El PSOE, para evitar la reprobación de la ineficiente ministra de fomento, Magdalena Álvarez, pagó 10 millones de euros "en inversiones" al Bloque Nacionalista Gallego, consumando así otro hito en la caída de la democracia española hacia el pozo de lodo de su completa degeneración.
El diario "El Mundo", en su edición del 29 de noviembre, publicó el nuevo salto de la democracia española hacia la degradación, ocurrido cuando el Congreso votó, el miércoles 28 de noviembre, para reprobar a "Mandatela", como es conocida la ministra en Andalucía, y, aunque esa votación no era vinculante, el PSOE quiso eludir la humillación de quedar en minoría, pagando 10 millones de euros de los españoles por los votos del nacionalismo extremo gallego.
El dinero público, para el PSOE, no es de nadie, como ya afirmó Carmen Calvo sin que nadie le desmintiera, lo que le permite utilizarlo para comprar voluntades, lealtades y votos.
Es difícil encontrar una democracia en Occidente que acelere más su degradación que la española.
El diario "El Mundo", en su edición del 29 de noviembre, publicó el nuevo salto de la democracia española hacia la degradación, ocurrido cuando el Congreso votó, el miércoles 28 de noviembre, para reprobar a "Mandatela", como es conocida la ministra en Andalucía, y, aunque esa votación no era vinculante, el PSOE quiso eludir la humillación de quedar en minoría, pagando 10 millones de euros de los españoles por los votos del nacionalismo extremo gallego.
El dinero público, para el PSOE, no es de nadie, como ya afirmó Carmen Calvo sin que nadie le desmintiera, lo que le permite utilizarlo para comprar voluntades, lealtades y votos.
Es difícil encontrar una democracia en Occidente que acelere más su degradación que la española.