endeuda de manera suicida, hipotecando el futuro de varias generaciones de españoles. La única vía conocida para reactivar la economía es reducir los impuestos, justo lo que el gobierno social comunista de Sánchez se niega a hacer, despertando la sospecha de que lo que los gobernantes buscan es la ruina de la nación.

Aunque no existen datos actualizados, España debe estar ya entre los tres primeros países de Europa que más impuestos cobra, ya que todos, incluso Francia e Italia, que antes estaban por encima, los han reducido para activar la economía.

Los impuestos, a lo largo de la Historia, los han cobrado las clases dominantes para financiar sus guerras, su protección y sus lujos. Los países actuales, salvo excepciones, son los que más impuestos cobran en toda la Historia, más que los señores feudales y que los antiguos emperadores de Egipto o Persia, con fama de expoliadores.

España, al estar en puestos de cabeza en la depredación fiscal mundial, además de financiar los lujos de la clase dominante, emplea grandes cantidades del dinero de los ciudadanos en comprar voluntades y medios de comunicación y en financiar el propio poder del gobierno, repartiendo oleadas de subvenciones (unos 130.000 millones de euros al año) entre sus empresas y chiringuitos amigos, muchos de ellos promotores del feminismo y la cultura marxista.

Francisco Rubiales

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Jueves, 2 de Diciembre 2021
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Comentarios:

1.Publicado por mentalmente el 02/12/2021 08:36
Un fragmento de Ponerología política, sobre las ideologías que me pareció interesante y muy oportuno. La relación entre ideologías y patocracia, discriminar lo que hay en medio es fundamental.

A lo que yo sacaría de esto, muy resumidamente, una persona que contribuye con sus decisiones a la patocracia, en desarrollo o ya manifiesta, no está en las mismas condiciones psicológicas de partida que aquella que ya la está combatiendo. Resulta muy difícil mediante un diálogo o un debate normal, sobre temas normales, se pueda convencer a aquella persona que contribuye a la patocracia para que deje de hacerlo. Incluso cuando hablamos de algo que nos afecta a todos tanto directamente como indirectamente, como el tema de los impuestos. ¿A quién le gusta pagar más impuestos y que además se despilfarren en cosas sin sentido? ¿Y si a eso suma el hecho de que por esa razón será más difícil encontrar trabajo, porque no hay clima favorable a la inversión? Está claro no, lo siguiente.

Pero evidentemente, no puede ser tan fácil, siempre hay "algo más", que impide a una persona que ya forma parte desde hace tiempo de la estructura patocrática simplemente parar y cambiar lo que está haciendo, y dejar de apoyar esta forma de gobiernos. No es tan sencillo por el mismo hecho de que existen expertos en salud mental que deben dedicar mucha terapia para que una persona que a la vista de los demás simplemente hace alguna tontería repetidamente y debería dejar de hacerla, o simplemente está triste injustificadamente sin motivos aparentes, deje de hacerlo o deje de estarlo, hay mucho más de fondo que es crucial para resolver satisfactoriamente el problema.

Aquí el fragmento íntegro al que me refiero:

"[...]Ideologías

Así como un psiquiatra se interesa principalmente en la enfermedad, y presta menor atención al sistema ilusorio que esté deformando la realidad individual de un paciente, el objetivo de la terapia global debería focalizarse en las enfermedades del mundo. Los sistemas ideológicos tergiversados que se desarrollaron a partir de ciertas condiciones históricas, y los puntos débiles de una civilización dada, deberían entenderse como un disfraz, un instrumento operacional o un caballo de Troya que favoreció la infección patocrática.

La consciencia de la sociedad debería primero separar estas dos capas heterogéneas del fenómeno mediante su análisis y su evaluación científica. Seguidamente, ese conocimiento tan correcto y selectivo debería convertirse en parte esencial de la toma de consciencia de todas las naciones, para lo cual debería poder ser transmitido en términos adecuadamente sencillos. A su vez, eso reforzaría en todos los países la capacidad de discriminar entre estos fenómenos según la naturaleza de la compleja realidad que nos rodea hoy en día, proporcionándoles así una brújula para que sepan orientarse de modo independiente dentro de ella. Además, esto permitirá corregir actitudes basadas en la moral y en la visión del mundo. Si concentramos nuestros esfuerzos en el fenómeno patológico, obtendremos un nivel de comprensión adecuado, y resultados lo suficientemente completos.

La ausencia de esta discriminación básica entre las operaciones políticas es un error que lleva a que nuestros esfuerzos sean en vano. Podemos no estar de acuerdo con las ideologías, ya que, aún en su forma original (por no mencionar sus versiones patológicamente tergiversadas), todos los idearios políticos del siglo XIX simplificaron excesivamente la realidad social al punto de debilitarla seriamente. Pero aun así, identificar el papel que desempeñaron en el fenómeno macrosocial debería ubicarse en el primer plano; el análisis, la crítica, e incluso nuestra lucha contra ellas, pueden ser de prioridad secundaria. Es posible deliberar simultáneamente acerca de los pasos necesarios para cambiar las estructuras sociales, siempre y cuando se tome en cuenta esta separación básica entre los fenómenos. Una vez corregida de este modo, la consciencia social estará en condiciones de solucionar estos problemas con mayor facilidad, y aquellos grupos sociales que hoy son intransigentes, estarán mejor predispuestos a realizar un compromiso.

A menudo, una vez que ha logrado curar a una persona que solía sufrir de alguna enfermedad mental, el psicoterapeuta intenta que ésta regrese a su mundo de convicciones más reales. Luego trata de identificar el mundo ilusorio y caricaturizado en búsqueda de contenidos originales y más racionales en la mente de su paciente, y así construye un puente por encima del período de locura hasta la realidad sana actual. Por supuesto, esta tarea requiere que el profesional posea el entrenamiento necesario en el campo de la psicopatología, ya que cada enfermedad deforma de manera propia el mundo original de experiencias y convicciones en quien la padece. El sistema de ideas tergiversadas que crea la patocracia debería estar sujeto a un análisis análogo. Deberíamos indagar en sus profundidades en busca de los valores primigenios y, sin duda, más sensatos. Este proceso requiere que conozcamos el estilo específico con el cual un régimen patocrático caricaturiza la ideología de un movimiento del que se alimenta en forma parasitaria.

Esta gran enfermedad de la patocracia incluye diversas ideologías sociales a sus propias características y a las intenciones de los patócratas, privándolas así de cualquier posibilidad de desarrollarse naturalmente y de madurar en medio del sentido común sano o de la reflexión científica. Este proceso también transforma a esas ideologías en factores destructivos, impidiéndoles participar en la evolución constructiva de las estructuras sociales y condenando a sus seguidores a la frustración. A raíz de este crecimiento anormal, dichas ideologías son rechazadas por todos los grupos sociales que se rigen de un sentido común sano. Por lo tanto, sus actividades inspiran las naciones a apegarse a los tradicionales métodos contrastados en lo que se refiere a las formas estructurales, proveyendo las mejores armas posibles a los conservadores más radicales. Esto no sólo produce el estancamiento de los procesos evolutivos, lo cual se opone a las leyes generales de la vida social, sino que además polariza las actitudes entre diversos grupos sociales, provocando así un clima revolucionario. Por consiguiente, las acciones de la ideología patológicamente alterada facilitan la penetración y la expansión de la patocracia.

Sólo podremos descubrir los valores creativos originales y erguir puentes que trasciendan el marco temporal de los fenómenos mórbidos si logramos someter la ideología a un análisis psicológico en retrospectiva, es decir, volviendo al momento previo a la infección ponerogénica, y teniendo en cuenta la calidad patológica y las causas de su deformación.

Este habilidoso proceso de desentrañamiento de la ideología original, incluyendo aquellos elementos que emergieron luego de haberse desatado la infección ponerogénica, puede enriquecerse con valores elaborados simultáneamente, y volverse capaz de evolucionar de manera creativa. De este modo, estaremos en condiciones de poner en marcha transformaciones de acuerdo con la naturaleza evolutiva de las estructuras sociales, lo cual, en el momento adecuado, reforzará la resistencia de estas sociedades a la penetración de influencias patocráticas.



Este análisis presenta problemas que debemos de superar hábilmente, a saber, el desafío de encontrar apelativos semánticamente adecuados. Debido a su creatividad característica en esta área, la patocracia genera una gran cantidad de palabras sugestivas cuyo objetivo consiste en desviar la atención de las cualidades esenciales del fenómeno. Quienquiera que haya quedado prisionero de esta trampa semántica, aunque más no sea en una sola oportunidad, pierde no sólo su capacidad para analizar de manera objetiva este tipo de fenómeno, sino también, en parte, su habilidad para hacer uso del sentido común. Producir dichos efectos en la mente humana es justamente el propósito específico de esta pato-semántica; uno ha de protegerse primero a sí mismo para luego proteger la consciencia social.

Los únicos apelativos que podemos aceptar son aquellos con una tradición histórica, que datan de una época anterior al comienzo de la infección, y que al mismo tiempo resultan contemporáneos a los hechos que nos conciernen. Por ejemplo, si denominamos al socialismo pre-marxista “socialismo utópico”, nos será difícil comprender que éste era mucho más realista y socialmente más creativo que los movimientos que surgieron más tarde, ya infectados con material patológico.

Sin embargo, no basta con tomar esa precaución cuando nos enfrentamos a fenómenos que no pueden ser medidos dentro de la estructura natural de conceptos, ya que son el producto de un proceso macrosocial patológico. Cabe entonces subrayar una vez más que el sentido común natural y sano no es suficiente para llevar a cabo este refinamiento retrospectivo de los valores ideológicos que más tarde fueron tergiversados por este proceso. La objetividad psicológica, el conocimiento adecuado en el área de la psicopatología y los datos ofrecidos en los capítulos anteriores son indispensables para concretar este objetivo.

Al estar equipados de esa manera, también adquirimos la habilidad de crear neologismos indispensables que diluciden las verdaderas propiedades de los fenómenos, siempre y cuando prestemos la atención suficiente a los preceptos semánticos con toda su honradez y economía, tal y como lo exigiría Guillermo de Ockham [192]. Después de todo, estos apelativos serán difundidos por todo el planeta y ayudarán a muchas personas a corregir su visión del mundo y su actitud social. Si bien es cierto que esto presupone utilizar una jerga jurídica, tiene por objetivo destruir el monopolio del que gozan los círculos patocráticos en cuanto al control de esos términos; sus protestas no harán más que demostrar que estamos en el camino correcto.

La ideología así regenerada recobra su vida natural y la capacidad evolutiva que el proceso patocrático había frenado. Al mismo tiempo deja de poder cumplir con sus funciones impuestas, tales como la de nutrir la patocracia y protegerla tanto de las críticas basadas en el sentido común sano como de algo aún más peligroso, a saber, la aptitud para reconocer la realidad psicológica y sus aspectos humorísticos.

Condenar a una ideología por sus errores, ya sea aquellos que cometió desde el principio o los que absorbió más tarde, nunca la despojará de la función que le fue asignada, y mucho menos en la mente de quienes no lograron condenarla por razones similares. Si seguimos adelante en nuestro intento por analizar esa ideología, nunca lograremos conseguir el efecto que posee una influencia curativa sobre la personalidad humana; simplemente pasaremos por alto los factores verdaderamente importantes y seremos incapaces de suplir las lagunas con contenidos. Nuestros pensamientos estarán obligados a eludir todo aquello que bloquee su libertad, y cometeremos errores a pesar de las verdades que se hallan frente a nuestras narices. Una vez que algo sucumbe a factores psicopatológicos, no es posible comprenderlo a menos que se utilicen las categorías apropiadas.[...]"

2.Publicado por vanlop el 02/12/2021 09:20

La casta tiene un objetivo: mantenerse en el poder. Esto es especialmente descarado en la izquierda y asociados, en la derecha lo es menos. Pero mantenerse en le poder para enriquecerse, aunque en los puestos inferiores, se trata de cobrar sin trabajar y aguantar hasta que llegue la jubilación.

En la derecha se da también, especialmente en los puestos inferiores, ocupados por gentes que no tienen otro medio de vida. En los superiores, suelen ser gentes con profesiones bien remuneradas, pero a nadie amarga un dulce y si se consigue una buena reserva, mucho mejor.

La diferencia más importante está en la forma de conseguirlo. La derecha sostiene que es más productivo muchos contribuyentes que paguen poco, a tener pocos contribuyentes que paguen mucho. La derecha se come los huevos y la izquierda mata la gallina.

Se me ocurren dos pensamientos, seguramente malvados.

Si está claro que es más efectivo que paguen poco y haya muchos, es decir, impuestos bajos que estimulen la economía y los marxistas se empeñan en lo contrario, algo raro hay, porque igual de marxistas son los chinos y estos estimulan la economía. Entonces surge la pegunta malvada: ¿no será que la casta está cobrando para hacer que la economía se hunda? Porque tal parece que así fuera. Pero esto es algo más grande, pues Uropa traga con todo, han aceptado unos presupuestos que vana dejar España en la ruina y eso es malo para ellos, pues tendrán que venir a rescatarnos. aunque puede que el rescate venga bien a algunos, que se quedarían con las empresas españolas a precio de saldo.

La segunda es la tentación a pensar que tenemos lo que hemos votado, pero visto lo visto, no sé hasta qué punto es lo que hemos votado. No voy a volver a los cálculos electorales, sólo recordar que un pequeño desplazamiento de los votos en determinadas provincias, suponen esos veinte escaños que dan o quitan gobierno. Y uno no tiene más remedio que pensar mal porque es imposible que la gente sea tan imbécil. Y recordemos que el doctor llegó a la presidencia después de unas elecciones andaluzas que los apearon de la junta.

Por cierto que creo que el Sr Moreno ya ha dicho que las votaciones serán en junio o así, adelantando unos meses. No tiene mayor importancia, la importancia va a estar en si volverán a publicar los resultados mesa por mesa.


Hay algo que está pasando desapercibido y que es de gran importancia. Marruecos y Argelia están enfrentados, de momento se limitan a acumular armas, suministradas por USA y Rusia, respectivamente. Si se forma el conflicto abierto, las gastarán, si al final llegan a algún tipo de acuerdo, se quedarán con las armas y seguramente Marruecos tenga la intención de utilizarlas. Contra nosotros, evidentemente, cada vez más con un ejército sin equipos un país que va perdiendo peso internacional a pasos agigantados. ¿Es eso lo que busca el doctor? Porque no creo que sean tan tontos como para no verlo.

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Este blog no es una plataforma de promoción del Voto en Blanco, sino un medio de castigo al mal gobierno y a la política antidemocrática que utiliza el termino “Voto en Blanco” por lo que conlleva de protesta y castigo al poder inicuo.

El voto en blanco es una bofetada democrática a los poderes políticos ineptos y expresa la protesta ciudadana en las urnas cuando padece gobiernos insoportables, injustos y corruptos. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Conscientes del riesgo que representaría un voto en blanco masivo, los gestores de las actuales democracias no lo valoran, ni lo contabilizan, ni le otorgan plasmación alguna en las estructuras del poder. El voto en blanco es una censura casi inútil que sólo podemos realizar en las escasas ocasiones que se abren las urnas. Esta bitácora abraza dos objetivos principales: Valorar el peso del voto en blanco en las democracias avanzadas y permitir a los ciudadanos libres ejercer el derecho a la bofetada democrática de manera permanente, a través de la difusión de información, opinión y análisis.




HIENAS Y BUITRES. PERIODISMO Y RELACIONES PERVERTIDAS CON EL PODER


Hienas y buitres es un libro escrito para despertar y movilizar las conciencias dormidas e intoxicadas desde el poder. Leerlo representa un vuelo rasante por encima de los secretos de la comunicación moderna y de los recursos y trucos que utiliza el poder para ejercer el dominio.
Las relaciones entre políticos y periodistas siempre han sido tormentosas. Son dos poderes decisivos que en las últimas décadas han pretendido dominar el mundo. En ocasiones lo han mejorado, pero otras veces lo han empujado hacia el drama y el fracaso. Políticos y periodistas se aman y se odian, luchan y cooperan, nos empujan hacia el progreso y también nos frenan. Son como las hienas y los buitres, que comen y limpian huesos juntos, pero sin soportarse. Al desentrañar el misterio, aprenderemos también a defendernos de sus fechorías.
Los medios son la única fuerza del siglo XXI que tiene poder para poner y quitar gobiernos y para cambiar los destinos del mundo.
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DEMOCRACIA SEVERA. MÁS ALLÁ DE LA INDIGNACIÓN


Lo que hoy llamamos "democracia" es un triste remedo de lo que fue ese sistema en sus orígenes. Los políticos han aprendido a violarla y la han desnaturalizado y desarmado. "Democracia Severa, mas allá de la indignación" (Tecnos 2015), de Francisco Rubiales Moreno y Juan Jesús Mora Molina, es un libro que denuncia la degradación de la democracia y señala las reformas que el sistema necesita para que sea justo y decente y para que los políticos estén bajo control.
A la democracia le faltan piezas de gran importancia: exigencias éticas, controles a los políticos, que deben ser examinados, psiquica y moralmente, por comisiones independientes, auténtica separación de los poderes y otorgar un papel preponderante a la sociedad civil y al ciudadano, que deben influir y, sobre todo, supervisar la labor de los gobernantes, pudiendo, incluso, destituirlos. La impunidad debe acabar, como también la tolerancia frente a la corrupción y esos cheques en blanco que permiten a los políticos gobernar como les da la gana, ignorando la opinión de los ciudadanos, que son sus jefes y los soberanos del sistema.
Democracia Severa, que ya está en las librerías, aporta lucidez, libertad y solvencia ciudadana. Es una reflexión de denuncia que señala los puntos débiles de nuestro sistema y ayuda a la regeneración y a construir un mundo mejor.
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Las revelaciones de Onakra el escriba de Dios

Este libro, publicado por Francisco Rubiales Moreno, Las Revelaciones de Onakra, el escriba de Dios, no es, como los tres anteriores del mismo autor (Democracia Secuestrada, Políticos, los Nuevos Amos y Periodistas sometidos), un ensayo de pensamiento político, sino una original narración que recoge misteriosas revelaciones sobre la llegada de los primeros ángeles a la Tierra, sus relaciones con las especies vivientes del planeta, el nacimiento de la inteligencia humana y el inicio de esa lucha a muerte entre el bien y el mal que domina la existencia humana, desde el principio hasta el final de los tiempos.
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Periodistas sometidos. Los perros del poder

Periodistas Sometidos. Los perros del poder (Editorial Almuzara, 2009), el último libro publicado por Francisco Rubiales, ha sido acogido con gran interés por políticos, periodistas y ciudadanos interesados en conocer con detalle la profunda crisis del periodismo en España, el sometimiento al poder de miles de periodistas y de redacciones completas, la agonía del periodismo libre, independiente y crítico y la rotura de la vieja alianza entre periodistas y ciudadanos, sin la cual la democracia deja de existir.
Es el tercer y último libro de la trilogía de pensamiento político que comenzó con Democracia Secuestrada (Almuzara 2005) y continuó con Políticos, los nuevos amos (Almuzara 2007).
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Políticos, los nuevos amos

Políticos, los nuevos amos es el nuevo libro de Francisco Rubiales, publicado tras el éxito de Democracia secuestrada.

Como afirma el ex ministro Manuel Pimentel en el Prólogo,"Políticos, los nuevos amos afronta el problema de la degradación del poder con extraordinaria valentía, claridad y profundidad".
Pimentel, que recomienda la lectura del libro a los presidentes, ministros, altos cargos políticos, militantes y a cualquier ciudadano inquieto y preocupado por la democracia, lo define como un libro "duro, libre, alejado de lo políticamente correcto, capaz de provocar reflexiones y golpes de conciencia muy dolorosos".
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Democracia Secuestrada

La rebelión ya ha comenzado. Los ciudadanos quieren regresar del exilio y revitalizar una democracia que está postrada y secuestrada. El ciudadano será de nuevo el protagonista en una democracia auténtica y regenerada. El ser humano está dispuesto a construir a cualquier precio la catedral del futuro. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo, a pesar de sus cobardías, dudas y fracasos Pero, hasta conseguirlo, tendrá que atravesar desiertos y desfiladeros poblados de peligros y de alimañas dispuestas a defender con sangre y fuego sus privilegios.
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