Me explica un amigo catedrático de derecho político en una universidad andaluza que, en política, los extremos se tocan. "ZP es tan de izquierdas que cada día se parece más a Franco", afirma con ironía. Cuenta que el generalísimo Franco resolvía los problemas dejándolos reposar sobre su mesa de despacho hasta que, al cabo de tres meses, casi todos se encontraban resueltos, mientras que el "generalísimo" Zapatero hace algo parecido: ignora los problemas, como hizo con la crisis económica, niega su existencia y espera a que, milagrosamente, queden resueltos.
"Uno y otro comparten el alma autoritaria y ambos disfrutan haciéndose obedecer". Y agregaga: "La ministra de Fomento, Maleni Álvarez, fue sustituida al mas puro estilo de Franco y tuvo que enterarse de su cese por la prensa".
Franco y Zapatero -explica- lograron domesticar a los sindicatos, a los que concebían como verticales y como correas de transmisión del partido y del régimen. "Compare usted una foto de Zapatero con Cándido Méndez con otra de Franco y Girón de Velasco y verá como se parecen".
"Se parecen en mil detalles, en su admiración por la cultura musulmana, hasta en los cambios de rumbo sorprendentes en su acción política, producto de su falta de ideología y de principios. Franco fue antiamericano y pro alemán, para después ser proyanki y amigo de los aliados. Zapatero fue antiamericano y, posteriormente, un suplicante baboso detrás de Bush y de Obama. También fue amigo de ETA y después adversario, amigo del PNV y después adversario. En fin, dos vidas paralelas".
"Franco se consideraba un elegido de Dios y Zp se cree un elegido de la Fortuna, que es el Dios de los agnósticos", concluye mi amigo.
El líder rumano Nicolai Ceaucescu, paradigma de la izquierda, era tan parecido a Franco que ambos se copiaban, como hicieron años antes Stalin y Hitler. Ceaucescu y Franco hasta compartían el mismo slogan: "Por el Imperio hacia Dios".
Otro extremista de la izquierda, Fidel Castro, lloró la muerte de Franco, hasta el punto de que la Revolución Cubana decretó el 21 de noviembre de 1975 tres dias de duelo oficial.
ZP se comporta con sus ministros como Franco: los deja hacer y un día, sin balance y sin explicaciones, los cesa.
Franco estaba por encima del Movimiento y ZP está por encima del PSOE, que es su "movimiento" particular.
Franco, como ZP, era criticado hasta por sus íntimos, pero, a la hora de la verdad, todos se le sometían para no perder el poder y los privilegios alcanzados gracias al "jefe".
Uno y otro sueñan con una España grande y liderando el mundo. La diferencia es que cada uno utiliza una ruta distinta hacia "el imperio",. Mientras que Franco la hacía avanzar, Zapatero la está hundiendo.
"La mayor diferencia entre uno y otro es que Franco construía pantanos compulsivamente, mientras que Zapatero construye cárceles", concluye.
(La población carcelaria española al morir Franco no llegaba a los 15.000, mientras que ahora ya ha superado los 110.000, seis veces más).
"Uno y otro comparten el alma autoritaria y ambos disfrutan haciéndose obedecer". Y agregaga: "La ministra de Fomento, Maleni Álvarez, fue sustituida al mas puro estilo de Franco y tuvo que enterarse de su cese por la prensa".
Franco y Zapatero -explica- lograron domesticar a los sindicatos, a los que concebían como verticales y como correas de transmisión del partido y del régimen. "Compare usted una foto de Zapatero con Cándido Méndez con otra de Franco y Girón de Velasco y verá como se parecen".
"Se parecen en mil detalles, en su admiración por la cultura musulmana, hasta en los cambios de rumbo sorprendentes en su acción política, producto de su falta de ideología y de principios. Franco fue antiamericano y pro alemán, para después ser proyanki y amigo de los aliados. Zapatero fue antiamericano y, posteriormente, un suplicante baboso detrás de Bush y de Obama. También fue amigo de ETA y después adversario, amigo del PNV y después adversario. En fin, dos vidas paralelas".
"Franco se consideraba un elegido de Dios y Zp se cree un elegido de la Fortuna, que es el Dios de los agnósticos", concluye mi amigo.
El líder rumano Nicolai Ceaucescu, paradigma de la izquierda, era tan parecido a Franco que ambos se copiaban, como hicieron años antes Stalin y Hitler. Ceaucescu y Franco hasta compartían el mismo slogan: "Por el Imperio hacia Dios".
Otro extremista de la izquierda, Fidel Castro, lloró la muerte de Franco, hasta el punto de que la Revolución Cubana decretó el 21 de noviembre de 1975 tres dias de duelo oficial.
ZP se comporta con sus ministros como Franco: los deja hacer y un día, sin balance y sin explicaciones, los cesa.
Franco estaba por encima del Movimiento y ZP está por encima del PSOE, que es su "movimiento" particular.
Franco, como ZP, era criticado hasta por sus íntimos, pero, a la hora de la verdad, todos se le sometían para no perder el poder y los privilegios alcanzados gracias al "jefe".
Uno y otro sueñan con una España grande y liderando el mundo. La diferencia es que cada uno utiliza una ruta distinta hacia "el imperio",. Mientras que Franco la hacía avanzar, Zapatero la está hundiendo.
"La mayor diferencia entre uno y otro es que Franco construía pantanos compulsivamente, mientras que Zapatero construye cárceles", concluye.
(La población carcelaria española al morir Franco no llegaba a los 15.000, mientras que ahora ya ha superado los 110.000, seis veces más).
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