El calvario de los cristianos en Irak

En Irak nada más. En Turquia, tambien los cristianos tienen problemas desde hace muchisimos años y no he oido nada en los periódicos occidentales.
En Palestina, tambien, se acuerdan de Belén, sí en donde nació JesuCristo, la mayoría de la población era árabe-cristianos. Pero en tiempos del amigo de Moratinos, Arafat, este individuo, mandó miles de milicianos al pueblos y saben que ha pasado, seguro que no lo han leido en la prensa. Se han tenido que huir de su pueblo. Irán, tampoco oiran nada sobre los cristianos, porque no tienen ni voz. China, que se sabe de este milenario país, en donde los obispos cristianos estan presos y la curía vive en la cuerda floja.

"Pero, yo no veo ningún problema, esas zonas estan lejos y mientras no me afecte a mi y mi bolsillo, no hay problema".

No son sólo 1.000 o 100.000 familias, son muchisimas más sí seguimos viendo las cosas tan comodamente..

Produce mucha tristeza comprobar el desconocimiento que en España (y probablemente en toda Europa) se tiene sobre la situación de las comunidades cristianas de Oriente. No se trata de una o mil familias, sino de una población a la que le han sido negados sus derechos, que ha sido siempre considerada como ciudadanos de segunda y a la que se ha marginado, perseguido, expoliado y masacrado sistemáticamente. No estoy hablando de unos intrusos en un mundo que pertenece a los musulmanes. Ellos ya estaban allí, en esos territorios desde generaciones cuando los árabes llegaron en el siglo VII. El cristianismo es una religión oriental; Oriente antes de ser musulmán fue cristiano. Nosotros somos sus herederos, casi unos recién llegados.

Estas comunidades crearon y conservan (como pueden) una cultura importante. Los del sur de Turquía, hablan el arameo, la lengua de Cristo (que por supuesto no pueden estudiar en las escuelas). Construyeron magníficos e innumerables monasterios e iglesias, la mayoría destruidos (muchos recientemente) y algunos –los armenios- su propio alfabeto (los turcos siguen aún hoy destruyendo los restos de la cultura armenia en lo que ahora es su territorio). El primer genocidio moderno fue el de los armenios (y de los demás cristianos de Turquía) en 1915, a manos de los turcos y los kurdos. –si, los kurdos, esos por los que la prensa siente tanta simpatía-. Aún hace unos diez años que los cristianos de la región de Mydiat fueron atacados de noche, mientras dormían, por la población musulmana, algunos degollados y raptadas sus hijas y esposas. Por su parte, el ejército, con la excusa de las operaciones militares, ha destruido numerosos pueblos cristianos, con sus monumentos incluidos, y echado a su población al monte. Hace pocos años, en Assiut, a unos 100 km. al sur del Cairo, muchos cristianos fueron asesinados ante la pasividad del ejército egipcio, que no intervino hasta que los extremistas mataron a dos autoridades locales. En Arabia Saudí está prohibida toda religión que no sea el Islam. La policía religiosa –si, policía religiosa- irrumpe en un domicilio particular si sospecha que allí varios cristianos (inmigrantes, por supuesto, porque en el país no hay), celebran alguna reunión de tipo religioso. La simple tenencia de una Biblia es considerada un delito, sujeto a severos castigos, sino a la muerte. Sólo los cristianos de Siria y los árabes cristianos –si, árabes- de Jordania gozan de una cierta protección y tolerancia por parte de los gobiernos respectivos. Hasta Israel ha destruido pueblos enteros de cristianos palestinos, empujando a su población a vagar por el campo o a campos de refugiados.
Esta pobre gente ha sobrevivido como buenamente ha podido. Condenados a las tierras más pobres y marginales, tratados con dureza, presionados por todas partes y hoy convertidos en objetivo de los extremistas musulmanes, muchos han emigrado a EE.UU., Suecia y otros países de Occidente. Si Dios no lo remedia, sus comunidades están abocadas a la desaparición, anegadas por la marea musulmana que se multiplica incesantemente. A pesar de su indomable espíritu de resistencia, de su extraordinario valor, de su fe en la vida y en su religión, de su sentido de la solidaridad y de la comunidad a que pertenecen. Occidente les ignora. La prensa tan dada a resaltar cualquier genocidio real o figurado, cualquier guerra políticamente incorrecta, les ignora. Sólo el Papado se ha interesado por ellos y dispensado alguna protección.
En un viaje reciente, comentando a varios cristianos de Mardin, las facilidades que aquí, en España, se daban a los musulmanes, estaban indignados, pues no podían menos de comparar con amargura este trato con el que ellos recibían.
Por eso, cada vez que oigo hablar a los bienpensantes españoles con expresiones como “nosotros somos demócratas”, “tolerancia” (indiscriminada), o tonterías tales como esa de la “alianza de las civilizaciones”, siento asco.

Ademas creo que al hombre no se le debe de tratar de esa forma y ademas creo que por tratar de difundir ideas cristianas no se debe amenazar asi a esas personas.O acaso no somos conscientes de lo que hacemos?Porque quiza eso hacia la gente de epocas pasadas ,como gobiernos tiranos de Roma o en zonas tambien arabes,etc.Yo creo que una persona se le debe de tratar con los mismos derechos y no ser tan ajenos al dolor y sufrimiento.
Lima,Perú 1 de enero del 2009
mensaje:''Construyamos un mundo en el cual las diferencias dejen de existir y que la esperanza permanesca en nuestros corazones''.